Luna LLena

514 49 30
                                    

El cubo de Rubik que le regaló a James para Navidad descansa sobre una almohada junto a ellos, y la voz de Edith Piaf flota en él, envolviéndolos en la canción. No es lo mismo que tener un tocadiscos y poder elegir qué escuchar, pero es algo.

La manta granate sobre la cama está un poco arrugada, tirada hacia arriba en lugares donde antes la agarraron con pasión. La chimenea arde agradablemente, de ella brotan suaves crujidos y una luz dorada. Regulus desea poder embotellar este momento y preservarlo para siempre.

Hoy las cosas van bien. Nadie ha sido informado de muertes o desapariciones. No ha habido rumores de guerra. Son sólo dos estudiantes que se enamoran en un colegio de Escocia.

Es un día suave.

Durante la última media hora, James ha estado intentando memorizar la letra del Himno a l'amour. Su francés es realmente atroz y está destrozando la canción, pero Regulus simplemente no lo detendrá. Le gusta James así, desprevenido, apasionado, decidido a aprender algo nuevo. Le recuerda las primeras noches en el tejado de la lechucería, cuando seguía trabajando en el rompecabezas hasta que podía resolver un cubo sin problemas.

"No puedo verte mañana", dice James cuando la música se detiene. Parece haber decidido que ya ha tenido suficiente y no reactiva el cubo como lo ha estado haciendo hasta ahora.

Regulus levanta la vista desde donde está dibujando formas en la suave y musculosa espalda de James con su dedo. Están en la réplica de su habitación en casa, acostados juntos en su cama. James está boca abajo, con el estómago presionado contra las suaves sábanas.

"¿Por qué?"

"Necesito ayudar a Sirius con algo", responde James casualmente.

Regulus frunce el ceño a pesar de que James no puede ver su rostro. "¿No puedes ayudarlo durante el día?"

"Me temo que no."

"¿Por qué Lupin no lo ayuda?" pregunta Regulus. James hace una mueca y Regulus levanta una ceja. "¿Qué carajo está pasando?"

James se da vuelta con un suspiro para poder mirar a Regulus, quien se ha puesto de rodillas para poder expresar mejor su infelicidad. James mueve su mandíbula, como si estuviera saboreando palabras y descartándolas. Tratando de descubrir qué decir. Eso pone ansioso a Regulus.

"Ah. Ellos... es complicado", dice finalmente James.

"¿No me digas que Sirius todavía suspira por Lupin?" Pregunta Regulus, horrorizado. ¿Tu hermano no conserva ni una pizca de dignidad?

La boca de James se abre. "¿Como sabes eso?"

"Soy observador", responde Regulus remilgadamente.

También ha estado vigilando a Sirius, porque en más de una ocasión Regulus ha notado que Sirius intenta atraparlo solo. No está preparado para eso, así que ha estado prestando atención para asegurarse de que su hermano no pueda tenderle una emboscada, pero esa parte no se la va a contar a James.

"¿No podemos reunirnos por una hora? Seguramente no te necesitará en toda la noche", insiste Regulus.

"Ey. Lo sé. Yo también te extrañaré". James presiona un suave beso en el brazo de Regulus, la parte de su cuerpo más cercana al rostro de James en este momento. "Pero mis amigos sí me necesitan, y es sólo una noche. ¿Está bien?"

Molesto, Regulus toma un cigarrillo y se sienta al borde de la cama para fumarlo. No puede decirle a James que una noche importa. Cada segundo importa. Nunca antes en su vida Regulus había estado más en sintonía con el paso del tiempo.

Enero casi ha terminado. Tres meses se han convertido en apenas dos. Se le están acabando las noches y Regulus no sabe cómo afrontar este conocimiento. Estos secretos que les oculta a James se vuelven más pesados ​​con cada momento de vigilia, arrastrándolo hacia abajo y haciéndolo sentir como si se estuviera ahogando sin posibilidad de salir a la superficie.

ONLY THE BRAVE / JEGULUS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora