𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼 - 𝗚𝗮𝗱𝗿𝗶

𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼 - C͟a͟p͟i͟t͟u͟l͟o͟ ¹⁶

Una hora después terminaron de limpiar, llevándose más tiempo de lo que era, Pedro en algunas ocasiones le tocaba el culo, para picarle logrando su objetivo cada vez que Pablo le metía una colleja por atrevido, después de limpiar se fue directo a su dormitorio con un fuerte nudo en su estómago, por la conciencia de lo que fue capaz de hacer a; Adal, el cual para su buena suerte, no se encontraba en el dormitorio.

Empezó a desvestirse, cogiendo la pijama, cambiándose rápidamente antes que pudiese Adal entrar: 

—Nos vemos mañana tronco  —Escucho la voz de su novio, afuera, rápidamente se metió entre las cobijas cubriéndose todo el cuerpo, de los pies hasta su cuello, lo más;  (importante), la puerta se abrió enseguida rechinando un poco cuando está se cerró.

—¿Adal?  —Pregunto solo para asegurarse, su novio asintió camino a oscuras hacia la dirección de su cama.

—Si  —Respondió, quitándose la chaquetilla, sentándose en su cama, mirando extrañado a Pablo por como esta cubierto, le puede ver gracias a la luz que entra por la ventana, sin embargo no preguntó nada —Cariño, me enteré que te... —

—Oh... por nada en especial, me distraje con algo y el profesor se enfado  —Contestó desviando la mirada interrogatoria de Adal, sin dejarle terminar su pregunta.

—también a Pedro, ¿no?  —Acomodó el cojín tumbadose boca arriba, sin meterse entre las cobijas, no las necesita; por ahora.

—S-si  —Respondió nervioso, recordando las cosas que pasaron en ese lugar tan solitario, Adal Frunció el ceño.

—¿Te pi...

—¡No!  —Respondió nuevamente interrumpiendo lo que diría, Adal asintió algo confuso por el comportamiento de su novio

—¿Duermes conmigo?  —Negó enseguida, algo exagerado quizás.

—No, hoy dormiré en mi cama  —Respondió, acomodándose de una mejor manera para no sentir tanto dolor en su tripa, a causa que estuvo presionandola en el escritorio.

—Vale  —

—¿Donde estabas?  —Pregunto pues ha venido tarde, algo raro en Adal, desde que se conocieron siempre es el primero en estar en el dormitorio.

—Fui a comer con mis  amigos, pero se nos hizo tardísimo porque había una movida y nos quedamos a ver  —   Explicó, girandose de lado para verle, Pablo también lo hizo, pero con cuidado de no bajarse la cobijas.

—¿Estuvo buena?  —

—No mucho, nadie ganó  —Pablo rió bajito  —¿Y tú?, fui a buscar a la cafetería pero Javi me dijo que te fuiste antes  —

—Si... Le pedí permiso a Felipe para salir antes, estoy agotado, la universidad es muy difícil  —

—Lo se, pero no te rindas  —

—No lo haré  —Respondió entrecerrando los ojos por el sueño, Adal sonrió enternecido, Pablo cubierto con las cobijas de esa manera parece un bebé.

—Mañana quede con mis amigos, ¿te apetece ir ?  —Pablo se mordió levemente el labio, pensando si en aceptar o no.

Si no lo hace siente que será grosero y si lo hace no se sentirá tan cómodo estando rodeado de personas desconocidas, además con el chupon que le dejo Pedro en su cuello, seria aún peor.

—Lo siento pero tengo que ir a trabajar y cubriré las horas que no pude completar hoy   —Respondió apenado, Adal asintió comprendiendo a su pareja.

—Vale, será en otra ocasión   —Asintió, bostezando estirando los dedos de su pies, entrecerrando los ojos  —Se nota, la señorita Sofia puede ser un poco difícil de tratar  —