Una nueva mañana en el infierno había comenzado. Estoy de camino al barrio canibal junto a Charlie y Alastor. Se supone que vamos de camino a ver a una amiga del demonio rojo, lo único que me dijo Charlie al respecto es que los canibales son muy "amigables". Todavia no me fío mucho de esto, pero espero que así sea.
Charlie y Alastor tienen una animada conversación mientras caminan más delante de mí, mientras yo me distraía viendo algún que otro demonio que pasaba por ahí, hasta que empecé a ver unos pocos demonios con grandes sonrisas, y vestimentas acorde al lugar donde estabamos entrando.
--Charlie-- camino un poco más delante hasta caminar junto a ellos --Esos son los canibales ¿No?, entonces ya estamos cerca--
--¡Si!, esos son los canibales, pero no te preocupes, siempre y cuando no saques tus alas y ocultes un poco tu olor, podrás pasar desapercibida--
Seguimos caminando otro poco, algunos canibales saludaban mientras cruzabamos. La verdad es que ya me estaba gustando este ambiente, no parecían tan malos.
--Ya llegamos!-- dice Alastor agarrándome del brazo de forma animada, o eso quiero pensar.
Nos dirigimos hacía uno de los edificios, el cual era un poco más grande que los demás. Este tenía un gran letrero, que dejaba ver un nombre "Rosie's Emporium. Al entrar, lo primero que noté es que habían varios caníbales más adentro, alrededor de lo que parecía ser una pequeña recepción. Podía ver un sombrero rojo resaltar de los demas, y no fue hasta que Alastor pronunció un nombre que pude ver a la que parecía ser su amiga.
-- ¡Alastor! --la mujer de gran sombrero y sonrisa se acerca a nosotros.
-- Rosie, es un gusto volver a verte --esta le da un pequeño abrazo a Alastor, el cual acepta y voltea donde nosotros.
-- Daphne, esta es Rosie, la Overlord dueña de este lado del pentagrama --
Me acerco hacía ella para darle un saludo, y ella respondé dándome un abrazo también-- Mucho gusto, Rosie. Debo admitir que no pensé que los canibales fuera tan amigables --
-- ¡No te preocupes, cariño! Eso solo es por que no tienen hambre --dice ella de forma animada, lo que me hace poner los ojos en blanco.
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