Un par de días después todavía no estoy segura de haber hecho lo mejor al no decirle a algún adulto sobre el diario. Harry no me ha vuelto a hablar de él y noto que evita mis ojos cuando le pregunto sobre el tema, aunque Ron y Hermione me confirman que no ha pasado nada nuevo, lo que me tranquilizan.
Estoy pasando la tarde con Fred y George en su sala de estudio. Con los turnos que han hecho junto al resto del equipo para cuidar a Harry, y los que hacemos en slytherin para no quedarnos nunca solos ha sido difícil encontrar ratos para estar juntos los tres. Esta vez no leo, simplemente me siento con ellos y planeamos bromas. Les he echado de menos. No me acoraba de lo fácil que era reírse con ellos. Por un rato me olvido del diario, del monstruo, y de las sospechas.
Cuando la tarde termina (demasiado pronto para mi gusto) Fred y George me acompañan al Gran Comedor. Al pasar junto a un aula escucho lo que parece un gemido de dolor. Miro a los gemelos para confirmar que ellos también lo han oído. Sacamos nuestras varitas y nos acercamos despacio a la puerta del aula. Al abrir se me cae el corazón a los pies. Theo está sentado en una silla, sin camiseta, intentando curarse una herida que le cruza el pecho. Al escuchar pasos levanta la cabeza con los ojos asustados, y aunque se alivian un poco al darse cuenta de que soy yo, la alerta no desaparece de su mirada, y crece al ver a los gemelos detrás de mí.
- Cerrad la puerta - ordeno a los pelirrojos que me obedecen. Enseguida lanzo un hechizo silenciador que me enseñó el profesor Snape y me acerco a Theo - ¿Quién te ha hecho esto?
Mi compañero me mira y sus ojos se desplazan a los gemelos con incertidumbre y algo de temor.
- No diremos nada - se apresura a decir Fred.
- Te lo prometemos - confirma su hermano
- Son buenos guardando secretos - le aseguro a Theo con sinceridad. Los gemelos son alborotadores y bromistas, pero ante las cosas importantes son más que capaces de estar a la altura. - Theo, ¿qué ha ocurrido? Estás herido, hay que llevarte a la enfer...-
- ¡NO! - exclama con terror - no se lo puedes decir a nadie. Nadie debe saber que estoy herido.
- ¿Pero por qué? ¿Quién te lo ha hecho? - le pregunto extrañada.
De pronto Theo empieza a llorar y a temblar. Miro a los gemelos que tienen cara de no saber qué hacer. Suspiro y me acerco a él, rodeándolo con mis brazos, con cuidado de no hacerle más daño. Se apoya en mí y entierra la cabeza en mi hombro.
- Ha sido mi padre - me susurra dejándome horrorizada. ¿Cómo puede hacerle un padre algo así a su hijo? - fuimos al baile de Yule del ministerio y derramé mi vaso de agua en el mantel. Cuando llegamos a casa me pegó, primero con sus manos, luego sacó el cinturón.
- Pero si fue en Yule... -
- ...ya deberías haberte curado - comentan los gemelos mientras yo acaricio la cabeza de Theo intentando tranquilizarlo.
- Puso un hechizo para que tardara en curarse - responde - así recuerdo que no debo avergonzarlo. -
- ¡Qué cruel! - exclamo - ¿y por qué no se lo dices a nadie? A lo mejor podrían ayudarte.
- Mi padre es poderoso - explica - las personas que podrían enfrentarse a él y ganar en un tribunal no lo hacen por alianza -
- ¿Y por que no vas...
- ...a ver a Madame Pomfrey...
- ... para que al menos te cure?
- Hará preguntas, y quizás intentarían hablar con mi padre, lo que sólo empeoraría las cosas - me mira con ojos suplicantes - nadie puede enterarse de esto Dalia, por favor.
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Dalia Walker, Princesa de Slytherin
FanficDalia comienza el segundo año en Hogwarts, y parece que la casa Slytherin va a estar en la mira este curso. ________ Todos los personajes, lugares y criaturas de los libros de Harry Potter pertenecen a J. K. Rowling. Yo solo los tomé prestados