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⠀⠀─⠀¿Cómo dices que se llama?
⠀⠀─⠀Gilberta.
Respondió Satoru, saliendo de la cocina de Suguru con una bolsita de papas chips en las manos. Nanami frunció el entrecejo en dirección de Suguru quien rápidamente se excusó.
⠀⠀─⠀Idea de Satoru.
Nanami hizo una mueca de disgusto.
⠀⠀─⠀No quiero imaginarme cuando tengas tus propios hijos Satoru. Pobre de ellos.
El nombrado se encogió de hombros, restándole total importancia a sus palabras. Como a todo en la vida.
Se sentó al lado de Suguru y apunto con su dedo a Nanami que lo escudriñaba con la mirada.
⠀⠀─⠀En fin ¿Qué haces por aquí?
⠀⠀─⠀La pregunta iría más bien para ti ¿Qué haces tu aquí? Porque yo he venido a ver a MI amigo.⠀─⠀remarcó el MI señalando a Suguru.
⠀⠀─⠀Vine a cuidar a Gilberta.⠀─⠀señalo a la pequeña conejita que yacía despierta pero descansando a un lado.
⠀⠀─⠀Creí que habían acordado un día cada uno.⠀─⠀se dirigió nuevamente a Suguru. El pelinegro se balanceó en su lugar.
⠀⠀─⠀Ya ves como son las cosas.
Respondió con simpleza. Pero muy en el fondo Suguru también se preguntaba cuando fue que tener a Satoru prácticamente todos los días en su casa se volvió una costumbre.
El chiste de cuidar a Gilberta ya no se lo comía. Sentía que había algo más por mucho que intentará negarlo.
Dirigió su mirada al albino, quien con una zanahoria en mano que no notó antes lo acercaba a Gilberta. La conejita muy curiosa levantó sus orejitas en dirección a Satoru, siendo seguida por Bobby, el conejo de Nanami y Yu. A quien por cierto Satoru llamó perro porque según él tenía nombre de uno.
Sin darse cuenta sonrió con parsimonia.
Regreso su vista a Nanami encontrándolo con una mirada que sintió le calaba hasta el alma. Casi podía jurar que le estaba leyendo la mente en esos momentos. Y la sonrisa que le dio segundos después de una intensa mirada, lo hicieron tensarse al sentirse descubierto ¡Y ni siquiera sabía de que!
Estuvo a punto de replicar con lo primero que se le viniera a la mente cuando el grito de Satoru llamó la atención de ambos.
⠀⠀─⠀¡Hey no! ¡CON MI HIJA NO!
Bobby perseguía a Gilberta.
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