- DONDE PERSEPHONE JACKSON HA decidido seguir su camino lejos de los dioses después de que estos la desterraran.
- O DONDE LAS MOIRAS SIGUEN jugando con el destino de su semidiosa favorita, cambiando por completo su futuro.
"No estoy dispuesta ni pr...
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LUEGO DE ESE EMOTIVO MOMENTO, PERCY SE dirigió a su habitación sin si quiera haber desayunado, aunque nos aseguro que no tenía hambre. Algo sumamente raro en ella. Nosotros, en cambio, desayunamos y le preparamos el desayuno a los demás.
Ya todos despiertos y preparados, nos digimos al Gran Comedor. Ahora había ocho mesas. Las normales, Hufflepuff, Ravenclaw, Slytherin y Gryffindor, más la de los profesoras. Y luego otras tres, una para nosotros, otra para la segunda generación y otra para el otro grupo, vamos a llamrlos "malos" o "traidores".
—Seguimos con las presentaciones —fue lo único que dijo Dumbledore.
—Hola a todos —esta vez empezó a presentarse una voz soñadora, la cual supimos al instante de quien era—. Mi nombre es Luna Lovegod. Soy hija de Pandora y Xenophilius Lovegood. Tengo 16 años voy a Ravenclaw —la casa apludió—. No soy prefecta de mi casa y tampoco jugué a Quidditch, pero tengo muy buenas notas. Mi asignatura favorita es Cuidado de Criaturas Mágicas y la que menos me gusta es Adivinación. No tengo novio y eso es todo de mí —dijo y bajó rumbo a sus padres, que estaban sentados juntos esperándola. Luna se veía muy emocionada por estar con sus padres, supongo que sobre todo por estar con su madre.
—H-hola —tartamudeó el siguiente encapuchado—. Me llamo Neville Longbottom, mis padres son Alice y Frank Longbottom.
—Se llama como tú, Frank —gritó un chico emocionado en el grupo de los "malos". Era él que parecía más agradable de todos ellos por ahora. Se parecía a Fred y a James.
—Cierra la boca, Valdez —exigió la rubia con mala leche de ayer.
—Bájale a esos humos, Chase —la misma chica que ayer quería a abrazar a Percy pareció enfada otra vez.
—B-bueno, tengo 17 años —Neville parecía muy nervioso, más ahora que lo habían interrumpido y que había sido bastante incómodo—. Voy a Gryffindor —la casa volvió a aplaudir, sobre todo sus padres, haciendo que a Neville se le cristalizaran los ojos—. No soy prefecto y tampoco juego a Quidditch. Mi asignatura favorita es Herbología y la que menos Pociones. No tengo novia y eso es todo de mi parte, adiós —habló tan rápido que casi ni lo entendí y bajó del escenario.
