Nuestro deseo

243 23 6
                                    

El ambiente era desolador, la humedad se incrementaba por la cantidad de lágrimas que todos desbordaban de sus ojos, saber que alguien tan preciado para ellos y que había luchado tanto había fallecido en condiciones tan injustas les dejaba un malestar en el pecho que quizás persista por mucho tiempo. Aun así, intentaban darle apoyo a Kanao, pues sabían que era la que más afectada por la perdida, el esfuerzo y la culpa deben ser simplemente desgarradores.

— Hermanas, perdón, otra vez no pude proteger a quien amo, no pude salvar a nadie... — sopesaba Kanao inundando en lagrimas

Sentía por momentos que se le iba la respiración, la sensación era tan desagradable y triste, no le gustaba llorar sabiendo que a él no le gustaría verla triste, pero es que no podía, no podía concebir no estar triste si él no estaba, desde que dejo en claro sus sentimiento no podía concebir un mundo sin él.

— ¿Eh?

A pesar del ambiente sepulcral había una persona que parecía darle igual todo, esa persona era Inosuke quien se había subido sobre el cadáver de Giyuu apoyando sus manos y pies sobre aquel cuerpo.

— ¡Inosuke... — exclamo Tanjiro algo enojado

De pronto el hombre con la máscara de jabalí sintió un fuerte golpe en la cabeza, fue de tanta potencia que sentía que se desmayaba, aquella persona que la pateo fue Kanao quien no podía creer la falta de respeto que había cometido al hombre que tanto amo, ahora en sus lágrimas había rabia e impotencia.

— Idiotas, lloran como niñas por un vivo... — murmullo Inosuke antes de perder la consciencia

— ¿Que? — se sorprendió Kanao al oír eso

Todos se conmocionaron aún más con lo último dicho por Inosuke, ahora que lo pensaban el había apoyado su cabeza sobre el pecho del azabache, acaso ¿sería posible?

— Late, su corazón late, débilmente, pero aun... — menciono Kanao quien apoyaba su cabeza sobre el pecho del ojiazul

¿Qué había pasado? Kanao estaba segura que el había muerto, reviso su pulso, su ritmo cardiaco y su respiración, pero no había señal de vida, sin embargo ahora había recuperado todo.

— Puede que al igual que con Muzan, esa flor vuelve a traerte a la vida — apunto Yushiro mientras se ponía los dedos en su mejilla

— ¿Eh? ¿me estas jodiendo?, ¿no me digas que él se convertirá en un monstruo como tú? — cuestiono Zenitsu con mucho miedo

— ¡Yo no soy un monstruo imbécil!, parece que el lirio de la araña azul borra tus células humanas y las reemplaza por las de demonio, por lo que vuelves a la vida como uno

— Entonces, el lirio de la araña rojo hace lo contrario, por lo tanto las células demoniacas de la marca van a desaparecer y volverás a la vida solo con las de humano — comprendió Kanao con mucha serenidad

— Ya veo, entonces yo también tendré que morir ¿cierto? eso será un poco extraño... — menciono Tanjiro con una risa nerviosa

— Lo único bueno que saco de esto es que morirás, al menos por un rato — indico Yushiro mientras se cruzaba de brazos

— Yushiro-san, gra... — quiso agradecer Kanao

De un parpadeo y sin que nadie se dé cuenta aquel demonio desapareció, aun así, todos hicieron una reverencia deseándole lo mejor. Kanao enfoco su mirada y veía como Giyuu respiraba suavemente. A pesar de las buenas noticias solo pudo apuntar a llorar, pues lo había logrado, había logrado salvar a la persona que ama, todo su esfuerzo y sacrificio no fueron en vano, pero sobre todo, quizás podría vivir una vida junto a él. Ante sus lágrimas casi todo el mundo fue a abrazarla sabían con todo el peso que cargo ella sola, si Giyuu y los demás tenían un futuro, era gracias a ella.

El deseo de una pequeña florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora