30 de noviembre de 1939

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Esa madrugada los girasoles aún se encontraban dormidos, eran arrullados por el sonido del silencio, interrumpido únicamente por el murmullo de las cigarras, la oscuridad y calma recubrían su habitación. Aquellos ojos grises se abrieron perezosamente al sentir unas manitas en su hombro. -Nyx ¿Podemos salir al jardín?- preguntó Jakub en un tímido susurro.

El contacto con el viento los obligó a abrigarse, las madrugadas solían ser aún más frías de lo que recordaban. Jakub quería despedirse de las flores, se aproximaba el invierno y estas no sobrevivirían.

Su hermanito les regalaba su última bebida, mientras que ella cortaba los tallos y arrancaba la plaga. Antes de que llegaran los alemanes, ambos solían cantarles a las dalias y crisantemos. A veces, escribían poemas y aunque él no era el mejor artista, les hacía dibujos que adoraba mostrarle a su hermana, recibiendo una sonrisa y una caricia en su cabello como recompensa.

-Mira Jakubie, las camelias aún siguen creciendo- Señaló con dulzura y ternura, intentando mostrarle a su hermanito que incluso en las adversidades, puede brotar la belleza. El chiquito se agachó a su lado, rozando con sutileza sus pétalos, riendo al tacto suave. Jakub fue a revisar las amapolas, mientras que Nyx las gazanias.

Cada vez que se sentía triste, Nyx se refugiaba entre las flores, le gustaba imaginarse a sí misma como una de ellas, creyendo que, aunque estuviera encerrada en un capullo en la época de invierno, podría volver a florecer cuando llegará la primavera.

Distraída en sus pensamientos no se percató de la presencia del soldado detrás de ella, escuchó el grito de su hermano, lo tenía del cuello como rehén, apuntando su fusil contra ella.

-¿Qué estás haciendo aquí? No son horas de salir, está prohibido salir de noche y madrugada- Cuestionó en un grito, en su paranoia pensó que podrían estar realizando actividades ilícitas como esconder o ayudar judíos.

Nyx alzó las manos, intentando mostrarse cooperativa y temblando consiguió pronunciar algunas palabras. -E-Es mi culpa, quería cuidar mis plantas- Su cuerpo se sacudía por el temor, su corazón corría desenfrenado, pensando que todo el mundo podría escucharlo. -Por favor, no lastimes a mi hermano- Suplicó arrodillada presa del pánico, temiendo lo peor.

-Tú hermano es un marica, ya está llorando- Replicó burlón, mostrando su dentadura podrida, apretando su agarre en el cuello de Jakub.

-¡Suéltalo, por favor! Aún es muy pequeño... Yo haré lo que sea por él- Rogó con la voz quebrada, sentía la garganta hecha un nudo, incapaz de articular correctamente las palabras, las lágrimas no se hicieron esperar, empapando su faz. Sabía lo que su respuesta conllevaba, a pesar de ello, prefería dar su cuerpo por la vida de él.

-Espero que tu boca sirva para algo más que llorar, Hure- Exclamó mientras se acercaba y jalaba a la chica del brazo, obligándola a caminar frente a él. La llevaría a lo más lejos de la casa, para evitar que su quejidos alertaran a los demás.

Al estar en las praderas, se detuvieron. -Tu querido hermano va a observar todo el espectáculo- Se carcajeo cínicamente de la situación, para él solo era un juego. Sujetó a la joven del cabello y la estrelló contra el suelo, Nyx aprovechó para coger rápidamente una piedra, escondiéndola entre la tela de su abrigo. -Ojalá lo disfrutes- Murmuró acariciando agresivamente los tersos labios de ella con el pulgar.

Jakub comenzó a llorar, distrayendo al soldado, quien volteo fúrico, dispuesto a callarlo a golpes, pero antes de poder hacer algo, Nyx estrelló la roca con toda su fuerza en la cabeza de éste, causando que cayera atolondrado. Tomó a su hermano de la mano y comenzaron a correr lo más rápido que podían. El militar aturdido les seguía la pista, no quería disparar, estaba dispuesto a vengarse de la peor manera de esa zorra. La iba a usar hasta que quedara como un maldito trozo de carne, que ni siquiera los perros querrían.

La helada corriente se clavaba en sus pulmones, la luz de la luna apenas iluminaba el camino que estaba lleno de agujeros y las amenazas bramadas por el soldado le producía aún más ansiedad. Una bala al aire ocasionó que Nyx tropezará, Jakub quién iba más adelante quiso regresar por su hermana. Ella no lo permitió, le gritó en polaco -¡Uciekaj Jakubie, wynoś się stąd!-

Nyx dejó escapar un alarido con la voz desgarrada, él tipo la agarró del brazo, apretando con todas sus fuerzas, marcando su piel pálida. -¡Verdammte Schlampe! Te voy a violar hasta desgarrar y dejarte inservible-. Le dio una cachetada y con su mano libre comenzó a desabrochar su pantalón. La desesperación en su mirada era palpable, todo su cuerpo se encontraba inmóvil. A lo lejos se lograban escuchar gritos desgarradores de agonía y lucha.

Definición

-Hure: Puta

 -¡Uciekaj Jakubie, wynoś się stąd!: ¡Huye, Jakub, sal de aquí!

-¡Verdammte Schlampe!: ¡Maldita perra!

El canto de un ruiseñorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora