CAPITULO 1: Buckbeak

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Harry, Ron y Hermione se dirigían junto al resto de la clase al bosque prohibido, donde Hagrid daría su primera clase como instructor. El azabache se sentía muy orgulloso de Hagrid, ya que sabía la ilusión que este tenía. Finalmente llegaron al lugar de la clase, y esperaron a que Hagrid se preparara. De pronto, Harry escuchó a Malfoy faltar al respeto a Hagrid, diciendo que alguien como él no debía de dar clases.

— ¡Cierra la boca, Malfoy!— dijo Harry, con tono molesto.

Malfoy soltó una pequeña carcajada, y seguidamente se acercó a Harry, con tono burlón, mientras se mordía el labio. De repente hizo una mueca asustada.

— ¡Un dementor, un dementor! — gritó Malfoy.

Harry se giró de inmediato asustado. No le gusto nada su última experiencia con un dementor en el expreso de Hogwarts. Rápidamente se dio cuenta de que no había nada detrás de él, y que simplemente había sido una estúpida broma de Malfoy.

— Uuuuu — dijo Draco después de soltar una carcajada, mientras él, Crabble y Goyle se ponían la capucha de la túnica y movían los dedos de forma divertida, simulando ser unos dementores.

Hermione se llevó a Harry lejos del lugar mientras hacía una mueca de desprecio hacia el grupo de insoportables. Ellos simplemente se rieron una vez más, antes de atender a la clase de Hagrid. Hagrid presentó a Buckbeak a la clase y preguntó quien se ofrecía voluntario. Toda la clase dio un paso hacia atrás menos Harry, que quedó delante de todos, haciendo parecer que él quería hacer la prueba. Hagrid le explicó que tenía que hacer una reverencia y después acercarse al animal. Buckbeak le devolvió la reverencia al azabache y este montó en el hipogrifo con la ayuda de Hagrid. Harry dio una vuelta volando sobre Buckbeak y después aterrizó sin problemas. Todos le aplaudieron, todos menos Draco y sus secuaces, claro.

— ¿Quién quiere ser el siguiente? — preguntó Hagrid.

— ¡Apartad! — dijo Malfoy en tono despectivo, mientras empujaba a otras personas de su camino. Se acercó al hipogrifo sin hacer ningún tipo de reverencia y el animal, en modo de defensa, se puso en dos patas y empujó a Draco, haciéndolo caer al suelo.

— ¡Me ha matado, me ha matado! — sollozó Draco exagerando.

El niño que sobrevivió, por alguna razón, gritó:

— ¡Debemos llevarlo a la enfermería!

— Tienes razón, Harry. ¿Puedes hacerlo tú? Debo de ocuparme de Buckbeak y del resto de la clase. — respondió Hagrid antes de que el azabache se diese cuenta de lo que acababa de decir. Hermione y Ron miraban con cara extrañada y sorprendida a Harry, pero este, avergonzado, solo se dedicó a coger a Malfoy en brazos mientras este fingía desmayarse.

Draco, mientras tanto, tenia el corazón a mil. Joder, el chico que le gustaba desde primero estaba cogiéndolo en brazos, ¡se había preocupado por él! El rubio solo se dedicó a fingir desmayarse para poder durar el mayor tiempo posible sobre los brazos de Harry, mientras respiraba el aroma de su perfume, un aroma cálido y entrañable. De repente, una voz le despertó de sus pensamientos.

— Deja de fingir ya y camina. Se que estás despierto y perfectamente, Malfoy. — soltó Harry, molesto.

— ¿Que pasa Potter, no puedes conmigo? Al final será verdad que no eres más que un debilucho. — contestó Draco, buscando irritar a Harry, como siempre hacía. De repente cayó al suelo. ¿Cuantas veces iba a pasarle eso aquel día?

— No me importa una mierda tu opinión, Malfoy. Ahora, levanta tu culo del suelo y vayamos a la enfermería de una vez. — dijo Harry, con un tono muy borde.

Malfoy estaba acostumbrado a discutir así con Harry, pero siempre le sorprendía lo borde que podía llegar a ser el azabache. Incluso a veces le ofendía. Simplemente se levanto y siguió a Harry.

Hubo un silencio incómodo durante todo el camino a la enfermería, así que Harry se sintió aliviado cuando vio la entrada a esta a lo lejos. Se quería quitar a aquel malcriado de encima inmediatamente. Unos segundos después, abrió la puerta de la enfermería, pero enseguida se dio cuenta de que esta estaba vacía.

— Joder, Maddame Pomfrey no está. Supongo que tendré que quedarme contigo hasta que aparezca. — Dijo el azabache.

— Potter, ¿podrías dejar de comportarte como si estar conmigo fuera el peor castigo del mundo? Se que no te caigo bien, pero no hace falta ser tan irrespetuoso, ¿sabes? — soltó Draco de repente, sin pensar antes de hablar.

Harry se quedó mudo. Nunca nadie le había dicho algo así, y mucho menos Malfoy.

— ¿Qué esperabas? Al fin y al cabo, siempre me intentas molestar y faltas el respeto a mis seres queridos. No eres más que un malcriado, Malfoy. No esperes que te voy a tratar bien solo porque has cerrado el pico durante diez minutos, que es lo que duró el camino del bosque a la enfermería. — respondió Harry, muy serio.

El azabache se sintió mal por alguna razón. No entendía nada, primero se preocupaba por su bully y ahora se sentía mal por simplemente hablarle mal. Sus sentimientos le estaban jugando una mala pasada.

Draco se extremeció al oír las palabras de Harry, pero las entendió. Se había pasado toda la vida molestándolo a él y a sus amigos, no se merecía su respeto. Pero en ese momento decidió que iba a cambiar. Ya estaba harto de querer llamar la atención de Harry molestándolo, además de que no daba buenos resultados. A partir de entonces iba a intentar hacerse amigo de Harry, costase lo que costase.

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