23 - Dolor

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Narra Farid

Mi nombre es Farid solo lo recuerdo por qué mi nombre y yo pasamos de emperador a emperador. Durante milenios eh estado pasando de gobernante a gobernante. A pasado tanto tiempo que ni siquiera recuerdo lo que una vez fui, mi vida cuando era ¿Humano, animal, bestia? No lo se, no recuerdo.

Lo único que recuerdo es el dolor, recuerdo que perdí a alguien a quien amaba pero ni siquiera recuerdo su rostro o nombre, otra cosa que también tengo clara es la tortura, fui torturado y puedo asegurar que no fue un solo dia. Creo que por eso amo torturar, aunque solo lo ago con quien se lo merece, no me hago daño a inocentes.

Odio a aquellos que le hacen daño a los niños ¿Que culpa tienen ellos? Son seres puros eh inocentes, la maldad que demuestran es la misma maldad que los adultos les demuestran a ellos, son tan inocentes que no siquiera son consientes de que hacen daño, no se dan cuenta.

Otra cosa que odio es a los padres que creen que por haberlos traído al mundo tienen el derecho a controlar sus vidas. No lo tienen, son sus hijos no sus marionetas, no su maldita extensión, tienen mente propia y pueden tomar sus propias decisiones. Aunque no quieras que cometa los mismos errores que tú porque lo amas no significa que puedas controlar su vida no eres su dueño, un padre o madre apoya a su hijo o hija, no trata de tomar las decisiones por el. Uno tiene que cometer sus propios errores para aprender de ellos porque de los errores se aprende.

Y si no los cometemos, como vamos a aprender.

Hay muy pocas personas en el mundo que tienen mi aprecio u/o admiración. Entre ellos está Mariana, es bastante valiente, cuando se enfrento a mi, pensé que saldría corriendo como todos los demás al verme pero ella solo me echó una mirada y pregunto

-¿Eres una sombra o algo asi?

- Algo así 

- ¿Porque tienes los dientes tan grandes? ¿Para arrancar la cabeza de algo o alguien?

- Probablemente, me a funcionado mucho para esa y otras funciones

- ¿Puedes ver en la oscuridad? Tienes los ojos rojos como los murciélagos.

- Si puedo ver en la oscuridad

- Y...

A pesar de hacer demasiadas preguntas admiro su valentía. Al enfrentarse al mostró que soy,la mayoría en ves de quedarse parado hubiera salido corriendo como alma que lleva el diablo Cómo la perra que estoy torturando justo en este momento.

- Por favor no me hagas nada.

- Lo siento su majestad - le hago una reverencia una reverencia burlona - Pero usted está aquí para pagar sus pecados.

- No hice nada malo, se lo juro - Me da una mirada suplicante

- Tks Tks Tks eres muy mala mintiendo - camino a su alrededor analizando porque parte de su cuerpo podría comenzar, un lugar que no sé atan visible - Yo se todo lo que haz echo, y devo decir que no eres una buena madre. Nunca te ha importado tú hijo, solo te importa lo que te beneficie. - Me pongo en cuclillas delante de ella que está tirada en el suelo en el centro de la celda - Por eso intentaste matar a la mujer de tu hijo y madre de tus nietos. Y por eso vas a pagar

- Por favor, te lo ruego porfavor

- Ruega todo lo que quieras, mientras más ruegues, grites y te lamentes, desearé hacerte mas daño. - Me levanto y camino hasta ponerme en su espalda - Sabes lo único que me detiene de cortar pedacito a pedacito de tu cuerpo - La veo temblar cuando me inclinó sobre ella y suelto mu aliento en su oreja. - Que vas a morir delante de todo el reino y no puedo dejar evidencias visibles de la tortura o será sospechoso. Pero eso no significa que no puedo hacerte daño, mucho daño

Narración Normal

En las manos de Farid apareció un látigo lleno de espinas bañadas con su sangre la cual aumenta el dolor por un millón de veces.

- Llegó tu hora de pagar

El primer azote fue directo al medio de la  espalda de Amelia la cual grito con todas sus fuerzas. Podía sentir las espinas incrustándose en su piel y desgarrando la misma.

- ¡¡NO POR FAVOR PARA POR FAVOR  NOOOOOOOO!! - Amelia gritaba con todas sus fuerzas que se detuviera pero esto no sirvió de nada, cuando llego a los 50 latigazos la ex emperatriz estaba al borde del desmayo.

- Ja que devil - Farid hace aparecer una jarra con agua salada y se la derrama en la espalda de Amelia causando más dolor en ella haciendo que volviera a la lucidez.

- ¡¡Ahhhhhhhh!!

- Despierta emperatriz, aún no emos terminado.

- Ya no más, no más déjame ir.

- O pero mi lady si nos la estamos pasando de maravilla no pensaras en dejarme solo aquí aburrido.

- Solo déjame ir, te lo suplico.

- Tks Tks Tks no puedo hacer eso - camina hasta estar frente a ella y le muestra un cuchillo - Aún no eh terminado contigo, Su majestad el segundo príncipe Alfredo me permitió hacer lo que quiera con usted así que ¿Porque no le hacemos unos recortes a tu bello rostro? - acerco el cuchillo al rostro de Amelia quien la miro con panico.

Narra Amelia

Sentía como ese cuchillo perforaba lmi mejilla derecha gritaba y gritaba pero ese monstruo no me escuchaba o se detenía. Dolía, dolía mucho, sentía como mi espalda daba latigazos y a la vez como ese monstruo perforaba mi mejilla, estaba sufriendo y no le importaba

- Este lado ya esta ahora vamos para el otro

- Detente

- No no no no no si no arreglo la otra parte de tu rostro quedarías muy muy mal. Y no quieres quedar mal verdad.

- Solo déjame, dejame.

- Te dejaré claro que lo hare - me da una sonrisa que me ase temblar más aún - Solo que no hoy, hoy voy a pasarla muy bien contigo

Narrador normal

Por todos los pasillos próximos a los calabozos de escucharon los gritos de Amelia toda la noche.

A la mañana siguiente en la plaza principal los ministros quienes habían sido informados la noche anterior de lo que había echo la ex emperatriz habían dado el anuncio de que se realizaría la sentencia en la plaza principal. Justo al mediodía estaban todos reunidos en la espera de que trajeran a la ex emperatriz, cuando la misma llegó el ministro de justicia  leyó sus crímenes causando un gran revuelo ente los presentes.

La ex emperatriz recibió frutas podridas que le lanzaban los presentes en la ejecución cualquier persona estaría gritando paleando ser inocentes pero Amelia ya no tenía voz la noche anterior había sido un verdadero calvario para ella. Algo que no quería volver a sufrir. Después de que Farid le hiciera varias cortadas en sus mejillas desde su labio hasta debajo de sus ojos en forma de una sonrisa había vuelto a azotarla otras 50 veces más. Otra cosa que hizo fue quemar la palma de sus manos y de sus pies, había metido su cabeza en agua con sal ahogando la una y otra vez sin parar.

La noche había sido un verdadero infierno para Amelia, tanto que estaba ansiosa por que llegará la hora de su muerte.

Había sido condenada a ser quemada en la hoguera viva y fue justo lo que se hizo, en ese reino se creían en las reclamaciones y para ellos el quemar el cuerpo de una persona viva significaba que su alma iría directo al infierno sin la posibilidad de una próxima reencarnación. Nadie de la familia imperial estuvo presente en la ejecución solo la familia de la ex emperatriz  estuvo presente familia que tiempo después fue destruida al intentar vengar la muerte de Amelia.

El Rencarnar de la VillanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora