Te dejé ir. ||-Minjoong-||

-ˏˋ⋆ Extra I: Parte I.⋆ˊˎ-

: ̗̀➛ Verdaderos inicios.

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Song Alice.

Admito que fui realmente una estúpida al enamorarme de un alfa dominante en mi adolescencia. ¿Qué mierda estaba pasando por mi mente? En el momento en que me invitaron por primera vez a una de esas estúpidas fiestas, tenía que haberme negado. Claro que las siguientes no serían diferentes.

Me removí en la cama abrazando las sábanas. Me negaba a abrir los ojos; sabía que Jiwon no estaba a mi lado. El frío en mi espalda me lo hizo saber al instante.

Un doloroso puntazo se posó en mi parte baja cuando me moví de más. Era un dolor normal luego de que te joda un alfa dominante para variar; al menos eso pensaba en ese momento, antes de saber que mi cuerpo no estaba hecho para aquello.

El aroma a metal y almendras que tanto le gustaba se hizo presente junto a la silueta de su dueño asomándose por la puerta...

—Ali, levántate, el desayuno ya está servido —habló con su característica voz suave y una sonrisa en sus labios.

Desayunamos entre risas y conversaciones interesantes, hasta que llegó la hora de ir a clases. Bufé sabiendo que lo más seguro es que no nos veríamos hasta que pasaran los exámenes de mitad de semestre.

Yo me encontraba en el primer año de bachillerato, mientras que él en el segundo año. ¿El problema? Íbamos a diferentes escuelas.

Acarició mi rostro con sus manos y depositó un beso casto en mis labios, antes de mirarme con ternura.

—Prometo que cuando te presentes como mi omega, nos veremos todo el tiempo y tendremos una hermosa casa de campo en Corea...

—Con nuestro gatito y nuestros cachorros —interrumpí siguiendo su tan conocida frase para mí.

Sonrió de lado antes de tomar sus pertenencias y acercarme las mías. Al salir del edificio, el auto tan conocido esperaba afuera por mí. Saludé al chico con la mano desde lejos antes de entrar en el asiento trasero del auto.

Rodé los ojos y no pude evitar sonreír al sentir el dulce aroma a bambú y pera del Omega que tenía como cuñado.

—Ni una palabra a mamá y papá —ordené apenas entré al auto.

—¿No te enseñaron a saludar? Niña malcriada —dijo el hombre antes de comenzar a conducir —¿ya vas a decirme quién es ese chico? No podré ocultárselo a mis suegros por mucho tiempo más —dijo acomodando el espejo para toparse con mis ojos.

Mordí mi labio inferior con nerviosismo. —Es hasta que me presente como omega, luego ya no tendremos porque ocultarnos —hablé apartando la mirada.

—¿Cómo estás tan segura de eso?

—Pues mamá es un omega dominante, así que lo más probable es que yo sea como ella y ¿qué es mejor que juntar a los dos hijos dominantes de dos familias exitosas? Tranquilo, estoy segura de que seremos destinados —dije con una media sonrisa, intentando ocultar la ansiedad.

—No, Alice, me refiero a ¿cómo estás tan segura de que serás omega? —preguntó y lo miré incrédula —podrías ser alfa como tu padre y tus hermanos o beta como tu abuelo —soltó levantando los hombros —además, que tu madre sea una omega dominante no te asegura que lo seas; mírame a mí y a Yeosang.

—Las cosas saldrán bien, yo lo presiento, Kang —rodó los ojos y miró por la ventana.

—Si no es como lo presientes, igual sabes que estoy aquí para ti —le aseguró dándole una sonrisa sincera.