Viendo Persephone Jackson y El Ladrón del Rayo en Hogwarts

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❛Familia❜

VIC ME LEVANTÓ CUANDO ELLA YA SE IBA A maquillar, es decir, tenía tiempo de sobra para ducharme, desayunar e ir a por un café si me apetecía. Realmente, Victoire tardaba mucho tiempo en maquillarse.

Hice todo lo que tenía que hacer con toda la tranquilidad del mundo e incluso me dio timepo para vestir a la pequeña Nym. Y añun asñi tuvimos que esperar a Vic.

—Jo, mamá. Te tadras muzo tiempo en el baño —se quejó Nym, agarrando la mano de Vic y la mía, mientras salimos del cuarto. Tanto mi hermosa rubia como yo reímos divertidos y yo dejé un beso sonbre su mejilla.

Llegamos a la cocina y la única despierta parecía Percy, que al oírnos llegar levantó la cabeza y nos dio una pequeña sonrisa, que se vio más como una mueca.

Vic y yo compartimos una mirada. La mía era buscando su aprobación. Victorie, sabiendo perfectamente lo que pensaba, me dio un peuqeño asintimiento. Dejé un beso sobre su mejilla y otro sobre la de Nym, luego me dirigí hacia Percy mientras las dos rubias salían de la habitación.

Percy no paró de mirarme en todo mi recorrido hasta ella. Yo tampoco dejé de hacerlo.

—Lo siento, por todo —se disculpó, aunque no sabía realmente por qué se estaba disculpando, y bajó la mirada en cuanto me senté a su lado.

—Hey, mírame —intenté que me mirara—. Percy, miráme —la chica pelirroja negó. Cogí su mentó y suavemente lo subí para que me mirara. Lo que encontró me hizo querer llorar. Percy estab rota. Rota de verdad. Algo me decía que siempre lo había estado, aunque nosotros no lo notáramos. Lloraba, lloraba tanto que sus ojos parecían contener olas moviéndose furiosas—. Percy —dije dando un suspuro conteniendo las lágrimas. La atraje hacia mí y la abracé todo lo fuerte que pude sin dañarla. Ella me respondió de la misma manera—. ¿Qué te han hecho? —pregunté para mí mismo, pero ella me escuchó.

—Me hicieron mucho daño. Quiero decir, no físico. Pero, se comportaron horrible y... yo... todavía me duele —se le escapó un sollozo. Creía 100% sus palabras. Percy nunca me mentiría, no en algo así.

—Vamos a hacerlo. Podemos. Nos tienes a nosotros, no estás sola. Nosotros nunca te dejaremos. Ella mostró una sonrisa irónica.

—No lo entiendes. Ellos me dijeron eso, por años. Hice muchos cosas por ellos, más de las que puedas imaginar. ME dijeron que me amaban, que siempre estarían a mi lado, que siempore confiarían en mí y... cuando dejé de ser útil, dejaron de creerme y solo me tiraron a la basura como si no sirviera nada. Todos me consideraron una traidora. Teddy, incluso mi padre no confió en mí. Mi padre de verdad, no Paul —podía escuchar el dolor en su voz—. Ni mi propio padre confió en mí.

—Pero nosotros no somos ellos, Percy. Nosotros no te dejaremos jamás —le dije con seguridad. Ella asintió y después de un rato empezó a calmarse—. Hoy vamos a por todas, ¿vale? —intenté animarla. Ella mostró una pequeña sonrisa y me volvió a abrazar.

—Te quiero mucho, Teddy. En serio, eres como un padre para mí —se sonrojó, como si le dieran vergüenza sus propias palabras. Sonreí tiernamente.

—Yo también te quiero mucho, Percy. Tú también eres como una hija para mí, ya deberías saberlo —ella sonrió con los ojos cristalizados.

—Tata Persy, ¿eztas bien? —tanto Percy como yo reímos cuando Nymphadora aparecío en escena.

—Claro que sí, pequeña —respondió Percy, cogiéndola para abrazarla. Vic también apareció y me abrazó por detrás. Nym tiró de Percy hacia nosotros, lo que formó un abrazo grupal. Éramos como una familia y eso me encantaba. Amaba a mis chicas.