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⠀⠀─⠀Tenemos que ponerle un nombre.
Agregó el pelinegro cruzado de brazos, luego de una larga charla acerca de los horarios y los cuidados que demandaba cuidar al pequeño animalito. Satoru que en todo ese tiempo se mantuvo callado, lo miró con una ceja alzada.
⠀⠀─⠀¿Es realmente necesario? Que se llame conejo.
⠀⠀─⠀Si y no.
Con exasperación, Satoru viró los ojos. Venía esperando desde hace mucho que aquella conversación finalice como para que ahora sea prolongada solo por una riña en la cual se debatiría el nombre de un animal que en unos meses ya no estaría con ellos.
Perfecto, simplemente perfecto.
⠀⠀─⠀Bien, se llamará Pancracio.
El gesto indignado de Suguru generó la risa del albino quien tuvo que ocultarla apoyando la barbilla en su mano. Todo para no causar más problemas.
⠀⠀─⠀¡No se llamará así! Que feo nombre.
⠀⠀─⠀A mi me gusta.
Suguru bufó.
⠀⠀─⠀No. Además es hembra.
⠀⠀─⠀Entonces Gilberta.
Suguru enarco una ceja, esperando que lo que dijo el albino fuera broma. Porque si, lo conocía, ese chico vivía de las bromas; desayunaba bromas, almorzaba bromas, cenaba bromas ¡Su vida misma era una broma!
La mirada persistente de Suguru esperaba ansioso la risa de Satoru, más la seriedad que mantuvo el contrario le indicó que no lo era.
⠀⠀─⠀¡No se llamará Gilberta!
⠀⠀─⠀Es mejor que Pancracia.
Excusó levantando ambas manos. Suguru resopló, cansado de tanto disparate que tuvo que escuchar toda esa tarde por parte de su compañero.
⠀⠀─⠀No se llamará Gilberta, he dicho.
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