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-Creo que saben porque estamos todos reunidos aquí hoy

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-Creo que saben porque estamos todos reunidos aquí hoy.

Los dos pequeños sentados frente a él lo miraron confundidos y algo abrumados, no les gustaba salir de su casa porque realmente no eran la clase de niños que les gustaba salir a todos lados, sobre todo ahora que estaban de vacaciones y querían disfrutar de sólo dormir y dormir.

Y que Naruto haya interrumpido si paz los ponía de muy mal humor.

-Necesito su ayuda. - el rubio dijo sonriente, a pesar de que los dos niños seguían viéndolo sin una pizca de emoción.

-¿Y papá sabe que nos trajiste aquí?- Sarasa fue la primero en hablar.

-No, no le dije nada y ustedes no le dirán tampoco.

-Eso es secuestro, ¿sabías? - el pequeño menma dijo mientras hacía un puchero -. Voy a gritar y se lo voy a contar a quien más confianza le tenga.

Naruto rodó los ojos, aquellos dos niños eran un dolor de cabeza, cuando menos te lo esperabas te atacaban por la espalda con tonterías o incluso con sermones tratando de ser superiores a ti, pero ya que Gaara le había pedido conocerlos, tenía que arreglar ese problema sí o sí.

-Esto no es secuestro, por dios, los conozco desde hace años - dijo a la defensiva -. Así está la cosa, ¿qué les parece como que fingen que son mis hijos por una tarde?

-¿Por qué no le dices la verdad a esa pobre chica?- Sarada soltó, no le molestaba en absoluto ayudar a su tío, pero, ¿engañar a una pobre omega que no tenía culpa de nada? Eso no estaba dentro de sus principios.

-¿Qué? ¿Su papá se los dijo?

-Nuestro papi nos cuenta todo, siempre, todo y cada una de las cosas que le obligas a hacer - la expresión en el rostro del mayor cambió rápidamente -. Y no, no estamos dispuestos a participar en tu mentira.

-¡Oh vamos! Ustedes son los únicos que pueden ayudarme.

-A Sarada no le agrada que su tío platónico engañe de esa manera, y sobre todo que utilice a papi como objeto de engaño - menma habló, dándole una mordida a su gran y humeante pizza.

Naruto rodó los ojos y sin previo aviso, les quitó el plato de pizza que cada uno tenía en frente.

-Por favor, será como un trabajo, así tu podrás llevar a cabo tus enseñanzas de actuación. - le dijo a Sarada, quien sonrió maliciosa en cuanto escuchó la palabra trabajo.

-Si esto será un trabajo, tendrás que pagarnos - declaró la mayor de los niños -. Quiero seiscientos dolares por día más tiempo extra si se pasan de ocho horas, y un curso de seis meses que papá no puede pagar.

Naruto lo miró incrédulo, sabía perfectamente que meter a esos niños en su pequeño le iba a salir muy, muy caro, pues esos pequeños sabían jugar muy sucio.

¡No es mi alfa! - narusasu adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora