CAP 2: horrible descubrimiento

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Cuando Gordon se desperto ese día, mientras se alistaba e iba a comisaria, se preparaba mentalmente para cualquier cosa rara o violenta que la ciudad tuviera preparada para el ese día, lo que no consideró, es que el primer llamado sería tan rapido, y de parte de gustabo.

James Gordon
8:16

Llegué lo más rapido que pude, y ahí está gus con el niño... Tiene los ojos cerrados ¿Llegué muy tarde? No puede ser.

   – ¡¡GUSTABO!!

   – ¡¡SHH!! Baja la voz culo gordo, me lo vas a despertar, lo hice dormir para que no se concentre en el dolor de las heridas.

   – Ahh, vale, venga vamos al hospital.

Solo duerme, que menos mal coño, aunque gustabo esta lleno de secretos, no recuerdo que hacer dormir a un niño sea algo facil.

Subiendo al niño al patrulla gustabo aprovecha y se queda atras con el, ya que el niño se aferraba a su chaleco cada que éste trataba de alejarse. Me daria ternura pero me intriga más por que está tan lastimado.

Enciendo el coche, y ahora se viene una ronda de preguntas.

   –¿todo bien ahí atras?

   – Todo en orden, duerme como un bebé.

   – perfecto, ¿por que está asi este niño?

   – Ni puta idea, ya habra tiempo para preguntas cuando este niño este curado.

   – ¿Directo con Castro, no?

   – Correcto, que tiene una mano que no veas para los heridos y necesito eso en este momento.

Estamos a nada del hospital, pero me queda una duda más.

   – Ésta mañana el superintendente andaba medio tocao'.

   – Lo sé.

   – ¿y eso?

   – En la sala de espera te cuento todo, que también me hacia falta contarle a alguien.

   – ¿estás bien?

   – Yo de puta madre

   – Me basta por ahora– digo y le miro por el retrovisor, el ya me estaba mirando con una sonrisa, solemos sonreir o hacer caras si cruzamos miradas por accidente, era una forma de hacer que no sea incómodo, lo que ocasionaba que casi me ria en reuniónes con toda la malla presente.

Pero se que esta sonrisa es diferente, es por lo que dije. Siento algo calido en el pecho, tal vez este con algo de fiebre.

En un semaforo mientras el auto esta quieto lo vuelvo a ver, su expresión es suave y relajada mientras ve dormir a aquel pequeño ser con la cabeza en su regazo, con una ligera sonrisa, mientras le acaricia su cabeza, peinando y despeinado su cabello ondulado.

Wow, le sale natural, tal ves sea por cuidar a ese hermano suyo de que tanto nos a contado a los chicos y a mi, no seria raro que se le de tan bien.

Llegamos y gustabo lo despierta suavemente para que no se asuste, pero de igual forma, al abrir los ojos, todo su cuerpo da un salto y su cuerpo sa un salto.

   – Shh, tranquilo, ya llegamos, vamos a que te dejen como nuevo, ya veras.

   – ¿Quien es el? – Dice señalandome.

   – El nos trajo, es una persona en quien confio mucho, tu tranquilo, nadie te va a lastimar, ¿verdad gordis?

   – jajaja, ¿Gordis?

lo que yo no tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora