CAPÍTULO 6: Halloween

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Era viernes, y eso quería decir que Malfoy solo tenía aquel mismo día para pedirle a Potter que fuese con él al baile. La noche anterior, el rubio se había dedicado a idear cómo se lo iba a decir, y finalmente decidió que la mejor idea era optar por una carta. Así que, tras cambiarse y estar un buen rato arreglándose el pelo, cogió un papel y una pluma y comenzó a escribir la carta. Cuando acabó, se la dio a su lechuza y se fue a clases.

Harry se encontraba en el gran comedor, ya decorado para la fiesta de aquella noche, desayunando con sus amigos. Aquel día Draco se atrasó, así que Harry no se embobó mirándolo y pudo mantener una conversación sin distraerse con la belleza del Slytherin.

— Harry, ¿con quien vas a ir al baile de esta noche? Yo iré con Ron. —preguntó Hermione a Harry.

— ¿Hay un baile? No lo sabía... Todavía no tengo pareja. —respondió él.

— Se que no te gusta que mencionemos el tema, pero podrías preguntarle a esa chica de Slytherin. —propuso el pelirrojo.

— ¿Cuántas veces os lo tengo que repetir? No hay ninguna chica.

— Esta bien, perdón.

De repente, una lechuza solitaria voló por todo el salón y aterrizó frente a Harry. No ponía ningún nombre en el sobre, solo un mensaje escrito a mano que ponía: Léelo solo. Harry se guardó la carta para leerla cuando estuviese solo, tal y como se le pedía.

Pasaron las clases de la mañana, y a todo el mundo se le hicieron pesadas ya que tenían ganas de la fiesta de Halloween. Habían parejas que iban a ir disfrazadas, otras con conjuntos a juego, y algunas simplemente en uniforme. El azabache se encontraba en el dormitorio de los chicos Gryffindor, y como estaba vacío, decidió que era un buen momento para leer la carta. La abrió y la leyó.

Querido Harry,

Esta noche, como ya sabrás, habrá un baile en la fiesta de Halloween que se va a celebrar en el gran comedor. Me preguntaba si a nuestro salvador divino le gustaría venir con un simple niño rico al baile. ¿Que opinas? Podríamos ir vestidos con el uniforme, pero tú con la corbata de Slytherin y yo con la de Gryffindor. Envíame otra carta con tu respuesta.

- D.M.

El corazón de Harry se detuvo cuando vio las iniciales de Draco Malfoy al final de la carta, a pesar de que el azabache en el fondo ya sabía que la carta provenía de él. Estaba claro que iba a aceptar: sabía que iba a ser una noche maravillosa y que lo iba a pasar genial con aquel rubio. Escribió otra carta y se la dio a Hedwig.

— A Draco Malfoy. —le comentó Harry a su lechuza, la cual salió rápidamente por la ventana.

Malfoy esperaba con ansias la respuesta de Potter. Estaba muy nervioso, quizás había sido muy precipitado pedirle ir con él a un baile, pero no había tiempo para lamentarse. De pronto, oyó unos pequeños golpes en la puerta de la sala común de Slytherin. La abrió y, para su sorpresa, era la lechuza de Harry con una carta. La abrió y comenzó a leerla.

Querido Draco,

Por supuesto que quiero ir contigo al baile, va a ser genial. En cuanto a lo de las corbatas, me parece una muy buena idea, incluso parece que tengas creatividad. Nos vemos a las 19:00 en la puerta de la sala común de Gryffindor.

H.P.

Draco se sentía el hombre más afortunado del mundo. Rápidamente y con entusiasmo, se fue a elegir el uniforme más nuevo que tenía y se lo puso. Se echó su perfume favorito encima y se puso a peinarse. Desde que entró a tercer curso, había decidido dejar de echarse gel en el pelo, porque al ser tan rubio lo hacía parecer calvo, o eso le había dicho Pansy. Así que ahora, según Zabini, llevaba un "look" más moderno y que le hacía ver un "bad boy". Cuando acabó de arreglarse, quedaban 15 minutos para las siete, así que decidió ir yendo hacia el lugar.

Mientras tanto, Harry se había planchado el uniforme con un hechizo que le enseñó Hermione, se había arreglado las gafas con un "Oculus Reparo" y se había puesto su colonia habitual, ya que era la única que tenía. Hizo un intento fallido de arreglarse el cabello, ya que siempre iba a ser un nido alborotado. Finalmente, se colocó su corbata más nueva y se fue a sentarse en el sofá de la sala común de Gryffindor. Eran las 18:55, así que tenía cinco minutos para preparase mentalmente: ¡Iba a estar con Draco Malfoy toda la noche!, y aún peor, ¡tendría que bailar con él! Harry no tenía ni idea de bailar, pero iba a hacer lo que pudiese. Al fin y al cabo, no creía que el rubio supiese bailar tampoco. Alguien tocó a la puerta. El azabache se acercó a abrirla y se encontró con un apuesto chico rubio de 1.70 vistiendo el uniforme de Slytherin. Harry dejó de babear al ver a Malfoy y comenzó a hablar.

—Hola.

— ¿Que pasa Potter?, ¿mi belleza es demasiado para ti? —preguntó Draco, que siempre destacaba su egocentrismo.

— Pues la verdad es que estás guap... Quiero decir, eh... ¡Intercambiemos las corbatas! —dijo el azabache, que no sabía porque estaba tan nervioso ante un tan arreglado Malfoy.

— Está bien. —contestó el rubio, mientras se desataba la corbata de Slytherin y se la entregaba al Gryffindor. Harry tocó brevemente la mano de Draco al recoger la corbata, lo que hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo y su corazón latiera mil veces más deprisa. El azabache, sin todavía entender que le pasaba a su cuerpo, rápidamente le dio su corbata a Malfoy y se puso la del rubio. Inspiró el perfume del Slytherin, aquel masculino perfume...

— Bueno Harry, ¿vamos? —dijo Draco, extendiendo su mano.

— Vamos. —respondió Harry, tomando la mano del rubio y caminando junto a él hacia el gran comedor.

Harry sentía un extraño sentimiento en el estómago. ¿Serían aquellas las mariposas de amor? No podía ser, a él no le podían gustar los chicos, pero estaba claro que aunque él no lo aceptara, Malfoy había robado su corazón. El rubio era dulce y amable con él, además de que era guapísimo. Sí, estaba claro de que Harry estaba enamorado, pero eso él aún no lo sabía.

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Os dejo con la intriga de saber que pasó después. 🤭

Mañana me voy todo el día fuera, así que no estoy segura de poder subir un capítulo. Lo intentaré de todas formas.

💓

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