33.- Crispina

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Los momentos felices son para algunos que lo merecen, los maravillosos para los ingratos y los malos para aquellos inocentes.

Crispina era uno de aquellos inocentes.

Se encontraba parada frente al tipo arrogante que estuvo buscando durante tanto tiempo y aunque había logrado engañarla y pasar desapercibido, no sería para siempre.

Su inteligencia le había permitido avanzar en muchos aspectos tanto educativos cómo sociales, desde que era niña fue la favorita de su familia tenía un IQ mayor al promedio, por eso tuvo la oportunidad de avanzar en cuánto a estudios se refería pero hubo algo que nunca la dejo avanzar en el aspecto humano.

Pudo fingir durante años ser feliz, pero la realidad es que ella no podía sentir ninguna emoción en particular incluso después de la muerte de sus padres no pudo siquiera derramar una lágrima y no porque fuera una insensible o que no le importara lo que les había sucedido, pero ese hecho la dejó marcada para siempre, ella los amaba lo suficiente cómo para llenar su corazón de ira y de deseos vengativos.

Ahora yacía frente a la persona que buscaba y que podía darle las respuestas que ha estado buscando durante años.

— Crispina~ Namasté— dijo Creek mientras juntaba sus manos e inclinaba su torso mientras cerraba los ojos para saludarle.

— Creek...— su tono amargado podía deslizarse entre sus labios e incluso sentir el sabor en su lengua, pero eso no evito que le diera una mirada de cinismo junto a una sonrisa falsa

— ¿Qué te trae por aquí? ¿Acaso piensas unirte a mis clases de yoga? Te las recomiendo, son bastante efectivas y se nota que te hacen falta— dijo mientras seguía en su posición para meditar.

Crispina sólo pudo soltar una risa escandalosa y Creek abrió los ojos para después fruncir el ceño.

— ¿Cuál es lo gracioso querida?— trato de mantener su tono natural y una sonrisa pero eso le había amargado su sesión.

— Eres tan divertido Creek, pero no, no vengo por clases de meditación y espiritualidad, quiero la verdad y sabes a lo que me refiero deja de fingir porque sabes que no te queda...— se limpiaba una lágrima falsa y adoptaba nuevamente una postura seria.

Creek negó con la cabeza y seguía sonriendo con total naturalidad, Crispina sabía que eso era una sonrisa psicópata pero ella la había adoptado tantas veces que ya no le intimidaba.

— No entiendo a lo que te refieres querida, ¿no será algo de la universidad? Tal vez pueda ayudarte...— y volvió a cerrar lo ojos para sonreírle de nuevo.

Creek con eso quería darle a entender que se fuera, pero ella no lo haría.

— Claro que puedes ayudarme Creek, déjate de estupideces sobre la espiritualidad, porque no te creo nada, dime que ocurrió ese día de la fiesta quiero saber absolutamente todo lo que hicieron tus hermanos... TODO— dijo enmarcando la última palabra con dureza.

Creek abrió los ojos y dejó de sonreír para después levantarse de su postura y ahora sí quedar cara a cara con la persona que tenía enfrente.

— Así que finalmente me encontraste... Pff... ¡Hahahahaha! Realmente creí que eras más lista... Querida prima mía~.— su tono era venenoso y su risa escalofriante, pero eso no detuvo a Crispina de enfrentarlo.

Lo último le causó asco y provocó que su estómago se revolviera, provocando que un picor llegara a su garganta pero supo disimularlo.

— No vuelvas a llamarme así, no soy nada tuyo... Pero ya que tocamos el tema de la familia, porque no me cuentas...¿Dónde has estado todo este tiempo?— dijo Crispina tratando de mantener la postura y no matarlo en ese momento.

En mis recuerdos [ AU ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora