Los años suceden, las estaciones cambias, pero el sentimiento que ambos tienen se conserva. En la gran Finca Mariposa ya no se encontraban Aoi, Kiyo, Naho o Sumi quienes con tanta dedicación ayudaron a los cazadores a mejorar su salud, pues se habían casado y ahora vivían una vida normal con personas maravillosas al lado, a excepción de Aoi quien vivía en una montaña, pero lo que si era un hecho es que había felicidad en sus vidas. Además, siempre que podían volvían a visitar la Finca Mariposa, aquel lugar lleno de recuerdos hermosos para todas.
— Creo que no pensé muy bien eso de tener hijos — murmullo Giyuu con ojeras mientras cargaba a su retoño
— Y yo creo que vienen algunos más — decía Kanao con optimismo
El solo miro el cielo desde el gran jardín con los ojos entrecerrados, aun así solo apunto a reírse al mirar como su hija Yuki jugaba con su cabello, en verdad todo parecía perfecto. Si bien Kanao casi todo el tiempo solo estaba con sus hijos y su esposo de vez en cuando atendía personas enfermas que pasaban por los alrededores además de ser la partera que ayudaba a sus hermanas y amigas a traer a una nueva vida al mundo. Giyuu solo cultivaba vegetales en el jardín, parece que era bueno regando las plantas.
— No puedo, ya estoy harto — exclamo con un enojo un niño
Teniendo un ojo dañado la audición de Kanao era mayor que la de una persona normal, la voz que había escuchado era de su primogénito Kanata, por lo que fue hacia adentro de la finca para ver que le pasaba.
— ¿Estas bien, Kanata?
— ¿Eh? sí, no es nada, mama
Por mucho que dijera aquello su mirada no le engañaba, a pesar de que era un chico serio y algo temperamental, sabía que al igual que ella y su esposo, su hijo parecía tener problemas de autoestima como los que tuvieron en algún pasado.
— Es por lo del arreglo floral ¿verdad? — pregunto Kanao con tranquilidad
El chico se impresiono mucho, pero en verdad aquello era algo común, su madre parecía poder leer las emociones de las personas, sin duda era la mujer más hermosa que existió siendo una medica esplendida mientras que su padre era un reconocido y respetado retirado de guerra con un talento con la espada y las herramientas sinigual ¿cómo podía compararse a ellos? no era bueno ni en la espada, no entendía nada de medicina e incluso intento hacer arreglos florales como sus tías, pero nada le salía bien.
— Soy un inútil, no deberías perder el tiempo conmigo
Esas palabras resonaron muy fuerte en la mente de Kanao, les recordaba tanto a Giyuu cuando quiso retirarse de ser pilar, acaricio la cabeza de su hijo y la acerco a su pecho. Kanata no entendía nada, pero sentía que su madre era capaz de eliminar la tristeza de los demás solo con su sonrisa, él se preguntaba ¿alguna vez habrá sido infeliz?
— Hijo, tu padre pensaba igual que tú y yo también pensé aquello, ambos para ser buenos hemos fallado mucho
¿Ellos podían fallar? siempre parecían tan perfectos, tan únicos y con un talento muy grande para la mayoría de las cosas, a pesar de tener algunas discapacidades parecían ser todo lo contrario.
— ¿Pero sabes que nos hizo salir adelante? — indago Kanao con un tono suave
— ¿Qué cosa? — pregunto Kanata con ansias
— El amor
Kanata era muy escéptico, siempre que sus tíos Tanjiro y Nezuko hablaban sobre las emociones les parecía tan ridículo, no podía concebir que cosas tan abstractas en verdad sirvieran de algo. Sin embargo, cuando su madre expuso aquello le brillaron los ojos, parece que había recordado todos los momentos en que ella y Giyuu se impulsaron mutuamente y crecieron juntos para tener la felicidad de hoy en día. Por alguna razón aquello lleno de ilusión a Kanata.
— Así que no tengas miedo de tropezar, porque estaremos a tu lado, quizás no seas bueno en algunas cosas, pero lo importante es hacer algo que te haga feliz, ¿hay algo así? — pregunto Kanao con mucho cariño
Abrió los ojos de par en par, recordó que hace poco su madre estaba muy cansada pues no había pasado mucho del nacimiento de su hermanita Yuki y su padre era un desastre para la cocina, por lo que él se impulsó a cocinar durante esos días. Recuerda la sonrisa de su padre al probar Salmon con Daikon, como su madre le decía lo delicioso que estuvo lo que cocino. Aquel recuerdo le reconfortaba el alma.
— Cocinar, pero no sé muy bien que más hacer además de lo básico — indico Kanata con un poco de felicidad
— Bien, en estos días le avisare a tu tía Aoi para que cocinemos juntos, ¿qué te parece?
— Si, quiero, quiero que todos ustedes sean muy felices con mi comida — aseguro Kanata con optimismo
— Y así lo será, juro que cumpliré tu deseo — dijo Kanao antes de depositar un beso en la frente de su hijo
Mas animado prosiguió al jardín a ver las plantas, quizás había algo que pudiera usar para cocinar. Nada le llenaba de felicidad a Kanao que saber que su familia se amaba y podían ayudarse mutuamente, así como lo hizo su familia en el pasado, así como lo hicieron Kanae y Shinobu con ella.
— Al ver eso, creo que al final si quiero más hijos, yo también tengo deseo... — comento Giyuu muy cerca del oído de su esposa
Se sonrojo en demasía al escuchar aquello, de alguna forma la honestidad del ojiazul aun la hacían temblar de la emoción, apoyo su cabeza en su pecho sintiendo a su vez la respiración de Yuki quien estaba siendo cargada por el azabache, ante ello esbozo una dulce sonrisa y poso sus manos sobre su vientre.
— Y dime, ¿cuál es tu mayor deseo?
Fin
.
.
.
.
.
Notas:
Hay tantos deseos, ya sean banales o transcendentales, quizás para muchos sea absurdo el simple hecho de pensar en aquella palabra. También un deseo absurdo puede ser desear la paz mundial o algo tan simple como desear darle unas flores a esa persona, pero sabes, creo que la mayoría de deseos van sujetos a las personas que nos rodean y creo que eso es lo importante. Así que, no dejes de tener esperanza, porque quizás para alguna persona su mayor deseo es encontrarte y que estés a su lado. Sigamos creyendo.
Bueno, como lo dije esta obra maneja un concepto de amor y es la del crecimiento mutuo, por ello durante la obra no paran de ayudarse porque en cierta forma ambos personajes aun no son capaces de salir de su coraza hasta que por fin lo logran. También los títulos de los capítulos son en plural por ello.
ESTÁS LEYENDO
El deseo de una pequeña flor
RomancePorque en el reflejo del agua deseo encontrar alguien que me entienda como nadie lo había hecho antes. Créditos al respectivo autor por la imagen