Dalia Walker, Princesa de Slytherin

CAPÍTULO 2: REENCUENTROS Y DESCUBRIMIENTOS

Los días siguientes fueron mucho más alegres. Dejamos de visitar a los Wilson y mi padre y yo volvimos a tener la relación que hemos tenido siempre. Ha querido compensarme por el daño que me ha hecho, pero la verdad ahora mismo no necesito nada más que disfrutar tranquila de lo que queda del verano. Harry me escribe al día siguiente informándome del viaje a la Madriguera, y del regaño de la Sra. Weasley a sus hijos, y aunque comprendo el por qué, agradezco que lo hayan hecho. También me cuenta cómo es la Madriguera y lo bien que lo tratan, con un tono de sorpresa constante en sus cartas que encoge mi corazón.

A la semana llega mi carta de Hogwarts con la lista de los libros, que incluye la colección de Gilderoy Lockhart. Frunzo el ceño, he visto sus libros en Flourish y Blotts, pero siempre me han parecido un poco fantasiosos. Harry me escribe ese mismo día para decirme que tanto ellos, como Hermione, van a ir el próximo miércoles a comprar los materiales. Se lo digo a mi padre y decidimos ir con ellos. Escribo a Daphne para contárselo y me contesta diciendo que tanto ella como Blaise y Mili también irán ese día, pero que no saben la hora, así que nos buscarán cuando lleguen.

Cuando llega el día estoy muy emocionada. Mi padre y yo hemos viajado a Londres un día antes para no madrugar mucho, y antes de las 11 estamos en el Caldero Chorreante esperando a los demás. La primera en llegar es Hermione con sus padres, que entran por la puerta muggle. Después de unos minutos sale Fred por la chimenea, seguido por su gemelo. Un poco más tarde sale Ron y, mirando alrededor pregunta: - ¿Y Harry? -

Parece ser que ha pronunciado mal la dirección, por lo que debe de haber salido en otra chimenea. Una vez han salido todos los Weasley vamos al Callejón Diagón para encontrarle. Los gemelos me van contando las ideas que han tenido este verano para bromas, mientras el señor Weasley interroga a mi padre y a los padres de Hermione sobre la vida muggle y la señora Weasley va muy preocupada mirando en todas direcciones.

Poco después Hagrid trae a Harry, que parece haber terminado en el Callejón Knocturn. Al verme me da un abrazo que devuelvo sin dudar. Al separarnos me parece ver que la pelirroja más pequeña me está mirando con mala cara, pero gira la cabeza rápidamente, por lo que quizás me lo he imaginado. Mi padre se acerca y le pone a mi amigo la mano en el hombro para saludarlo con cariño, a lo que Harry no puede ocultar del todo su sorpresa.

Vamos todos juntos a Gringotts y al salir nos separamos quedando una hora después en Flourish y Blotts para comprar los libros. Harry, Ron, Hermione y yo vamos a tomar unos helados que paga Harry y vamos a ver algunas tiendas. Mientras, mi amigo nos cuenta con más detalle a Hermione y a mí la historia de Dobby.

Les llevo a la tienda en la que estuve el año pasado con mi padre en Navidad, "Magic Corner" pero no compramos nada, aunque a los tres les parece muy interesante.

Cuando vamos a la librería para encontrarnos con los demás está a rebosar de gente. El motivo no es otro que Gilderoy Lockhart firmando su autobiografía. Hermione está muy emocionada. Los adultos ya están dentro, y yo me acerco como puedo a mi padre, que me pone una mano en el hombro para asegurarse de que no me pierda. Hace lo mismo con Harry, que le sonríe agradecido. Yo también le miro feliz a mi padre, que me guiña un ojo. Cuando Lockhart reconoce a Harry y va a agarrarlo del brazo mi padre se pone en medio, y el escritor, descolocado, simplemente vuelve a donde estaba, aprovechando para anunciar que va a ser el nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras de Hogwarts. Mi padre se ríe de mi cara de horror.

- Vaya, vaya, pero mira quién está aquí - nos giramos y encontramos a un hombre alto rubio de ojos grises, al que habría reconocido incluso sin ver a Draco Malfoy a su lado, ya que se parecen mucho. Lo que ocurre después sucede muy rápido. En un momento el señor Malfoy está insultando al señor Weasley y al siguiente el pelirrojo le está dando un puñetazo al rubio. Mi padre tira de Harry y de mí hacia atrás para apartarnos de la pelea, cuando Hagrid viene a separar a ambos hombres. Cuando los dos rubios están saliendo de la librería, el más pequeño me dirige una mirada que podría ser de disculpa aunque no hay más interacción que esa. Finalmente compramos los libros que necesitamos para el colegio, y uno sobre meditación mágica que le pido a mi padre, y salimos de la librería.