CAPÍTULO 19

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CHARLOTTE

Amor, mmm adoro tus besos y caricias— dijo Engfa con los ojos cerrados, su voz ronca y aún algo dormida— Me gusta despertar así— terminó de decir divertida.

Yo estaba a punto de soltar una carcajada, pero hice mi mayor esfuerzo por reprimirla. Me acerqué a ella y le dije en un susurro.

—Entonces, ¿te gustan estos besos por la mañana? — pregunté en tono coqueto, ella me dio su amplia y brillante sonrisa y aun con los ojos cerrados asintió efusivamente, reí divertida— Bueno, le diré a Gyo que todas las mañanas suba a la cama a darte los buenos días— le dije y ella abrió los ojos como platos al ver a Gyo en frente de su cara con la lengua afuera lista para volver a lamerla.

—Pero que demoni... ¡GYOOOO! — no aguanté más y solté una carcajada— ¿Bee por qué la dejaste? — se quejaba como una pequeña niña haciendo un puchero y con su ceño fruncido.

—Amor, ella solo quería jugar contigo— le dije aún con risa y Gyo ladró dándome la razón, ella se sentó en la cama.

—Pero babeó todo mi hermoso rostro— yo giré mis ojos, siguió quejándose como niña pequeña mientras se limpiaba con la sábana y Gyo saltaba de la cama para ir a morder su juguete favorito que se encontraba en el suelo, Engfa la siguió con la mirada y su ceño fruncido, le apuntó con el dedo— Me vengaré Gyo, me vengaré— al escuchar su nombre la miró, pero luego la ignoró para seguir muy ocupada con su juguete.

A mí me pareció escuchar que te estaban gustando las caricias de Gyo— le dije en un tono divertido mientras me sentaba a horcajadas sobre ella— ¿A caso no dijiste eso? — le pregunté mientras dejaba un camino de besos por su cuello, puse mis manos sobre su duro y marcado abdomen y ella recorría con sus manos toda mi desnuda espalda.

—Pensé que eras tú— no la estaba mirando, pero sabía que estaba haciendo un puchero de nuevo, reí contra la piel de su cuello.

—Bueno, entonces yo te daré los buenos días— dije dejando un beso en la línea de su mandíbula para luego mirarla a los ojos— Buenos días, cariño— le dije con una sonrisa en mi cara para luego besarla apasionadamente, mi centro empezó a palpitar al sentir lo dura que Engfa estaba debajo de mí, fue inevitable no empezar a mover mis caderas y escucharla gruñir por mis movimientos solo aumentó el deseo.

—Estos buenos días sí me gustan— dijo con una sonrisa mientras se abalanzaba sobre mi cuello para luego ir a mis pechos.

Bajé mi mano hasta su miembro, lo tomé y lo apreté un poco para después empezar a subir y bajar mi mano por toda su longitud, Engfa jadeaba y gemía, lo hice por un rato mientras iba despacio y volvía a rápido— Mierda— aumenté la velocidad en mi mano, lo estaba disfrutando tanto como ella— Me voy a venir s-si sigues así— me dijo apretando fuertemente sus ojos y mi trasero entre sus manos.

—¡No! Aún no puedes— le dije firmemente mientras agregaba besos y pequeñas mordidas por su cuello y seguía con los movimientos en mi mano.

—Amor, te necesito, necesito estar dentro de ti— me dijo en tono desesperado.

—¿Me necesitas? ¿Cuánto me necesitas Bee? seguía con el movimiento de mi mano.

—Te necesito tanto como a la maldita agua para vivir, te necesito ahora y siempre.

Solo eso bastó para que parara mis movimientos con la mano y levantara mis caderas para introducir su erecto miembro en mí, empecé a montarla mientras apoyaba mis manos en su duro abdomen y ella tenía las suyas puestas en mi cadera para ayudarme a mantener el ritmo y agregó el movimiento de sus caderas para subir a mi encuentro.

Relación por Beneficio-Englot (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora