Capitulo 7

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𝐋𝐮𝐧𝐞𝐬
𝟔:𝟎𝟎 𝐚𝐦


"¿Tú escucharías a alguien hablar de sus problemas por casi todo el día?"

Esas palabras resonaban en la cabeza de Spreen.

"¿A qué se refiere?"

Esa vez... La vez en la que lo dibujó sin sus lentes, recordó que Quackity estaba desesperado por volver a su casa, obviamente temia de algo pero, ¿Qué será ese algo?

Quizá quiere ser escuchado, pero nadie le ha demostrado que puede tomar ese nivel de confianza para hacerlo.

"Yo podría..."

Suspiró, se levantó de su cama y se alistó, se dió una ducha, se vistió, "desayunó", tomó sus llaves y salió.

En el camino iba pensando, estaba solo ya no le quedaba nadie y estaba teniendo problemas con la administración de su dinero.

Su padre murió cuando tenía once años,
su madre luego de eso se suicidó unos meses después, y quedó a cargo de su tío, quien lo cuidó por años y cuando cumplió dieciséis años le consiguió un departamento cerca de su escuela para que él pueda ir caminando.

Hasta hace poco su tío aún le pagaba la vivienda, pero él mismo le agradeció y le dijo que ya no era necesario, se pondría a trabajar y ser más independiente.

Pero... Ese es el problema, lo echaron de su trabajo no hace mucho, según su jefe por llegar tarde y mal carácter.

Necesita un trabajo, y rápido.

Dejó esos pensamientos de lado y entró a la institución, acomodó cosas en su casillero y se encaminó a su salón.

De nuevo, el último asiento hasta atrás, pero notó algo diferente. Su compañero de lugar, Quackity, se encontraba hablando con un chico, al parecer de otro grupo, lo había visto pero nunca se acercó a hablarle, pues sinceramente no le importaba, hasta ahora.

Llegó y se sentó, los dos contrarios parecieron ni siquiera darse cuenta de su llegada.

"Mejor para mí"

Puso sus brazos sobre la mesa y se recostó sobre ellos, no pudo relajarse por la conversación de aquellos a su lado, inevitablemente escuchó un poco sin querer.

- Entonces, ¿Aceptas?- escuchó de la voz del chico con el que hablaba Quackity.

- No lo sé Roier, hoy tengo unas cosas que hacer, de verdad lo siento.

- No te desanimes, si no es problema lo posponemos a otro día- por su tono sabía que estaba sonriendo.

- Claro, me encantaría.- el mismo gesto, no los volteaba a ver pero sabía que era así.

- Bien, hora de irme a mi clase, nos vemos patito, te veo en el descanso.

- Adiós Roier, nos vemos en la cafetería.

Se dignó a voltear a verlo al escuchar que ya se iba, Quackity agitaba su mano en forma de despedida aunque "Roier" ya se haya ido hace mucho.

 Abrazo al corazón [Spreeckity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora