12 - Casa

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En el Oeste del imperio Trancet

Narra Rayan

Mi nombre es Rayan Alejandro Morvel de la Agriada soy el único hijo sobreviviente de Alfredo Morvel y Mariana de la Agriada tengo 29 años. Perdí a mis hermanos incluso antes de nacer. Mis padres intentaron ocultarme el echo de que iba a tener hermanos contemporáneos si no fuera por la desquiciada de mi abuela, pero aún así lo supe porque cada vez que iba a la capital y la gente me veían decían que yo era el milagro de la Archiduquesa aunque no lo supe hasta un año después de la muerte de mi padre. Ya que con el vivo nadie se atrevía a hablar.

Llevo un tiempo fuera de mi territorio ya que un reino de imbéciles creen que pueden conquistar Trancet Ja eso no va a pasar.

- Maestro los soldados enemigos que quedan se han reunido junto al príncipe de Candernal. Dice que quiere hablar con usted

- Bien - Saco mi espada que estaba enterada de un ya muerto soldado Candernal - Vamos - Digo y el soldado me lleva hasta donde un pequeño grupo de soldados entre los que está el príncipe frente a todos - Bueno bueno me dijeron que quería hablar conmigo el gran príncipe de Candernal.

- Es cierto quería anúnciate que la guerra a acabado.

- No me digas - suelto en tono de broma - Yo diría que... - Miro a mi alrededor viendo a todos los muertos tanto de su bando como del mío - nosotros les ganamos la guerra príncipe. - murmuró mirándolo sin ninguna expresión.

- Si puede que allá ganado a estos guerreros, pero nos son los únicos que tenemos - Dice el y levanta la barbilla con orgullo - Si quisiera podría atacar una vez más y seguiríamos con esta guerra por mucho tiempo.

- No me digas - ladeó mi cabeza para mirarlo mejor - Bueno eso podría ser pero que pasaría si me quedara con su alteza como mi prisionero favorito - mencionó y encajó mi gran espada en el suelo mientras apoyo mi cuerpo en ella. - Y sus pocos soldados  restantes - Con esta acción mía soldados toman pose de batalla una vez más. El príncipe toma un suspiro antes de hablar de nuevo

- Vera la verdad es que esta guerra solo la querían mis padres. Ambos se volvieron completamente locos por el poder y cuando me opuse a hacer lo que querían secuestraron a mi prometida y me mandaron aquí posiblemente a que muriera en batalla. - Suelta el aire y se pasa la mano derecha por el cabello blanco - Por suerte el padre de mi prometida y yo nos llevamos bien y pudimos encontrarla antes de que esto se volviera más grande.

- Quieres decir que peleaste y sacrificaste un montón de vidas, la de tus hombre, mis hombres e incluso la tuya por una mujer - lo miro fijamente a los ojos. Esperando su respuesta

- Daria mil vidas por mi Flora sin importarme nada. Cómo si tengo que morir ahora - con esas palabras sus soldados toman posición de ataque

- Debes amarla mucho - murmuró para luego mirar al cielo estrellado de la noche mientras un lejano recuerdo bien a mí mente.

Flashback

- Te amo

- No por favor - veo como niega con lágrimas en sus hermosos ojos - No me digas eso justo ahora

- No sabes cuánto odio verte llorar así - hablo con dificultad

- Si... - se sobre la nariz la cual está roja - Si no quieres que llore quédate conmigo no me dejes sola.

- Oh mi Cristalito no habría nada en esta vida que quisiera más que estar contigo por la eternidad aria cualquiera cosa para verte feliz.

- No te merezco es mi culpa que estés pasando por esto lo siento tanto - más lágrimas caen - Si no te hubiera conocido no estarías pasando por esto

- No digas eso mi amor, tú te mereces el mundo y mas, eres el ser más hermoso que ah existido nunca por eso te amo y quiero que seas feliz.

- Yo te amo mucho más - le doy una última sonrisa antes de que desaparezca de mi vista para siempre.

Fin Flashback

Cuando ese recuerdo pasa por mi mente y miro una vez más al príncipe de Candernal no puedo evitar el pensar en que si su prometida lo ama tanto como el a ella sufrirá eternamente de su muerte y más el echo de tener que vivir sin la persona que ama.

- Está bien detendremos la batalla - saco mi espada del suelo y la apoyo en mi hombro haciendo que mis soldados envainen sus espadas y empiecen a juntar a un lado a los heridos y a otro lado los muertos. - Pero eso sí por la vida de mis hombres quiero a los causantes de esta guerra vivos.

- Bien

- Y tendrás que hacer una alianza con nuestro imperio

- No habrá problema - asiento y me doy la vuelta para ayudar a reunir a mis soldados heridos - Por cierto - volteo a verlo - Gracias por no matarme aquí la verdad podrías hacerlo pero aún así...

- No me des las gracias se lo que es estar enamorado y se lo que sufre una mujer al perder al amor de su vida por una batalla sin sentido, que solo beneficiará a otros.

- ah y gual muchas gracias.

Solo asiento y sigo con mi camino. Lo deje vivir por qué vi lo que sufrió mi madre al perder a mi padre, a pesar de que intentaba hacerse la fuerte sabía que en las noche lloraba sin control al entrar ah la habitación que compartían, otras veces la veía abrazada a sus ropas si poder controlar su llanto, incluso ahora la encuentro de vez en cuando en la antigua oficina de mi padre donde está todos los documentos que el tenía y escribía leyendo una y otra vez sus cartas o los libros de cuenta.

Una vez le pregunté porque lo hacía, porque leía todas esas cosas, porque se abrazaba a su ropas y porque dormía en la misma cama, si tanto le dolía y me dijo que era porque así podía sentirlo, cuando leía cualquier cosa que el escribio recuerda su voz hablándole o explicando cualquier cosa y que cuando abraza sus ropas o duerme en la cama  que una vez compartieron puede sentir su calor y su aroma después de decirme todo eso se derrumbó una vez más. Luego de eso no le volví a preguntar nada eh visto a mí madre sufrir por la muerte de mi padre durante años. Y ciertamente no quiero que otra mujer pase por eso si puedo evitarlo.

Luego de un rato cuando ya todos estábamos en el campamento, los soldados habían sido atendidos y los muertos llevados a una tienda de campaña. Estando en mi tienda mi segundo al mando me pregunta

- Su excelencia que aremos ahora.

- Volveremos a casa - Digo - Avísales al resto que descansaremos lo que resta de noche y mañana luego del almuerzo nos marcharemos. Será tiempo suficiente para que todos descansen y para recoger todo el campamento

- Si su excelencia - me hace una reverencia y se marcha.

La verdad es que ya extraño a mi madre. Hace casi un año que no la veo. Y la cartas no son suficientes así que será bueno que el príncipe de Candernal allá decidido retirarse así podré volver a cada antes de lo esperado.

- No ah salido tan mal después de todo. Y muy pronto podre descansar de esta batalla tan estúpida.

El Rencarnar de la VillanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora