fin

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—Pues de nada— Sakura dijo, sonriendoles en grande a la pareja frente a ella

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—Pues de nada— Sakura dijo, sonriendoles en grande a la pareja frente a ella.

Sasuke rodó los ojos con una ligera sonrisa en su rostro, tener a Sakura diciendo que fue gracias a ella que ambos terminaron juntos sería algo que tendría que aguantar por el resto de su vida. Aunque claramente si no fuera por ella , ahora mismo no estaría de camino a casa con el alfa y sus hijos.

—Cállate vendedora de ovejas— le reprendió, haciendo que Sakura soltara una risita —¿En serio fue lo mejor que se te ocurrió?

—Me gustan las ovejas, cuando se casen, les regalare una. — respondió sin sentirse regañada.

—¿Casarse? — tanto Menma como Sarada preguntaron rápidamente.

—Si, casarse, no me digan que no piensan en eso— volvió a decir —. Son adultos y deberían pensar en eso.

Sasuke fingió una sonrisa, no porque se sintiera incómodo, sino porque no tenía pensado decir nada de eso ya que nadie sabía que Naruto y él ya estaban enlazados.

—Uhh, que tentadora propuesta— subió su brazo hasta los hombros del omega para abrazarlo —. Pero alguien no me ha pedido matrimonio.

—¿Ahora los omegas tienen que pedirle matrimonio a los alfas? — preguntó cruzándose de brazos —¿Dónde quedó la tradición varonil?

—Nunca existió— dijo, acercó su boca al oído de Sasuke y susurró —. Pero no es necesario pedirlo cuando sabemos que los dos estamos de acuerdo.

El aliento de Naruto se sentía como fuego tan cerca de Sasuke, lo que había escuchado lo había dejado algo perplejo y en segundos se avergonzó, pero trató de disimular en esos momentos con Sakura y sus hijos presentes.

El mayor se apresuró a entregar los boletos de avión, al cabo de algunas horas ya estaban volando de regreso a Tokyo, Sasuke no sabía si eso cambiaría algo, volver de nuevo a la misma rutina de todos los días, levantarse, hacerle el desayuno a sus hijos, llevarlos a la escuela e irse al trabajo. No tenía presente que tanto podría cambiar ahora que sus sentimientos habían sido correspondidos, tampoco sabía si Naruto estaba dispuesto a hacer esto público.

Cuando la noche cayó ellos habían llegado a su hogar, Sasuke se sentía demasiado cansado pero no quería acostarse porque la espalda le dolía mucho, así que después de escuchar como sus hijos hacían berrinches por obligarlos a dormir, se desplomó sobre el sofá.

—No creí que viajar en avión fuera tan cansado. — se quejó el omega, masajeando sus hombros con pesadez, el pálido sonrió y se acomodó sobre el sofá, de modo en que pudo atraer a Sasuke hasta él para dejar que se acomodará sobre su pecho.

—Está bien, fueron solamente unas horas. — el alfa llevó sus manos hasta los hombros de su pareja y comenzó a masajear por él.

—Ahhh, duele, no seas tan brusco— se quejó, acomodándose mucho mejor para que Naruto siguiera masajeando sus hombros.

¡No es mi alfa! - narusasu adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora