~El ojo~

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Иαяяα∂οя ϲιиϲο ☕️:

Después de mucho discutir con Klaus por su ropa acabamos llegando a Meritech, con el ajuste técnico, el cual tenía previsto, de que ____ vendría con nosotros, donde el hombre que por la mañana había amenazado nos llevó a su despacho después de que Klaus se lo pidiese.

— Bueno, como le he dicho antes a su hijo, toda la información sobre las prótesis que hacemos es estrictamente confidencial. Sin el consentimiento del cliente no puedo ayudarle —explico de manera calmada el doctor.

— Pero no puedo pedirle el consentimiento si no me da su nombre —me levante de la silla levemente alterado, el rubio puso una mano en mi hombro, tratando de tranquilizarme para que me volviese a sentar.

— Lo siento, no puedo hacer nada más por ustedes, así que... —iba a seguir hablando, pero Klaus le interrumpió.

— ¿Y qué pasa con mi consentimiento? —aquella frase nos descolocó a todos, o eso creo.

— ¿Cómo dice?

— ¿Quién le ha dado permiso para... —hizo como que lloraba, me gire a verle— ponerle la mano encima, a uno de mis hijos? —en esto me señalo, todos le miramos sin entenderle, exclamando un "¿Qué?"— Sí, ya me ha oído.

— Yo no he tocado a sus hijos.

— ¿Ah no? ¿Y cómo es que tiene el labio hinchado?

En esos segundo que tardamos en procesarlo, Klaus se levantó de su sitio y me pego un manotazo en la boca, rompiéndome el labio, aquel acto hizo que ____ se levantase de igual manera, agarrándome de la cara, mirándome asustado.

— Lo quiero, nombres, por favor —el mayor se apoyó en la mesa del médico, mirándole seriamente.

— Está loco —aquello logro que Klaus riese sarcásticamente.

— Ou... No se lo puede ni imaginar —se giró de nuevo a mirarnos a mí y a ____, negué, no quería volver a ser golpeado.

Pero en vez de eso, un puñetazo directo a la cara del rubio apareció de la nada, golpeándole en la nariz, haciéndole caer al suelo, grito de dolor por la mezcla entre la nariz y su herida de la pierna.

Después de eso volvió a girarse al médico, tomando una bola de cristal de la mesa y examinándola mientras que yo me agachaba a la altura de ____ y miraba si se había hecho demasiado daño.

— Paz en la tierra, qué monada —exclamó antes de romperse la bola de cristal en la cabeza— ¡Ahg, dios que daño!

— ¡Voy a llamar a seguridad! —el doctor tomo el teléfono y tecleo unos números, pero el castaño le robo el teléfono antes de que contestase— ¿¡Pero qué hace!?

— H-ha habido una agresión en el despacho del señor big... Envíen a seguridad ¡Schnell! —hablo como si realmente tuviese miedo, su actuación nos sorprendió tanto a ____ como a mí, después dejo el teléfono en la mesa— esto es lo que va a pasar Gran...

— S-soy Lance.

— Dentro de 60 segundos dos guardias irrumpirán por la puerta, verán un montón de sangre y preguntarán "¿qué leches ha pasado?" Y les diremos que... Tú —suspiro, e hizo de nuevo cara de que iba a llorar— te has ensañado con nosotros —Klaus rio levemente, colocándose bien de nuevo— estarás muy bien en la cárcel, créeme, he estado. Un mindundi como tú, madre mía, se te van a turnar para... —sonrió mientras se movía levemente— estarás genial, no te digo nada más.

— Por dios, es un cerdo sin escrúpulos.

Klaus agradeció e hizo una pequeña reverencia, Lance se levantó de su sitio y camino hacia la puerta de su despacho, yo ayude a ____ a levantarse del suelo, quien se tocaba la nariz, sujetándosela, pues aún le sangraba.

Caminamos por las oficinas de allí, llegando a un sitio con un escritorio marrón alargado, el castaño se sentó encima mientras el doctor buscaba el número de serie del ojo el cual yo le había ofrecido muy amablemente, agarro una carpeta y empezó a leer.

— Mmh... Qué raro —alce una ceja viéndole— el ojo todavía no se ha vendido a ningún cliente.

— ¿Qué, que quieres decir? —Klaus bajo del escritorio y dio vueltas al rededor del de bata blanca.

— Pues según nuestros registros, el ojo tiene un número de serie... —Volvió a mirar el papel y se alteró— ¡Esto no puede ser, todavía no se ha fabricado! ¿De dónde has sacado ese ojo? —me miro curioso, yo tan solo suspire estresado.

Sin responder a su pregunta, camine hacia la salida, siendo seguido a paso rápido por Klaus y ____, quien robo un trozo de papel para colocárselo en la nariz antes de salir de Meritech.

— Esto pinta mal —me queje.

— Pero yo he estado bastante bien ¿verdad? "¿Y qué hay de mi consentimiento?" ¡Toma! —empezó a reír, lográndose una mala mirada por parte del rubio.

— Klaus, idiota, eso da igual, nos has pegado para nada —asentí, dándole la razón al de nariz rota.

El mayor, ofendido, se giró a vernos, frunciendo levemente el ceño, se había metido demasiado en el papel como para que yo ahora le dijese eso, creo.

— ¿Qué? Que yo me entere ¿Por qué es tan importante ese ojo? —me gane una mirada interrogativa por parte de los dos.

— Hay alguien ahí fuera que va a perder este ojo en los próximos siete días, y desatará el fin de la vida en la tierra tal y como la conocemos —hable molesto, caminando hacia detrás de Klaus.

— ¿Qué? ¿Ósea el ojo es del causante, cómo lo sabes? —le iba a contestar, pero Klaus me interrumpió.

— ¿Me puedes dar mis 20 pavos ahora o qué?

— ¿Tus 20 pavos? —me giré a verle, incrédulo, este asintió— ¿el apocalipsis está llegando y tu solo piensas en colocarte?

— Bueno y a demás... Tengo hambre, me suenan las tripas —se tocó la barriga mientras sonreía, aquello me hizo enfadarme.

— Eres un inútil... Sois todos unos inútiles — caminé hacia las escaleras del sitio para sentarme allí.

— ¡Oye! Yo te ayudo como puedo, no es justo que me trates así cuando no te hice nada —vi que ____ hizo una mueca de molestia, y si no fuese porque Klaus seguía molestándome me hubiese levantado y le hubiese pedido perdón.

— ¡Espera! Acabo de caer en por qué estás tan amargado, tienes que estar... Cachondo, ¡perdido! —hablo de nuevo el mayor, acercándoseme y sentándose a mi lado— todos estos años solo, estar solo te vuelve majareta, es lo pero...

Me quede callado unos segundos, mirando al suelo, recordando el apocalipsis, después levante la vista, mirando de reojo a Klaus.

— Bueno, no estaba solo

— Anda... Cuenta —el contrario me sonrió de manera pícara.

Por otro lado, el teñido, el cual estaba con el móvil haciendo no sé el que, elevo la vista de manera rápida, mirándonos fijamente, se le veía curioso por lo que estaba contando, supongo que debí decírselo en su momento en vez de simplemente evadir el tema.

Se nos acercó, guardando su teléfono, metiendo las manos en los bolsillos del pantalón de aquel traje, arqueando una ceja en mi dirección, yo preferí mirar al castaño antes que a él, resultaba menos incómodo.

— Se llamaba dolores — miré esta vez de manera fija al mayor de allí— estuvimos m¡juntos más de 30 años —aquellos recuerdos me apenaban.

— ¿30 años? ¡La hostia! Lo máximo que he durado con alguien ha sido... No sé ¿tres semanas? — dejé de escuchar a Klaus cuando vi que ____ me hizo una señal con la cabeza, señalando un taxi, teletransportandose luego dentro de él.

Yo tan solo le seguí, asustando al conductor levemente, mire por la ventana, bajando esta y aproximándome para quedar al lado.

— No pare, siga conduciendo —pasamos por delante de Klaus, yo me despedí de él como si fuese un militar, este se levantó alterado de la escalera.

— ¡Ey, ey, ey, ey! ¿¡Y mi dinero!?

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¡Aló presidentes! ¿Qué tal estais?
Yo espero que muy bien, la verdad, por el momento no os podeis quejar, os subo cap cada día ehh... (ns cuanto durara lo de ser activo)

No es mi culpa ser así [cinco x male!reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora