Cinco

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"Señor Hwang..." la dulce voz de Jeongin interrumpe sus pensamientos. "Hyunjin" insiste por novena vez en el día. Jeongin rueda los ojos y le da una mirada resignada. Aún a pesar de las semanas que llevaba en el trabajo, le costaba separar lo que hacían dentro y fuera de este. Y Hyunjin no lo hacía fácil. Su preferencia hacia él era notoria y aunque lo disfrutaba le atormentaba que se pudiera malinterpretar. "Eres mi jefe, ¿Cómo pretendes que te llame Hyunjin frente a todos?" Replicó con una risita a pesar del estrés. "Da igual lo que piensen"

"Eres increíble, van a pensar terriblemente mal, Hyunjin" dice en respuesta. "Estarán pensando bien de hecho" molesta al más joven quien parece poco impresionado cruzándose de brazos. "¿Te molestaría que supieran que estamos juntos?" Preguntó haciéndolo parpadear por la sorpresa. "No, por supuesto que no" respondió con tranquilidad. "¿Pero no sería malo para ti o para la empresa o incluso para las pasantías? Es decir, ¿No está prohibido?" Trato de explicarse acercándose a su lado y mirándole con atención. Hoy Jeongin llevaba un suéter azul oscuro de cuello redondo que hacía resaltar sus ojos y su bonita sonrisa.

Se le hace difícil pensar en algo más que no sea en lo hermoso que es.

"Por supuesto que no. No somos una empresa tradicionalista. Cada quien puede hacer su vida como desee"

Tenía sentido. De hecho, había tomado nota de muchos puntos interesantes que manejaba la empresa. Realmente no había un código de vestimenta rígido, la hora de la comida era tan variada y cómoda que se sentía en una cafetería con sus amigos, todos tenían horarios flexibles y el ambiente laboral era impecable. Era un sueño. Y aún así empezaba a sentir que no merecía estas cosas, sentía que no las había ganado por mérito propio, lo cual era ridículo pero no lo podía sacar de su cabeza.

"Oh está bien" asintió inseguro mirándolo de reojo antes de volver a concentrarse en los papeles que le habían encargado.

Hyunjin lo miró a detalle sabiendo que había algo que continuaba inquietando al pelinegro, abandonó su asiento tras el escritorio y se acercó a donde Jeongin estaba sentando, apoyando el peso en una de su rodillas terminó a su lado. "Hay algo que te sigue molestando" dijo haciendo que lo mirara. "Puedes decirme qué es" invitó sintiéndose inquieto por la incertidumbre de no saber qué pasaba por la cabecita del más joven. "Es tonto" intentó evadir. "Si te molesta es importante"

Jeongin lo miró dudoso. Había una clara pena en ellos. Llenos de algún tipo de temor e... inseguridad. "Me das más de lo que yo te puedo dar a ti" confesó en un hilo de voz. Le tomó un segundo procesar lo dicho. Nunca había pensado en algo así. Pero por la forma en que Jeongin evitaba su mirada, era evidente que tenía tiempo comiéndose la cabeza con eso. No se había esperado aquello. "Temo que pronto descubras que mereces alguien mucho mejor que yo"

Era un miedo razonable al menos para Jeongin. Hyunjin era un hombre maduro con toda una vida hecha y estable. Jeongin no tenía nada para mantener a alguien cómo Hyunjin interesado.

¿Como podía competir cuando el hombre se rodeaba de gente igual de influyente, madura, hermosa e inteligente que él? No podía. Él solo era un tipo común algo demasiado torpe y con un montón de problemas siguiéndole el paso.

El mayor guardó silencio lo que lo sumergió en más miedos tontos hasta que este suspiró y lo tomó por el mentón conectando sus miradas.

"¿Quién te hizo creer que una relación se trata solo acerca de lo que puedas dar?" Infirió con absoluta seriedad. La misma clase de seriedad que Jeongin ya había conocido en algunas de las reuniones y conferencias a las que había tenido que acompañarlo siendo su asistente. "Si no es así, ¿entonces?" Preguntó sin entender.

"Parece que te han estropeado un poco el significado real de una relación" dijo con algo de resentimiento recordando el desagradable encuentro con su ex.

Señor Hwang || Hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora