Haneul y Felix provienen de mundos completamente diferentes.
Choi Haneul es una periodista de Dispatch que, a pesar de su arduo trabajo, no recibe el reconocimiento que merece, lo que ha afectado su autoestima. Por otro lado, Lee Felix es un idol, m...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hacer planes con Felix era algo a Haneul le encantaba, y si además sumaba la fotografía... era el plan ideal.
Felix le había dicho unos días atrás que se había comprado una cámara y que quería aprender a utilizarla. Al principio, Haneul no estaba muy convencida de ser ella quien le enseñara, pero después de la conversación que tuvieron, todas sus dudas e inseguridades se esfumaron.
Quería enseñarle a su novio más sobre ella y lo que le gustaba hacer.
Según le había informado el idol, había reservado un jardín privado lo suficientemente grande como practicar y, a la vez, tener algo de privacidad.
Su corazón revoloteaba al pensar en el tiempo juntos que iban a tener.
Lo que ella no esperaba es que Hyunjin también apareciera con él.
—Hola, chicos —sonrió ella, disimulando la sorpresa de la mejor manera que pudo.
Para nada le molestaba la presencia del otro idol. No había hablado mucho con él; era tímido, aunque no tanto como ella, pero le caía bien.
—Hola, Haneul —saludó su novio, acercándose para darle un beso en la mejilla —. ¿Cómo estás?
—Nerviosa —confesó —. Espero ser buena profesora. No quiero decepcionaros.
—Nunca lo harías, Haneul —dijo él, acariciando su brazo con ternura.
—Haneul, espero que no te importe que esté aquí —intervino Hyunjin, rascándose la nuca nerviosamente —. Hace un tiempo que me compré una cámara. He subido algunas fotos, pero... siempre siento que les falta algo, como si no pudiera capturar lo que realmente veo. Tal vez tú puedas ayudarme con eso —tomó una pausa para después añadir —: Cuando Felix me contó el plan que tenía hoy, no pude evitar preguntarle si podía ir también.
—Hyunjin, claro que no me importa —respondió rápidamente, intentando tranquilizarlo —. Me hace muy feliz que también te guste la fotografía.
—Te dije que no le importaría —le dijo el australiano a su amigo —. Ha estado todo el rato preocupado por si interrumpía algo entre los dos.
Haneul se enterneció de inmediato. Felix tenía unos amigos muy buenos.
—No te preocupes por nada, Hyunjin —sonrió —. ¿Empezamos? No tenemos mucho tiempo.
—Sí. Aunque parezca mentira, estoy muy ilusionado —admitió Hyunjin —. Tengo ganas de aprender.
—¿Qué os parece si empezamos con algo sencillo? —dijo Haneul. Se acercó a la mesa donde había dejado su cámara y un par de libros de fotografía antes de continuar—. Primero, quiero mostraros cómo ajustar la exposición y el enfoque.
Felix y Hyunjin se acercaron, prestando atención a cada palabra. Haneul sintió una mezcla de emoción y nervios al ver sus rostros llenos de curiosidad.
