Al final ni la bella es tan dulce como todos creen, ni la bestia es tan cruel como dicen.
Ella mataría por el, y el moriría por ella.
Son todo lo que necesitan.Nieblas
FloraCon el corazón latiendo con mayor rapidez arrugó el papel mientras escucho pasos por el pasillo, seco mis lágrimas velozmente. Tomo entre mis manos temblorosas el pomo de la puerta pero esta se abre antes de que pueda reaccionar y el que creía el amor de mi vida aparece ante mis ojos.
Mi respiración se corta mientras el sonrie analizando la situación -¿Qué haces aquí?- cuestiona tranquilo.
-Te estaba buscando, como no te vi aquí iba a salir ahora- respondo en voz baja, mi mirada choca con la suya pero ya no le puedo ver igual. Tomo valentía y le tiendo la carta -La encontré sin querer sobre tu cama, se que es tu privacidad pero creo que merezco una explicación.
Su semblante cae ante mi, entra a su habitación y cierra la puerta tras el -No quería contarte esto así Flora, te lo juro.
Mis manos tiemblan cuando las apartó de su tacto -Es de Krystal- afirma con serenidad, una que tanto odie en su momento, siempre con el mismo semblante tranquilo. Las palabras no salen de mi y el sigue hablando -Hace un tiempo, antes de venir a la Tierra ella me confesó sus sentimientos, la rechace porque estaba contigo pero...
Se acerca a su cama y se sienta en ella, esconde su cabeza entre sus manos un momento antes de volver su vista a mi por segunda vez -No he podido dejar de pensar en ella, por lo que le escribí para contarle mi confusión, te quiero pero creo que también a ella ahora...
Retrocedo un paso mientras un dolor hunde mi corazón, mis pulmones arden unos segundos mientras trato de recordar como se respira -Lo siento, no se que sentir y pensé que escribiéndole a ella lo sabría... pero solo he confundido más las cosas.
El silencio inunda su dormitorio mientras analizó cada una de sus palabras, el guarda la carta, nada puede solucionar esto. La puerta se abre abruptamente y Riven aparece en escena -¡Helia vamos! Llegaremos tarde a...- chilla entrando pero se queda estatico al verme, pasa su mirada de mi a su amigo, como si se pudieran comunicar.
Mis pies se mueven automáticamente hacia la puerta para salir pero el me llama y me detengo -¿Qué pasará ahora?- pregunta Helia intranquilo.
Bajo la mirada -Yo no tengo nada que decir, es muy tarde- respondo antes de abandonar su dormitorio dejando a ambos chicos detrás, avanzó por el pasillo hasta llegar a la sala donde me encuentro de golpe al resto del grupo reunido.
-¿Flora vienes con nosotros a la discoteca?- pregunta el rubio al verme pasar -¿Estas bien?- cuestiona tras analizar mi rostro.
Esquivo las miradas -Me tengo que ir ya- respondo antes de salir por fin de la casa de los especialistas, pero no dejo atrás el dolor pues este me persigue.
La calle se encuentra totalmente vacía mientras camino bajo la fría noche, el silencio predomina. Camino sin rumbo alguno hasta que levanto la vista y escucho las olas romper contra la orilla, las farolas iluminan el paseo y la Luna el mar. Me siento sobre la arena sintiendo una gran presión en mi pecho, sabía desde hace semanas que Helia y yo no estábamos bien, habíamos cambiado tanto aquí en la Tierra. Pero jamás pasó por mi mente que estuviera confuso sobre sus sentimientos, que no era la única que recibía sus poemas, sus dibujos.
Respiro lentamente, tratando de buscar orden en el caos de mi mente, no soy capaz de odiarle porque no era culpa suya tampoco, nadie elige por quien sentir pero si cuando decir lo que pasa en verdad. ¿Entonces desde que estamos en la Tierra he vivido en una mentira con el? ¿En cada beso y abrazo pensaba en ella y no en mi?
Unos pasos detrás de mi hacen que gire la cabeza para ver de quien se trata, veo a uno de los magos rodeado de energía oscura mirando mi silueta -Vaya, que suerte he tenido- anuncia dando unos pasos, pero la distancia se mantiene.
Me levanto de golpe, lista y atenta a cualquier movimiento -Anagan- susurro desprevenida ante su presencia.
El sonrie de lado, muevo la mano ligeramente y unas raíces crecen bajo el deteniendo su paso -Eres una tramposa hadita- dice soltándose del agarre.
Retrocedo un paso -No soy yo quien venía por las espaldas del otro- recuerdo antes de transformarme, nos debatimos a un duelo de miradas mientras espero algún hechizo -¿Sé te ha olvidado como utilizar tu magia?
Antes de que pueda parpadear se encuentra a mi lado, esquivo el golpe y raíces vuelven a salir para sujetarlo, sobrevuelo la arena. El lucha contra las raíces agotado hasta que decide dirigirse a mi posición con su velocidad, y en nada me encuentro yo envuelta en mi propio hechizo -Atrapada, una pena eres la que mejor me cae- sonrie admirandome.
-Una pena que no pueda decir lo mismo- comento.
El niega -Puede que sea un villano pero no un mentiroso, una pena que seas una hada.
Me revuelvo nerviosa cuando siento una energía aún mayor en el ambiente, los otros magos están de camino, el me mira atento y luego a su alrededor. Antes de que me de cuenta estoy caigo a la arena siendo liberada de las raíces, levanto la vista y lo veo alejándose a otra parte de la playa. El silencio predomina mientras la energía aumenta, corro hacia el paseo de nuevo y a lo lejos veo al grupo entero de magos. Anagan señala a la lejanía del mar antes de que comiencen a marcharse por el lado contrario.
Observo sus últimos movimientos atenta y buscando una explicación, ¿Por qué me ha atacado para dejarme libre de nuevo? Hubiera servido para atraer al resto del grupo a mi, para capturar a Roxi en un intento de que vuelvan a ganar pero en cambio, los ha llevado por otro lado.
Aturdida me alejo con rapidez entre la niebla que desciende la noche, la niebla que tapa las mayores y las profundas mentiras. Corro sin mirar atrás hasta que llegó al departamento, entro lentamente tratando de recuperar mi respiración. Me encuentro con todas las luces encendidas, las chicas agrupadas en la sala sentadas con los brazos cruzados, Bloom con el móvil entre las manos hablando por el, cuando me escuchan todas se voltean a la vez para mirarme con reproche.
-¿Dónde estabas?- cuestiona Musa con molestia -Te hemos estado llamando toda la noche Flora, pensábamos que te había pasado algo.
-Ya está aquí Sky- cuelga Bloom la llamada aun con su mirada sobre mi.
Suspiro -No estoy para hablar- respondo dirigiéndome al pasillo.
La pelirroja niega -Flora solo estábamos preocupadas por ti- me detiene.
-Qué estés afectada por Helia no significa que te debas descargar con nosotras- anuncia Musa.
Me giro para mirarla y las demás bajan la mirada -¿Como lo sabéis?- pregunto con nerviosismo.
Tecna me mira comprensiva -Helia nos llamó ahora, dijo que habías discutido y que te marchaste, los chicos intentaron llamarte y como no contestabas nos avisaron- explica lentamente.
El ambiente se vuelve raro, es tenso, y nunca antes lo había sentido así -Estoy bien- afirmó -solo necesitaba dar una vuelta para despejarme.
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La Bestia [Flora x Anagan]
FanfictionLa noche la llevo al precipicio cuando abrió los ojos al fin, no quedaba salvación para su corazón, pero en la oscuridad vio la luz. "Mientras que ellos te matarían para salvar el mundo, yo te entregaría cada parte de él y si fuera necesario lo conv...