~Día de hermanos~

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Una vez más me había dañado, una vez más me había tratado mal, había ignorado mis sentimientos.

No lo soportaba más, no podía soportar que siguiese tratándome como si no le importase en lo más mínimo, ese comportamiento me sacaba de mis casillas, no podía soportarlo, por mucho que le apreciase, por mucho que yo... Le quisiese.

En algún punto Cinco dejo de seguirme, fue en el mismo instante en el que entre en el cuarto de Diego, viendo a este sentado de rodillas en el suelo frente a la caja con sus cosas.

— Deberías picar antes de entrar, __- —mi nombre se quedó a medias cuando este se dio la vuelta y me vio.

Mis ojos estaban llenos de lágrimas, aunque yo trataba de reprimirlas y no llorar, le vi, este se levantó del suelo de manera rápida e hizo una cara de no comprender que pasaba, yo me lance abrazarle, sin pensarlo mucho.

— Y-yo... No puedo más, no le importo en lo más mínimo, ni yo, ni mis sentimientos ¡Nada! —gimoteé, abrazándole con fuerza, este acaricio mi cabeza con delicadeza, correspondiendo el abrazo.

— ¿"Él"? ¿Qué ha pasado, de que me estás hablando? —cuestionó, yo solo alce la vista para verle.

— Cinco... No le importaría viajar al pasado otra vez, dejarnos aquí... O-osea, comprendo que sería para salvarnos, pero omitiría estos días que hemos pasado juntos y eso... —rompí en llanto una vez más, volviendo a esconder mi cabeza en su pecho.

— Ya sabes como es... Mira, si quieres, puedes venir hoy conmigo, para no pensar en él y todo eso —alce a vista una vez más, limpiándome las lágrimas de los ojos.

— ¿De verdad? —él tan solo rio y asintió— bien... En ese caso te espero en tu coche.

Le dedique una suave sonrisa y me limpie del todo las lágrimas, saliendo de su cuarto para dejarle que terminase de hacer lo que quisiese que hacía, yo, por otro lado, baje las escaleras y me dirigí al coche.

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Ya estábamos conduciendo, yo me encontraba de copiloto junto a Diego, Klaus estaba detrás bebiendo Vodka, se había acoplado.

Le miré de reojo, no decía nada, cosa rara en él, aunque mi mente no estaba demasiado bien como para pensar en lo que Diego le decía o cosas por el estilo.

Tan solo podía mirar la lluvia cayendo del cielo mientras mi cabeza estaba apoyada en la ventana, percibí como Diego aparcaba frente a un extraño bar, parecía ser de veteranos de guerra o algo parecido.

Gire la cabeza hacía Diego, en señal de que no comprendía lo que acababa de pasar ni el porqué habíamos parado, él alzó los hombros, indicándome que tampoco lo sabía, después arranco de nuevo y os fuimos de ahí.

— Creo que con el maletín se fue a otra época, a una guerra quizás —expresé, vi como me miraba de reojo y alzaba una ceja— ah, sí... Klaus le robó un maletín a los malos y pues viajo entre el espacio-tiempo, a lo Cinco, pero sin usar un poder propio.

— ¿Crees que estará bien? —alce los hombros, en señal de que no sabía nada, volví a apoyar la cabeza sobre la ventana, escuche un suspiro por su parte y vi que daba la vuela— vamos, antes de que se lo carguen los militares.

Suspire, usando mi don teletransportarme fuera del bar, así mínimo llegaría más rápido que Diego y podría impedir una catástrofe mayor, aunque no es que mi hermano tardase mucho más.

Al entrar vi a Klaus viendo unas imágenes, besando una placa extraña, me acerque a él a paso calmado, un hombre me miró de manera extraña, pero me dio igual, llegue junto al castaño, metiendo las manos en mis bolsillos mientras miraba las imágenes, Diego le toco segundos después el hombro.

No es mi culpa ser así [cinco x male!reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora