𝟘𝟚

328 28 0
                                    

¡James Sirius Potter y Fred Lee Weasley!

❛¡James Sirius Potter y Fred Lee Weasley!❜

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿ROSE? —LA LLAMÓ SCORPIUS Y SE LEVANTÓ, IGUAL que todos nosotros para seguir a la pelirroja

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿ROSE? —LA LLAMÓ SCORPIUS Y SE LEVANTÓ, IGUAL que todos nosotros para seguir a la pelirroja. Rose pasó por completo de los llamados del rubio y siguió su camino hacia sus primos.

—¡James Sirius Potter! ¡Fred Lee Weasley! ¿¡Qué hacen con mi giratiempos!? —gritó Rose en cuanto estuvimos cerca de ellos, aunque creo que la podrían haber escuchado a un kilómetro de distancia.

—Rosie, ¿por qué tienes un giratiempo? —preguntó Teddy acercándose de la mano de Nym, que daba la mano tanto al metamorfomago como a Victoire.

—Eso no importa ahora, Teddy. Lo que importa es que lo tienen esos neandertales, pueden romperlo y apuesto todos mis galeones a que lo harán —la pelirroja prácticamente fusilaba a sus dos primos.

—Yo ya le he dicho que lo dejaran, pero no me han hecho caso —dijo Alvin. La mirada de Rose pasó a él, dándole la misma mirada que a Fred y a James.

—No ayudas, Lunático —se quejó Fred entre dientes.

—Venga, Rosie. No va ha pasar nada —dijo James tirando el giratiempos hacia arriba y cogiándolo de nuevo en el aire repetidas veces.

—Potter, no debería jugar con eso —le dije.

—¿Y por qué debería hacerte caso, pelirroja? —dijo con una sonrisa arrogante. Todos los demás "niños" (los hijos de la segunda generación, más Teddy y Nym) se estaban acercando.

—¿A lo mejor porque es peligroso? —le pregunté de forma sarcástica.

—Oww, que mona. Se preocupa por mí. Sabía que caerías por mí, pelirroja —me dijo arrogante. Rodé los ojos llevándome una mano a la sién y bufando molesta.

—No se si tu cerebro de mosquito lo entienda, pero si lo rompes, vosotros no seréis los únicos afectados, si no todos los demás. No sabemos lo que puede llegar a pasar si se rompe, ni lo lejos que puede llegar el efecto —le dije empezando a enfadarme.

—Si, lo que tú digas, pelirroja. Desconecté después de lo de cerebro de mosquito. Fred, pilla —dijo James sin prestarme la más mínima atención. Bueno, ni a mí ni a nadie.

—¡No, Potter/James! —el grito de todos nosotros quedó ahogado por un gran estruendo del giratiempos rompiéndonse en mil pedazos y una gran luz blanca cegadora iluminándonos.

...

Abrí los ojos lentamente con cautela. Primero abrí uno, inspeccionando el lugar. Estábamos en medio del Gran Comedor, con gente hasta reventar, todas las miradas puestas en nosotros y en otros dos grupos que estaban uno a cada lado de nosotros.

—Joder —dije en cuanto reconocí a uno de los grupos. Luego miré al otro y el alma se me calló a los pies—. Tienes que estar de coña.

Ellos parecían tan sorprendidos como yo, no se si por mi aspecto o por el simple hecho de estar allí. Muchos de ellos probablemente ni pensaron que sobreviviría sin mi preciada espada.

Los de mi grupo, por decirlo de alguna manera, abrieron los ojos y, al mirar al grupo de la derecha, al que yo miré primero, se quedaron mudos. Al mirar al otro, en el que todos los presentes estaban con arcos, dagas o espadas, entre otras cosas, que me miraban a mí, algunos con cariño, otros con sorpresa, muchos con odio, no puideron evitar darme una mirada confundida. 

Viendo Persephone Jackson y El Ladrón del Rayo en HogwartsWhere stories live. Discover now