AnabelleLo siento.
2 palabras muy simples, pero a la vez muy complicadas de pronunciar.
Hay mucha gente, me incluyo, a la que les cuesta mucho pedir perdón, ya sea por orgullo o porque no están acostumbrados.
Arrepentirse y pedir perdón son cosas muy simples para unos, palabras sin importancia, pero para otros son cosa seria.
Ahí estaba yo, parada en frente del Sr. Wonka, sin poder articular palabra.
Mi primera impresión fue que no llevaba muy bien la noche, porque tenía la misma cara de confusión que yo.
El pánico entro en mi ser, porque hubo un pequeño silencio incómodo entre nosotros, mirándonos a los ojos, parecía que él no quería romper el contacto visual.
Al cabo de 20 segundos, y gracias a Dios, se dignó a hablar.
- Oh, Srta. Anabelle, ¿qué hace en mi puerta a estas horas de la noche? – Me preguntó, nervioso.
- Yo le podría decir lo mismo, ¿a dónde va con ese pelo despeinado y la camisa a medio abrochar? – Intenté esconder mi pánico y ansiedad, y creo que estaba funcionando.
- Bueno, de hecho... la iba a ver a usted. – Hizo una pausa y me miró profundamente a los ojos. – Y creo que usted también.
- Uhm... ¿podemos hablar en un sitio más adecuado? No creo que el pasillo sea la mejor opción. – Propuse, mirando hacia su habitación.
- Seguro, las señoritas primero. – Dijo mientras se apartaba de la puerta para dejarme pasar.
Entré a su habitación, y el mismo olor a chocolate de la primera vez que hablé con él inundó mis fosas nasales. El cuarto estaba recogido, pero algunas cosas estaban tiradas por el suelo.
- Perdone, la habitación está un poco desordenada, hoy no ha sido el mejor día...
Le miré, y pude ver que estaba herido por haberle gritado a la hora de la cena.
Abría la boca para hablar, pero se me formó un nudo en la garganta. Hacía mucho tiempo que no le pedía perdón a nadie, principalmente porque no me relacionaba con gente.
No quería herir a los demás, ese es mi mayor miedo. Convertirme en alguien como mi padre.
De solo pensarlo se me revolvía el estómago.
Estuve pensando qué decirle, hasta que encontré las palabras.
- Yo... lo siento por haberle gritado antes, no era mi intención.... Uhm, intentaré controlarme, es que.... Joder, esto se me da muy mal....
Antes de que pudiera continuar, me interrumpió.
- No se preocupe, Srta. Anabelle. Con eso me alivia un montón. Iba a ir a su habitación para arreglar las cosas, sentía una sensación muy fea en el pecho, no me gusta pelearme con la gente. -Hizo una pausa. – Entiendo que esté enfadada, invadí su espacio, el que tendría que arrepentirme soy yo.
- ¿Qué? No, no. Le grité, eso fue muy bruto y maleducado de mi parte.
Wonka se acercó a mí.
- Le propongo una cosa, vamos a empezar de nuevo, ¿vale? Vamos a conocernos y a ser amigos, si usted quiere. Hagamos como si esto no hubiera pasado. – Me dijo, con una sonrisa muy dulce.
Miré su mano, y luego le miré a él. La acepté y nos dimos un apretón.
- Bueno, si no le importa, Srta. Anabelle, hagámonos unas preguntas para saber sobre nosotros, ¿qué le parece?
Asentí y nos sentamos en su cama.
Hablamos de temas diversos, cosas que se preguntan normalmente cundo estás conociendo a alguien. En algún punto, llegamos hasta el tema de la familia. Yo intenté evadir el tema sobre la mía, pero tenía curiosidad sobre la suya.
- Yo crecí con mi madre al lado de un río, vivíamos muy felices, no teníamos mucho dinero, pero con lo que teníamos nos bastaba. Mi madre hacía un chocolate delicioso, me dijo que un día me iba a dar la receta, pero ese día nunca llegó. – Dijo con un tono triste.
Mi corazón se estrujó al oír las últimas palabras, sé lo que se siente lo que es perder a un ser querido tal como es una madre.
- Mi madre cayó enferma, - continuó – y murió. Lo único que me queda de ella es el último chocolate que me preparó.
Agarró su maletín y sacó un chocolate, tenía un envoltorio de tela y la palabra 'Wonka' bordada en dorado.
- Nuestro sueño siempre ha sido tener una chocolatería. Es una pasión que compartimos, y lo quiero lograr por ella. – Me dio una sonrisa triste.
Se recostó en la cama, mirando hacia el techo. Yo indecisa si quedarme sentada o tumbarme, me decidí por tumbarme a su lado, mirando también al techo.
Él me miró, mientras pensaba sobre lo que me había dicho.
Yo el miré de vuelta y le sonreí levemente.
-Estoy segura de que vas a cumplir tu sueño, vas a ser el mejor chocolatero del mundo.
Este tema no me gustaba nada, mi pasado está relacionado con el chocolate, y me duele hablar de ello porque es lo que hace que me cuente relacionarme con los demás.
No quiero salir lastimada.
Se le iluminaron los ojos, y me sonrió.
Estuvimos un rato más charlando sobre diferentes temas, hasta que se me hizo tarde y me despedí de él.
Ya eran las 2 de la mañana, el tiempo se me había pasado volando.
Qué chico más interesante.
🍫
¡Hola! ¿Qué tal? Espero que muy bien <3.
Decidme que os ha parecido 🫶.
¡Besos de chocolate!
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Bitter Chocolate // Fanfic Wonka🍫
RomansaAnnabelle Russell es una huérfana que desde pequeña sabe lo que es estar sola, es muy independiente y no deja que nadie se interponga en su camino. Willy Wonka es un chocolatero emprendedor que tiene un sueño: ser conocido en todo el mundo por sus m...