30 años después
Ivana seguía muy de cerca a Adán, con varios pergaminos en sus manos y un nerviosismo notable en su comportamiento.
— Los fallecimientos humanos han aumentado considerablemente, señor. El Infierno se llena de pecadores.
Adán suspiró, cansado de reuniones y papeleo.
— El Cielo ha solicitado una audiencia con los Reyes del Infierno... Me temo que algo grave puede ocurrir — siguió hablando la demonio, mientras Adán fruncía el ceño.
— Mandaremos personal a investigar lo dicho en la reunión, ¿de acuerdo? - habló Adán con autoridad.
— Sí, jefe.
Adán odiaba tener que asumir responsabilidades y tomar decisiones importantes, prefería la acción.
— ¿Ámber ya conoce la situación?
— Me parece que todavía no, señor.
Adán pensó durante unos instantes, sintiendo un dolor de cabeza en su sien.
— Pues convoca una reunión urgente para tratar este asunto.
♱
Ámber escuchaba atentamente a Ivana, mientras que Adán la abrazaba de la cintura y apoyaba su cabeza en el hombro de su pareja.
En la sala de reuniones, como habían apodado a una pequeña oficina con varias sillas y una gran mesa en el centro, se llevaba a cabo la reunión.
— Mi señora, según nuestros contactos, el Cielo planea algo en contra del Infierno. Como le he comentado, tiene que ver con la sobrepoblación que está dando lugar en estos últimos meses — explicaba Ivana con voz seria —. Me temo que quieran atacarnos en algún momento.
Con un nudo en el estómago, Ámber procesó la información. Se sentía algo devastada. ¿De verdad su antiguo hogar iba a atacar a su nuevo pueblo?
No dejaría que ocurriera aquello.
— Bien, Ivana, muchas gracias por la información.
Ella sonrió a su jefa, contenta de ser de ayuda.
— Por favor, dile a Imelda que envíe un comunicado a todas las residencias posibles en el infierno. Si llega a producirse algún tipo de ataque por parte de los ángeles, los mantendremos a salvo en la mansión.
Ivana asintió y salió de la sala a paso ligero.
Adán, el cual no había hablado en toda la reunión, aumentó la fuerza de su abrazo hacia Ámber.
— Preciosa, ¿podemos estar un ratito a solas? Hace mucho que no pasamos tiempo juntos...
El tono lastimero de Adán enterneció el corazón de Ámber. El hombre sólo se comportaba así cuando estaban solos.
— Por supuesto, querido. Vamos a mi habitación.
♱
Una vez allí, Adán se sentó en la cama de su novia, y ella se sentó a horcajadas justo encima.
— Te extrañé — confesó él con una mirada tierna.
Ella rió un poco, sacudiendo sus alas grises.
— Tonto, me ves todos los días.
— Pero no así.
Ámber sonrió y besó a Adán con cariño, moviendo sus labios a compás con los de él.
El beso se fue intensificando, a medida que ambas lenguas se encontraban y jugueteaban con descaro.
— Ámber, sé una buena chica y compláceme, por favor...
Al oír la petición de Adán, la joven esbozó una amplia sonrisa en su rostro, empezando a moverse sobre la entrepierna del contrario.
El constante y suave roce era excitante, y Adán quería más, mucho más que eso.
El hombre usó sus manos para desnudar y acariciar la piel morena de su novia, encantado con lo suave que era al tacto.
Agarró uno de los pechos de Ámber, jugando con él, acariciando y pellizcando por momentos el pezón.
Ella soltaba leves gemidos en la boca de Adán, encantada con aquel contacto. Siguió moviéndose sobre él hasta que decidió seguir adelante.
Ayudó a su novio a quitarse la túnica negra, la camiseta ancha y el cinturón.
Adán agarró a Ámber de las caderas, para, con suavidad, tumbarla sobre la cama. Se quitó el resto de la ropa, mientras ella hacía lo mismo con la suya.
Al tenerla así, tan frágil y delicada, pero a la vez tan imponente y hermosa, Adán no pudo evitar quedársela mirando unos instantes.
Daba igual las veces que lo hicieran, él siempre admiraría el cuerpo de Ámber como si fuera la primera vez.
La mujer, por el contrario, estaba centrada en el rostro de Adán y lo bellos que eran sus ojos.
Se sentía afortunada de que alguien la mirara de aquella forma.
Abrió sus piernas ante él, revelando su intimidad. La cara coqueta de Ámber no tenía precio para su novio.
Adán sonrió y comenzó a repartir besos por los muslos gruesos de la mujer, mirándola a los ojos en casi todo momento.
Ámber temblaba de manera inconsciente, casi imperceptiblemente, debido a la excitación. Los labios de Adán provocaban millones de sentimientos y cosquilleos en su pecho.
— ¿Puedo seguir, preciosa?
Como siempre, Adán preguntaba por el consentimiento, ya que deseaba hacer sentir cómoda a la contraria en todo momento.
Ella asintió, abriendo más aún las piernas, para darle paso.
Adán se posicionó, acomodando su pene en la entrada de Ámber. Despacio, empezó a introducirlo, siempre atento a la reacción de la mujer.
Ella soltaba pequeños gemidos al sentirlo más y más dentro, y rodeó el cuello de Adán con sus brazos para apoyarse en él.
— Ya está, muñeca. Cuando quieras, sigo.
Ámber no podía esperar más, deseaba sentir aquellas embestidas que tantas noches la habían complacido.
— Sigue, Adán.
El hombre sonrió antes de empezar a moverse y chocar con las paredes internas de Ámber.
Mientras la penetraba y Ámber soltaba algunos gemidos o palabras de alegría, Adán dejaba varios besos por el cuello de la contraria.
La respiración del hombre era pesada, y él también llegaba a gemir de vez en cuando.
Ella era más escandalosa, teniendo que morderse los labios para no gritar.
— Vamos, preciosa, no te calles... Grita mi nombre para que todos sepan que eres mía.
Ámber sonrió ante sus palabras, soltando su agarre de la espalda del chico para sujetar sus propias piernas y elevarlas aún más.
Lo necesitaba más profundo en ella.
— ¡Adán, joder!
Adán agarró el cuello de Ámber, con cuidado pero con firmeza.
Oírla en ese estado lo volvía loco.
— Sigue así, preciosa...
Durante una media hora más siguieron escuchándose los gemidos de Ámber en la cercanía a la habitación de la joven.
Por suerte, nadie pasó cerca de allí, aunque a Adán esto no le importara mucho.
Le gustaba presumir de su preciosa novia.
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Problemas en el Paraíso | Hazbin Hotel
Fanfiction↻ Hazbin Hotel fanfic ✝︎°• Los ángeles también pueden sentir celos, y Ámber es la clara demostración de ello. Presa del amor, pierde a su único amigo en el cielo, para jamás volver a verlo. ¿O sí? [Oc x canon] ⚠︎ +16