En la cálida y acogedora sala común de Hogwarts, Matheo se sentó frente al majestuoso piano de cola que ocupaba un rincón del salón. Sus manos se deslizaban con gracia sobre las teclas, produciendo una melodía angelical que llenaba el ambiente con una sensación de paz y serenidad. Los estudiantes que se encontraban en la sala común observaban con admiración mientras Matheo tocaba, cautivados por su habilidad musical y su presencia tranquila y serena.
Shuuji observaba desde un rincón oscuro de la habitación, su mirada fija en Matheo mientras tocaba el piano. A pesar de su habitual expresión enigmática y distante, algo en sus ojos reflejaba una leve fascinación por la música que fluía de los dedos de Matheo. Aunque eran muy diferentes entre sí, en ese momento, la música los unía en un vínculo efímero pero poderoso.
Una vez que Matheo terminó de tocar, se levantó del banco del piano con una sonrisa suave y se acercó a Shuuji, quien permanecía en su lugar con una postura relajada pero alerta.
"¿Qué te pareció la música, Shuuji?" preguntó Matheo con amabilidad, su tono tranquilo y amistoso.
Shuuji levantó la vista hacia Matheo, sus ojos oscuros brillando con una chispa de interés. "Fue... impresionante", respondió con cautela, su voz baja pero llena de genuina admiración.
Matheo asintió con una sonrisa, apreciando el elogio de su compañero. "Gracias. ¿Te gustaría intentarlo tú?" ofreció, indicando el piano con un gesto de su mano.
Shuuji consideró la oferta por un momento antes de asentir lentamente. Se levantó de su lugar y se dirigió hacia el piano, su presencia envuelta en una aura de misterio y oscuridad. Se sentó en el banco del piano con una gracia silenciosa y colocó sus manos sobre las teclas, preparándose para tocar.
A medida que sus dedos comenzaron a moverse sobre las teclas, una melodía escalofriante y cautivadora llenó la habitación, envolviendo a todos los presentes en una atmósfera de intriga y suspenso. La música de Shuuji era completamente diferente a la de Matheo, llena de una intensidad oscura y una profunda emoción que resonaba en los corazones de aquellos que la escuchaban.
Los estudiantes en la sala común observaban con asombro mientras Shuuji tocaba, sorprendidos por la habilidad del joven Slytherin para evocar emociones tan poderosas a través de la música. Aunque algunos se sentían un poco inquietos por la naturaleza escalofriante de la melodía, no podían negar que estaban completamente hipnotizados por la actuación de Shuuji.
Una vez que terminó de tocar, Shuuji se levantó del banco del piano con una expresión enigmática en su rostro. Se volvió hacia Matheo, quien lo miraba con una mezcla de sorpresa y admiración en sus ojos.
"Eso fue increíble, Shuuji", dijo Matheo sinceramente, su voz llena de asombro.
Shuuji simplemente asintió en respuesta, su mirada encontrándose con la de Matheo en un momento de complicidad silenciosa entre los dos. A pesar de sus diferencias, habían encontrado un terreno común a través de la música, una conexión que trascendía las barreras de sus personalidades y sus experiencias pasadas.
Sus interacciones hasta ahora siempre habían sido así. Cortas y poco significativas susperficialmente hablando. Pero aún así, solo ensanchaba más la unión entre dos jóvenes que no tenían ni idea de lo que próximamente iba a ocurrir con sus destinos.
"Cuando las sombras se alarguen sobre el mundo mágico, Dos almas opuestas emergerán del abismo. Uno nacido bajo el emblema del astuto reptil, El otro bajo la luna, con la mente en lo sutil.
El demonio de Slytherin, con astucia y ambición ardiente, Con el veneno de la serpiente, su alma es desafiante. El ángel de Ravenclaw, de inteligencia resplandeciente, Con alas de sabiduría, su mente es sorprendente.

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Ying y Yang
FantasySolo escritos que hago sobre una RD de Hogwarts con un amigo, jiji.