Por fin había acabado Shinobu de hacer el fármaco para Nezuko, el ambiente era mucho más cálido y hermoso. Quizás era por la nueva actitud de Kanao, era más amable, dulce y amorosa, quizás era por lo mucho que extrañaron la compañía de la mayor de las hermanas, en verdad todo era perfecto.
— Ha pasado tiempo ¿no? descansa Aoi, hoy cocinare para ustedes — indico Shinobu con una dulce sonrisa
A pesar de que Aoi era sumamente testaruda esta vez solo asintió mientras esbozaba una pequeña sonrisa, en verdad le gustaba probar la comida de la mayor de sus hermanas. Las tres menores Kiyo, Sumi y Naho celebraban por aquello mientras Kanao miraba todo con mucho cariño. Aquello fue algo de lo que se cercioro Shinobu por lo que se acercó a ella.
— Me alegro tanto de ver cuanto has crecido, cuanto has cambiado, sé que ahora todo estará bien para ti — decía Shinobu mientras acariciaba con delicadeza la cabeza de Kanao
Como la brisa que llevaba los hermosos pétalos de cerezo, una sensación tan bella y reconfortante llenaba el corazón de Kanao, el amor que podía expresar Shinobu era único y a su vez eran pocas las personas a las que dejaba ver ese lado suyo. En ese momento sentía que todo era perfecto, en verdad nada podía eliminar esta felicidad, ella la protegería, ambas volverían juntas y vivirían felices hasta el fin de los tiempos.
— Hermana... — musito Kanao mientras sentía un nudo en el corazón
Acerco a su pecho el broche de mariposa roto de su difunta hermana Kanae y el broche que había recogido de su difunta hermana Shinobu. Lagrimas incesantes descendían de los contornos de sus ojos, apretaba sus labios llena de pena, pues la furia ya no existía, aquel ser que tanto torturo a sus hermanas ya se había ido. Por desgracia, no se fue sin antes llevarse a ambas.
— ¿Por que no pude protegerte? ¿por que falle en mi unico proposito?
Su mente era un tormento lleno de una gran angustia, el no poder proteger a la persona que quieres, la que tanto hizo por ti, el haber prometido tanto y no lograr cumplirlo. No obstante, su mayor frustración, lo que mas le dolía era saber que jamás volvería a ver la sonrisa de ambas hermanas, ¿estarían sonriendo en el paraíso? ¿estarían juntas con sus padres? con todas sus fuerzas deseaba aquello, pero aun así no podía dejar de sufrir por la perdida.
— ¿Con que derecho llevo estos broches? si en verdad fuera su hermana yo...
"El del lado rojo le pertenece a mi hermana y el otro a un amigo que entreno conmigo"
Recordó aquel haori de Giyuu que representaba el amor y el recuerdo de sus seres queridos, sin embargo ¿no fue ella quien le regaño por hablar mal de si mismo? Si eso era así, ella no podía seguir torturándose, no iba a dejar que ellas se sientan tristes o se preocupen por sus dudas y sus lamentos, al menos por ahora, tendría que mantenerse firme.
"...dime, ¿podrás mantener nuestro deseo?"
Con el broche roto de su hermana Kanae guardado en el bolsillo de su uniforme y con el de su hermana Shinobu puesto en su cabello, comenzó a caminar, por mucho lamento que anduviese en su ser, no iba a dejar de luchar por los sueños que les confiaron sus hermanas.
— Yo protegeré sus sonrisas, yo protegeré las sonrisas de todo el mundo
El dolor que había en el corazón de Kanao era sumamente intenso y desgarrador, un aire gélido y sombrío recorría su cuerpo, estaba reprimiendo toda su tristeza y culpa, pero si no lo hacía ¿podría seguir adelante? La batalla continuaría, aun había una misión que cumplir. Sumirse es la tristeza no era una opción, al menos cumpliría con aquello. Con una mirada perdida, pero con la fuerza de voluntad de un pilar, fue hacia donde está el rey de los demonios.
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El deseo de una pequeña flor
Roman d'amourPorque en el reflejo del agua deseo encontrar alguien que me entienda como nadie lo había hecho antes. Créditos al respectivo autor por la imagen