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—¡Hoy nos toca cuidar a los niños! — festejó Gaara al alfa, quien se encontraba sentado en el sofá de aquella habitación

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—¡Hoy nos toca cuidar a los niños! — festejó Gaara al alfa, quien se encontraba sentado en el sofá de aquella habitación.

El mayor lo miró confundido y estuvo a punto de quejarse en voz alta diciendo que por qué él tenía que cuidarlos, sino eran sus hijos. Al final de cuentas, termina mordiéndose la lengua para evitar echarse de cabeza.

Sonrió con notable incomodidad y Gaara pudo notarlo.

El omega se acercó hasta él y se sentó a su lado, dándole una tierna sonrisa.

—No puedes quejarte, Sasuke los ha cuidado desde que llegamos a Hawái, ¿qué tal si él también desea un momento con Sakura? — dijo el pelirrojo.

—Ah, dudo mucho que quieran tiempo a solas— recalcó, sonrió ante el omega y se aproximó a abrazarlo por el pecho, refugiándose ahí mismo. —Mejor dejemos que ellos lo cuiden y tú me cuidas a mí.

Gaara rió divertido por el comportamiento del alfa, negó lentamente y dejó un beso en los cabellos del mayor. Lo separó lentamente de su cuerpo.

—No, alfa bobo. Nosotros cuidaremos de los niños, ya lo he decidido. — habló dándole una sonrisa.

—¿Le has dicho a Sasuke?

—Sí, y no pudo negarse en absoluto— festejó el omega. —¿Qué puedo decirte? Siempre logró convencer a todos con mi encanto— se halagó.

Naruto imió una sonrisa e hizo un gesto de fastidio, no quería cuidar niños esa noche, solamente quería pasarla con el lindo omega que tenía ahí con él. Aunque claramente tendría que soportar aquélla situación, pues él fue quien se había puesto en eso.

—De acuerdo, de acuerdo— rodó los ojos. —Pero mañana no haré nada que tenga que ver con ellos.

—¡Naruto Uzumaki! No seas así, eres su padre, deberías hacerte responsable— Gaara se quejó, dándole una leve golpe en el hombro.

—Estoy próximo a no serlo— murmuró, recibiendo otra vez un golpe de parte del omega. El alfa rio divertido y atrapó el cuerpo del omega entre sus brazos. —Mañana solamente seremos tú y yo, ¿bien?

Gaara sonrió dulcemente y asintió, dispuesto a darle un beso al alfa. Sin embargo, el timbre de su habitación sonó, interrumpiendo el momento de la pareja de enamorados.

—Oh, creo que ya llegaron. — el mismo omega empujó el cuerpo del alfa lejos de él, caminando hasta la puerta de su habitación para poder encontrarse con Sasuke y los dos niños esperando por ellos.

El pelinegro tenía una leve sonrisa, casi como una mueca, pues no era secreto que no le gustaba dejar a sus hijos con cualquier otra persona, transmitiendo lo incómodo que estaba con la situación, pero claro, eso fue algo que Gaara no pudo notar.

—¡Niños! — Gaara sonrió al verlos, recibiendo de su parte un gran abrazo y una sonrisa, ambos chicos se adentraron en la habitación de la pareja. —Sasuke, de verdad que no tienes que preocuparte, los dos cuidaremos de ellos.

¡No es mi alfa! - narusasu adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora