ONLY THE BRAVE / JEGULUS.

¿Confías en mí?

La mano de Regulus encaja en la de James como si alguien tomara moldes y los hiciera a medida a propósito. Tiene frío, pero a James no le importa porque siempre hace demasiado calor. ¿Ves? De nuevo. Están hechos para trabajar juntos. Opuestos que encajan para formar un... algo equilibrado. James no puede mirar eso muy de cerca, todavía no, pero existe. Lo puede decir porque su pecho se contrae y luego se expande como si estuviera lleno de burbujas cuando Regulus lo toca.

James tira suavemente, muy suavemente, como si Regulus pudiera asustarse y salir corriendo. Pero Regulus se acerca. Hay desgana y vacilación en cada línea de su cuerpo, pero se está moviendo, por lo que James tiene esperanzas tentativas.

James señala la parte trasera de su escoba con la cabeza y Regulus se sube a ella sin decir una palabra. Regulus es un muy buen volador, por lo que al principio se sienta en la escoba sin problemas, luego James puede darse cuenta cuando llega a la inevitable conclusión de lo que tiene que suceder a continuación. James construyó todo este plan en torno al hecho de que Regulus tendría que retenerlo. Está deseando que llegue.

"En realidad, no", dice Regulus, y comienza a bajar de la escoba.

James tuerce su cuerpo. "Vamos, Regulus. Es sólo por tu seguridad".

"No."

Es terco, James se lo concederá. Vuelve el ceño fruncido, juntando sus cejas. Hay un brillo decidido en sus ojos. Este chico no estará de acuerdo con esto, James puede verlo claramente.

Está bien. Bueno. Entonces su plan no está funcionando.

James puede adaptarse. Es inteligente, o eso le dicen. Y se dio cuenta del hecho de que Regulus es un poco exigente con el contacto físico. Sólo parece aceptarlo si es él quien lo inicia. Y puede que esto no sirva de nada, pero James cree que quizás acepte un intercambio. En este punto, James no tiene nada que perder, así que podría intentarlo.

"¿Qué pasa si vas delante de mí?"

Regulus hace una pausa. Está de nuevo de pie en el tejado, luciendo inseguro. Está frunciendo el ceño aún más, lo creas o no, porque aparentemente esa es su cara permanente. Pero todavía está aquí y no está hechizando a James, por lo que se llevará la victoria.

"¿Y tú me abrazas?" Pregunta Regulus, inclinando la cabeza hacia un lado como si lo estuviera considerando.

James asiente. "Sí."

"No tendrías ningún control sobre la escoba", dice. Es la forma en que su voz se engancha con la palabra lo que da pistas a James. A Regulus le gusta sentir que tiene el control de las situaciones. Eso está bien, porque James no tiene ningún problema en simplemente acompañarlo a dar un paseo.

"No te preocupes por eso. Bueno, planeé una ruta completa para nosotros, pero no me importa cambiarla. Podrías volar a donde quieras. O puedo decirte adónde ir", dice James con calma.

Regulus está jugueteando con sus anillos, lo cual distrae. Pero da un paso vacilante hacia él. James espera. No empuja. Tiene que ser su elección. De lo contrario, nunca llegarán a ninguna parte.

"Está bien", dice finalmente Regulus, encorvando los hombros. "Aférrate a mí".

James se desliza hacia atrás en la escoba y esta vez Regulus se sube delante de él. Cuando se acomoda, James se desliza hacia adelante, hasta que el otro chico está firmemente entre sus piernas. James debería haber pensado en esto, porque recién ahora se está dando cuenta de que básicamente se ha sentenciado a sí mismo a una tortura literal en el futuro previsible.

Regulus encaja. Se adapta como si estuviera hecho para él. Sentarse aquí, entre las piernas de James. Piensa en una chimenea y una pila de libros (Regulus parece el tipo de persona que simplemente lee muchos libros) y mantas y cojines. Una alfombra exuberante. Bebidas calientes humeantes en una mesa auxiliar cercana. Regulus sentado entre las piernas de James, leyendo. James simplemente siendo . Tranquilo. Pacífico. Con este chico contra él, el fuego crepitando y la nieve arremolinándose fuera de su ventana.