Capítulo 1

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Choi Haneul preparaba los últimos detalles para la entrevista que iba a tener lugar en una hora

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Choi Haneul preparaba los últimos detalles para la entrevista que iba a tener lugar en una hora. Sería publicada próximamente en YouTube.

Había comenzado a trabajar hace más de dos horas y estaba realmente exhausta. Su jefa le ponía bastante peso en sus hombros porque el invitado del día de hoy era muy conocido y eso la estaba agobiando más de lo que debería.

—¡Haneul, te he llamado ya dos veces! ¿Puedes venir? —gritó su jefa. Su voz resonaba por toda la sala.

Tenía bastante respeto a su superiora, pero no podía decir que le caía bien. Siempre estaba desprestigiándola y haciéndola sentir como una miserable.

—Lo siento, señora —se disculpó cuando llegó a su lado con una gran pronunciada reverencia.

—Menos disculpas y más trabajo —sentenció —. ¿Todo a punto, Haneul? —le preguntó mientras ojeaba unos papeles con interés —. No quiero que cuando sea el momento, haya algo fuera de lugar.

—Sí, señora —respondió —. He revisado las preguntas y la mecánica de la entrevista.

—Espero que hagas bien tu trabajo, estoy segura de que sabes qué va a pasar si no es así.

—Lo intentaré —dijo aún con la mirada gacha.

—No, dime que lo harás.

—Lo haré, señora —corrigió —. Sin ningún fallo ni imprevisto.

—Bien, de todas maneras, me gustaría que subieras al camerino del invitado y se lo explicaras personalmente —pidió —. Es el único que va a salir en la pantalla, así que tiene que hacerlo bien. Además, es bastante conocido, nos meteremos en problemas si lo hacemos mal. No quiero que tus acciones repercutan en mí, ya lo sabes.

—Eso no ocurrirá, trataré de indicarle bien.

—Si es que sabes hacerlo, a veces no sé cómo es que sigues en la empresa después de tanto tiempo —dijo —. No eres una persona que reluzca en lo que hace.

—Pero me gusta mi trabajo —rebatió, con un deje de lástima en su voz —. Siempre ha sido mi sueño estar aquí.

—Una lástima que se pueda frustrar por mi culpa... No dudaré en despedirte cuando algo vaya mal. Lo haré sin ningún ápice de remordimiento.

La chica se quedó en silencio escuchando los regaños de su jefa. Eran tan habituales, que ya no le afectaban.

—Ve a hacer lo que te he dicho. Vamos.

Hidden | Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora