diecisiete

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—Si se ahoga no es mi culpa— Sakura avisó, antes de colocarse sus Goggles y abrir sus brazos preparado para recibir al niño que intentaba nadar

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—Si se ahoga no es mi culpa— Sakura avisó, antes de colocarse sus Goggles y abrir sus brazos preparado para recibir al niño que intentaba nadar.


—¿Listo, mocoso?— preguntó Naruto, sosteniendo a Menma entre sus brazos, listo para soltarlo una vez más para que comenzara a nadar.

—Espera, espera...— Menma dijo, quitándose los flotantes que tenía en cada uno de sus brazos —, ahora sí estoy listo.

—¡Wow! ¡éste niño va en serio!— Sakura gritó, Naruto dudo unos segundos sobre si dejarlo hacer eso, pues al final de cuentas, él era quien cuidaba de ellos.

—¿Estás seguro? es hondo y algo puede pasarte— advirtió con una leve sonrisa. Pero a Menma pareció no importarle en absoluto.

El niño dijo: —Estoy completamente seguro.

Ya llevaban alrededor de dos horas en aquel lugar, primero empezaron jugando un poco y después comenzaron a enseñarle a Menma sobre cómo nadar correctamente. Naruto no sabía en qué momento Sasuke aparecería junto con Gaara, pues tenía algo importante que decirle.

—Muy bien, entonces hagámoslo— Naruto palmeo su pierna y dejó que el niño intentará nadar sin flotantes —¿Estás listo? a la cuenta de tres te lanzare; uno, dos y… tres.

Menma fue lanzado y éste inmediatamente comenzó a nadar por el agua. Lo único que se escuchaba en aquella zona, eran los gritos de locura que la familia se traía, tanto de Sakura esperando al niño con los brazos abiertos como de Naruto y Sarada dándole ánimos para seguir avanzando. Entonces Menma logró llegar a Sakura, e inmediatamente regresó hasta Naruto.

—¡Ay por dios! ¡no trae sus flotadores!— en ese momento, el grito de Sasuke apareció, siendo seguido por Gaara.

—¡Sigue, sigue nadando!— Naruto lo alentó, mientras pocos segundos después Menma llegó hasta sus brazos, siendo cargado por el mayor para comenzar a gritar.

—¡Lo hice! ¡lo hice!— gritó el menor, la ovación por parte de la familia aún seguía, y Sasuke se sintió conmovido cuando escuchó a su hizo gritar también: —¡Gracias, papá!

El pelinegro observó a su hijo abrazar fuertemente a Naruto, y una ligera sonrisa apareció en sus labios, disfrutando de la imagen que tenía en esos momentos. Ver a Naruto siendo rodeado por sus dos hijos lo hizo anhelar aquello.

Hasta que su burbuja explotó de pronto gracias a una persona.

—Sasuke...— el menor abrió los ojos con pánico, de sólo escuchar aquella voz sabía perfectamente bien a quien pertenecía.

Sasuke volteó y dijo: —K-Kiba…

—Oh no...— Naruto murmuró, dejando de abrazar a Menma en ese instante.

—¿Papá?— ambos niños dijeron, estando demasiado confundidos.

Gaara fue el único que no habló, sin embargo, eso no quitaba el hecho de que estuviera demasiado aturdido, porque había escuchado la palabra "Papá" y la expresión de Sasuke no era muy buena.

—Ah… de verdad vinieron todos— comenzó hablando el Alfa.

—Sarada, será mejor que te lleves a Menma por un rato— murmuró Naruto, la mayor de los dos niños entendió la situación y tomó del brazo a su hermano para sacarlo de ahí.

—Si, si. Es un viaje familiar, así que todos teníamos que venir— dijo Sasuke, tratando de sonar de lo más normal.

—Oh… ¿entonces él es su hijo?— apuntó hacia Gaara, quien negó rápidamente con una risita.

—No, no, en realidad soy el novio.

—¿El novio de quien?— preguntó Kiba.

—Ah… él…— Sasuke no sabía que excusa inventar o que decir acerca de Gaara, pero justo en esos momentos, su salvación fue nada más ni nada menos que la tonta de Sakura.

Sakura se había escabullido muy fácilmente de la piscina, para después pararse detrás de Gaara y aventarlo al agua inmediatamente. Y aunque fue completamente tonto, su idea funcionó.

—¡O-Oye!...— Gaara no pudo hablar, pues Sakura ya había hundido su cabeza al agua con algo de fuerza.

Era un omega, pero eso no quería decir que no fuera fuerte.

—Ah… ¿qué se te ofrece Kiba?— Sasuke le preguntó, mientras todos parecían ignorar la situación de Gaara y Sakura.

—¡Oh cierto!— habló el Alfa, recordando lo que había venido a hacer —, Hinata y yo… queríamos saber si es posible que nos reunamos esta noche a cenar, entre los cuatro.

Naruto negó, pero Sasuke pareció asentir con vergüenza.

—¿Cenar? ah… bueno, es que nosotros ya teníamos planeado salir...— respondió con nervios.

—Por favor, Hinata y yo queremos reunirnos con ustedes dos para hablar tranquilamente— Kiba pidió, y Sasuke deseó tanto querer golpearlo en esos momentos.

¿Hablar? ¿sobre qué exactamente?

Ya habían pasado muchos meses sin hablar. Sin saber de él, sus hijos habían quedado completamente abandonados y ahora él quería hablar.

—Por favor…

—Sí— pero esa no fue su voz, sino la de Naruto, quien aún seguía dentro de la piscina —, iremos.

Sasuke quedó confundido por sus palabras, sobre todo por la manera en la que Naruto miraba al otro Alfa. Parecía incluso que él también quería golpearlo.

—¡Eso es genial! entonces… nos vemos esta noche, en el Restaurante Durán, estaremos ahí esperándolos— habló Kiba. Sasuke asintió con una sonrisa completamente forzada.

Pero Naruto no sonrió ni de broma. Hasta que al final Kiba desapareció y Sasuke le gritó a Sakura que soltara a Gaara.

Quien en seguida recibió una paliza por parte del pelirrojo. Y mientras ellos dos se quedaron en su mundo golpeándose, Sasuke ignoró todo a su alrededor para dejarse caer en uno de los camastros a lado de la piscina, cerca de donde Naruto se encontraba.

—Esto se pone peor— habló Naruto.

—No debiste haber dicho que sí, no era necesario.

Naruto bufo, notablemente enojado, y dijo: —¿Por qué no? si va a decir algo, que lo diga ahora. Cualquier cosa que intente hacer ese idiota será frenado por mí, y si se quiere victimizar, quiero verlo para poder golpearlo.

—De todos modos, no debiste…

—No le importa, ya está hecho. Ahora deberíamos encontrar a los niños; acaban de enterarse que su padre está aquí y que no les importa.

Sasuke negó lentamente, para después soltar una risita muy poco audible. La frustración lo llenó una vez más, ¿qué tan mal podría salir la cena de esa noche?

 La frustración lo llenó una vez más, ¿qué tan mal podría salir la cena de esa noche?

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¡No es mi alfa! - narusasu adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora