The Forbidden

Decisiones

Hola! Creo que tardé de nuevo, pero creo que un poco menos que la vez pasada...igual les traigo la siguiente parte, de nuevo no es tan largo, pero espero que valga la pena :D
Hay un poquito de angustia, pero no me odien, así es esta historia...las canciones no son obligatorias, pero ya saben, son para una experiencia más sensitiva...(?) xD
gracias por leer y espero siga siendo de su agrado :3
Canciones: Locked out of heaven- Bruno mars/ Something Stupid- Robbie Williams & Nicole Kidman

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Aziraphale, está todo bien? – Crowley lo miró desde el piso, sobre la alfombra, con su cabello regado entre las fibras como pintura roja

- Te amo tanto...- el demonio se lanzó a besarlo con algo de desesperación y morderlo un poco más, el cuello, los hombros mientras bajaba la camisa y le dejaba expuesto, ligeros besos y mordiscos en el pecho, y por qué no, un poco de jugueteo con su lengua bífida en los pezones de Crowley que dejaba salir ligeros gemidos, no tan fuertes pero muy sugestivos.

-Ha, Aziraphale, hoy si que te estás tomando tu tiempo...- Crowley suspiraba y acariciaba el cabello rizado del demonio, desenredaba y apretaba entre rizos

-Quieres que vaya más rápido?...

-Eh, no...sólo decía...es que siento que estás como cuando comes un postre que te gusta mucho, sueles alargar el tiempo y comes despacio... ¡oh, por el cielo! - mientras el ángel hablaba Aziraphale no dejó de acariciarlo y mientras estimulaba con una mano uno de los pezones, con la otra comenzó a masajear el miembro de Crowley, apretando suave y subiendo, exprimiendo un poco el líquido preseminal

-Creo que eso suena bien, porque esto lo disfruto un poco más que esos postres- Aziraphale volvió a besar el cuello y esta vez mordió un poco más fuerte mientras succionaba, y su mano comenzaba a masajear con un poco más de velocidad la erección que aquejaba a su ángel

-Un poco?...bueno, hmm...ah, siendo tú quien lo di.ah dice, significa mmucho...- los jadeos y gemidos entre la charla les divertía a ambos, porque no sólo era el acto sexual, era una convivencia y compartir en todas las formas posibles combinadas.

Sin previo aviso, Aziraphale se separó y giró a Crowley, levantando su cadera y quedando su trasero bastante cerca, dio pequeños besos y luego mordió de lleno uno de los glúteos, Crowley gritó entre sorprendido, algo adolorido y definitivamente excitado. Aziraphale apretó clavando algunos de sus dientes, pero no muy profundo, sólo un poco que cause un dolor ligero y muy delgados hilos de sangre al soltar.

-Aziraphale, qué...me...siento algo extraño- el pelirrojo dejó de sentir dolor, sino un ligero adormecimiento y calor en la zona mordida y luego un cosquilleo que recorría su cuerpo, terminando por sensibilizar mucho más

-Mi querido, la saliva de los dragones de Komodo es venenosa...puedo serlo un poco también

-Qué?! Ha...pero...- el calor del cuerpo aumentaba desde dentro de Crowley

- No vas a descorporizarte, cariño, sólo intoxiqué un poco tu cuerpo para tener una experiencia diferente...y más intensa...

-Me...drogaste?- el ángel parecía molesto

-No, estás en tus sentidos, si quieres que me detenga dilo, un chasquido y elimino el veneno de tu cuerpo

Segundos de silencio y pocos centímetros de distancia le hicieron sentir un poco el frío a Crowley, bufó y negó con la cabeza.

-La próxima vez, me gustaría que me avises antes, gracias...- continuó jadeando con el calor y sin moverse de su posición

Aziraphale sonrió para sí mismo, y tomó de la cadera nuevamente a Crowley, acercándose y preparando con su lengua la suave entrada del ángel, lamiendo alrededor y entrando de a poco.