Capítulo 11

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Haneul se dirigía a Dispatch en su ultima día de trabajo, esta vez de forma definitiva

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Haneul se dirigía a Dispatch en su ultima día de trabajo, esta vez de forma definitiva. Ya no tenía nada más que hacer allí, solo presentar su carta de renuncia.

Por fin se liberaría de un peso que llevaba condicionándola tantos años. Estaba tan contenta de que todo acabara...

Habían pasado ya unos días desde que arregló las cosas con Felix. Se habían estado viendo varias veces, y realmente sentía que en esos momentos lo único erróneo en su vida era su trabajo, todo lo demás era maravilloso. Gracias a Felix, por supuesto.

Llegó a las oficinas de la empresa con mucha seguridad, y con el apoyo de su amiga Deji que le levantó el dedo pulgar, se dirigió al despacho de la jefa. Tocó varias veces la puerta antes de entrar.

—Haneul, espero que lo que lleves en esas manos sea el artículo que te pedí.

Decidió no contestar y entregarle el sobre directamente.

—Me ha sorprendido que hayas hecho el artículo —especuló, mientras lo abría —. Pensé que no serías capaz, no me has demostrado nunca que eres de confianza. Espera.... —leyó con el ceño fruncido —. ¿Carta de renuncia?

—Así es.

—¿Me estás diciendo que esto no es el artículo? —la miró incrédula —. ¿Vas a abandonar después de estar aquí durante tres años?

—Nunca me he sentido parte de la empresa —confesó ella. Ahora que se iba, se desahogaría con mucho gusto —. Al principio pensé que la culpa era mía y por ese motivo permití que me tratara de esa forma. Ahora sé que usted simplemente es mala persona y no voy a estar ni un minuto más aquí.

—¿Te vas porque te pedí que sacaras información de Lee Felix de Stray Kids?

—Es uno de los motivos, sí —reconoció —. Él es mi amigo y jamás lo vendería de esa forma solo para complacerla a usted.

—Era por el bien de la empresa y también te beneficiaría a ti también, Haneul —dijo —. Podrías subir de puesto, y empezaría a pagarte mejor.

—Lo sé. Lo pensé, de hecho. Pero me he dado cuenta de que esa no es la solución. Da igual cuánto me esfuerce en encajar en un lugar, si no es, simplemente no es y tengo que aceptarlo.

—Te arrepentirás de tu decisión.

—No creo que lo haga —rebatió —. Me voy, entonces —hizo una reverencia —. Espero no tener que verla nunca más.

Y se despidió de ese sitio que había sido su lugar de trabajo durante los últimos tres años. Sin arrepentimientos, sin miedos y con muchas ganas de explorar su nuevo futuro.

Cogió su teléfono y marcó el número de Felix.

Hola, Haneul —saludó desde el otro lado de la línea —. ¿Qué tal estás?

Hidden | Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora