Relación por Beneficio-Englot (G!P)

CAPÍTULO 47

CHARLOTTE

—¡¡¡¿Qué?!!! No, no, no, eso no puede ser cierto.

Meena se queda pálida con la llamada y me preocupo demasiado.

—¿Qué sucede Meena?

—A-Aoom, es Aoom, tuvo un accidente.

—¡¿Qué?!

Engfa y yo gritamos al tiempo, esto no puede ser posible, no a Aoom.

—¿Meena qué te ha dicho exactamente?— pregunta Engfa tras la no respuesta a la anterior pregunta. Meena se ha quedado con el teléfono en la mano y la mirada vacía, sus ojos se llenan de lágrimas y no demoran en rodar por sus mejillas.

—¡¡¡Meena!!!

Engfa la sacude por los hombros y Meena logra despertarse un poco.

—Te-tenemos... tenemos que ir al hospital, por favor.

Eso es lo que logra decir, Engfa sale corriendo por las llaves del auto, me acerco a abrazar a Meena.

—Todo va a estar Meena, Aoom va a estar bien.

—Charlotte, todo esto es mi culpa— dice con su voz entrecortada por el llanto.

—No pienses así, eso no es cierto.

La verdad es que estoy muy preocupada y mi corazón se siente débil, tengo ganas de llorar, pero no puedo, tengo que mantenerme fuerte y apoyar a Meena.

En ese momento Engfa baja corriendo las escaleras con las llaves y la pequeña bolsa de Dao que tiene las cosas necesarias.

—Vamos, no hay tiempo que perder.

Puedo ver la preocupación en el rostro de Engfa, salimos de la casa y nos dirigimos al auto tan rápido como nos es posible.

Meena se sube en el lado del pasajero y Engfa camina rápido para abrirme la puerta de atrás donde está la silla para Dao, pongo a mi hija y me cercioro de que esté segura, cierro la puerta y me giro hacia Engfa.

—¿Amor, estás segura de que puedes manejar?

Engfa asiente con su cabeza y trató de tranquilizarme y confiar en ella.

—Sí, puedo hacerlo.

Le doy la vuelta al auto y subo al lado de Dao, Engfa enciende el auto y empieza a conducir, un poco más rápido de lo normal.

El hospital está a unos 15 minutos, por lo que dijo Engfa. Llevamos 10 minutos y todo el camino Meena ha estado moviendo su pierna izquierda, eso solo lo hace cuando está muerta del miedo.

Respiro profundo y trató de calmarme, limpio una lágrima que se me escapa y miro a Dao, está tan entretenida con su conejito que es ajena a todo en ambiente tenso que hay en auto.

Saco la manta del bolso para estar preparada cuando lleguemos, es de noche y la brisa es un poco fría en esta época y no quiero que mi bebé se enferme.

Llegamos y Engfa no frena del todo cuando Meena abre la puerta y sale corriendo hacia la entrada del hospital.

Quito rápidamente la seguridad de Dao, la arropo con la manta y la saco del auto, Engfa nos está esperando, pero está tan ansiosa que juraría que también hubiera salido corriendo y no es para menos, la situación lo amerita y yo lo hubiera hecho también si mi hija no estuviera con nosotras.

MEENA

Prácticamente, me tiré del auto. No puedo esperar, si algo le llega a pasar a Aoom no me lo perdonaría nunca.