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¿Traidora?

❛¿Traidora?❜

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  NO HACÍA FALTA DECIR LO RARO QUE ERA ESTO, ¿VERDAD? ESTABA viendo a mis padres vivos, entre otros muchos muertos ahora rejuvenecidos, o algunos no muertos pero si rejuvenecidos

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NO HACÍA FALTA DECIR LO RARO QUE ERA ESTO, ¿VERDAD? ESTABA viendo a mis padres vivos, entre otros muchos muertos ahora rejuvenecidos, o algunos no muertos pero si rejuvenecidos. Y luego estaba el otro grupo, en el que todos parecía conocer a Percy y ella a ellos, pero muchos también parecían odiarla. No pude evitar acercarme a ella protectoramente.

Tampoco hacía falta decir que nos sentíamos confusos y lo preocupado que me encontraba. Por Percy mayoritariamente. Vic siempre me había dicho que cuando hablo de ella, parezco un padre orgulloso, como cuando hablo de Nym, y esos chicos con armas no parecía muy pacíficos y menos por como miraban a Percy.

El primero en hacer algo fue un pelinegro que daba bastante miedo y que era del grupo de los para nada amistosos.

Se acercó lentamente a Percy, sin apartar la mirada de ella. Intente ponerme delante de ella, al igual que Albus, pero ella, sin tan si quiera mirarnos, puso una mano delante de nosotros, parándonos, y empezó a acercarse hacia el azabache de ojos oscuros y pálido como un fantasma de la misma manera que el se acercaba a ella.

En cuanto estuvieron uno delante del otro, se miraron durante unos segundos y el azabache la abrazó, levantándola ligermente del suelo y dándole una pequeña vuelta con una pequeña sonrisa aliviada. Percy rió. La mayoría de mi "grupo" los miraban recelosos.

—Nico —dijo la pelirrojacuando este la bajó.

—Estás más bajita —se burló comparando sus alturas con la mano.

—Oh, cállate, ¿qué ahora eres un gigante o qué? —dijo Percy haciéndose la molesta y dándole un golpe amistoso en el brazo, mientras ambos soltaban una pequeña risita.

—¿Qué haces tú aquí? —dijo la voz de una chica, saliendo del mismo grupo que el azabache.

—Eso podría preguntártelo yo a ti —dijo Percy quitando la sonrisa que tenía al igual que el azabache y ambos se pusieron rígidos—. A todos vosotros, de hecho —mostró una sonrisa sarcástica—. Sin ofender —miró al pelinegro, que hizo un ademán despreocupado con la mano.

—Se supone que no puedes acercarte a nosotros, lo tienes prohibido —chilló furiosa la misma chica de antes. Los demás seguíamos confudiéndonos todavía más.

—¡No lo he hecho apropósito! —chilló de la misma maner Percy dándole una mirada matadora, que hizo que muchos nos estremeciéramos, incluso la chica rubia vaciló al ver la mirada de Percy—. Me fui, no solo a otro país, sino a otro continente, separado por un puto océano de vosotros. ¡La culpa no es mía!

—Ya, y yo me lo creo, traidora —por la mirada de Percy, la última palabra de la chica rubia era como veneno para Percy, quien dejó de apretar los puños y los dientes, a al vez que sus ojos pasaron de matarla con la mirada a llenarse de lágrimas.

—Chase —gruñó entre dientes el chico azabache como advertencia. Él también daba mucho miedo. Y la chica volvió a vacilar.

—Ejem, señores —alguien detrás de nostros se aclaró la garganta. Todos nos giramos—. ¿Podrían decir que hacen aquí?

—Seguro que han sido esos tres, todo suele ser su culpa —un chico rubio en el grupo de la segunda generación, por lo que había podido apreciar, apuntó a los que parecían el tío Harry, la tía Hermione y el tío Ron jóvenes.

—Ha sido culpa de James y Fred —chilló Rose señalando a los dos recién mendionados.

—Rose va ha matarnos, ¿verdad, canuto? —preguntó James asustado a Fred y el asintió con la cabeza de la misma manera.

—¡Eh, cornamenta! ¡Tu copia ha llamado al pelirrojo canuto! —dijo el que parecía ser Sirius Black de joven.

—Voy a atreverme a preguntar, ¿en qué años estamos, señor...? —empezó a preguntar Percy, pero se quedó muda cuando miró al asiento del director, quien nos había llamado la atención antes, todos nos quedamos igual al fijarnos—. Teddy, ¿estoy loca o de verdad es Dumbledore? —tragó saliva.

—No estás loca, Percy —le respondí con pesadez.

—Respondiendo a su pregunta, estamos en 1976, señorita... —empezó Dumbledore.

—Jackson, señor —respondió Percy a la preguntano formulada del director, aún un poco coivida por la información.

—Señorita Jackson, y sí, soy el director de Hogwarts, Albus Dumbledore —dijo con una pequeña sonrisa.

Durante unos segundos todos nos quedamos mirándonos unos a otros, hasta que unos libros junto a una nota calleron frente a Dumbledore.

Queridos bendecidos por hécate y divinos, o ambos — empezó leyendo Dumbledore.

> Los de la parte divina, ellos saben quienes son, cometieron un error hace 7 años, desterraron a la mayor héroe que han tenido, aunque probablemente lo nieguen. Hemos querido arreglar ese error tan injusto trayéndolos a todos aquí. Algunos antigüos semidioses no tardaran en llegar junto con los dioses.

Veran la historia de la mayor héroe del Olimpo en la historia divina y se darán cuenta del error que cometieron al desterrarlas, aunque ahora eso les parezca imposible.

Att: Las Moiras.

P.D.: veran un fragmento del destierro antes. Hará que la mente de la mayoría de los divinos esté más abierta en la lectura.

—Jódete, Annabeth —murmuró Percy y Nico pareció escucharla, ya que escuché una pequeña risa de su parte.

—Tienes que estar de coña —maldijo entre dientes la chica rubia, que seguía furiosa.

—Cállate, Chase —una chica que también daba bastante miedo habló. ¿Es qué no había nadie en ese grupo que no diera miedo?

—Cállate tú, La Rue —le devolvió la riña la rubia.

—Hola, Persasy —dijo con una sonrisa la chica pasando de la rubia. Hasta parecía amistosa.

—Hola, Clary —contestó Percy sonriendole. La chica castaña iba a acercarse, pero la rubia y otros le adviertieron con la mirada que no lo hiciera.

—Señores, deberían presentarse —dijo Dumbledore.

—Primero debería ser la segunda generación, nosotros somos la tercera —propuse yo señalando a la segunda.

—Esta bien, señor... —Dumbledore habló sin decir mi apellido, aunque estoy seguro de que ya lo sabía, ya que su tono de voz me avisaba que no lo dijera. Él debe saber que no debo decirlo... aún.

El director de esa época, hizo un movimiento de varita y todos teníamos puestas capas que nos cubrían, aunque ya nos habían visto bastante bien.

—Entonces, ¿somos nosotros quienes nos presentamos primero? —preguntó el que aprecía tío Ron.

—Pues claro que sí, Ronald —dijo la tía Hermione.

Después de unos minutos de hablarlo, lo de la segunda generación ya tenían pensado quien saldría primero.

Un encapuchado subió y se quitó la capucha.

—Hola, viejos. Soy...

Viendo Persephone Jackson y El Ladrón del Rayo en HogwartsWhere stories live. Discover now