Señor Hwang || Hyunin

Ocho

Hyunjin sonrió sin notar la tensión en el ambiente, pasó su brazo por la cintura de Jeongin y besó su frente antes de mirar a su hija quien aún sostenía la puerta abierta.

"Yeji él es mi novio, Jeongin y Jeongin ella es mi hija, Yeji" los presento con un tono alegre y relajado siendo ignorante de la tensión entre ambas personas.

Ninguno dijo nada.

Hyunjin los miró confundido. "¿Qué pasa?... ¿Se conocen?" Preguntó al notar la forma en que ambos se miraban incómodamente.

"¡No!" Chilló la pelirroja nerviosamente antes de que Jeongin pudiera decir cualquier cosa. "No no lo conozco" negó apresurada.

Jeongin aclaró su garganta y asintió. "Es un gusto al fin conocerte" dijo de manera cordial antes de ofrecerle la mano a la chica quien se cruzó de brazos y se negó a aceptarla.

El mayor no había esperado esa reacción de su hija. Ella había estado más que feliz cuando habían hablado hace unos minutos sobre Jeongin, ¿Que había cambiado de pronto?

"Yeji..." reprendió con el color subiéndole por el cuello debido a la vergüenza. Yeji rodó los ojos sin querer ocultar su desgano. "Digo lo mismo" murmuró solo por salir de la situación que cada vez empeoraba. Pero eso no convenció a su padre quien frunció el ceño al notar el disgusto en su voz.

No lo entendía. Ella había estado de acuerdo incluso cuando supo que era un hombre y alguien más joven, ¿Por qué ahora actuaba así?

Jeongin sonrió desganado y asintió. "Creo que será mejor que venga después... no quiero incomodar" intentó susurrar y demostrar tranquilidad ante la situación pero Hyunjin podía ver la inseguridad en su mirada. Él no quería que Jeongin se sintiera así. Pero cuando miró a su hija, esta parecía nerviosa y a la defensiva, asustada.

No podía dejarlo pasar.

"No" dijo y su respuesta fue inesperada para ambas personas. "Espérame un momento en la habitación, ¿Está bien?" Pidió en un tono dulce a lo que Jeongin solo asintió e hizo el amague de darse la vuelta pero lo tomó de la mano y dejó un beso en su dorso. "Seré rápido" prometió. Aún consciente de que Jeongin había necesitado hablar con él antes de todo este encuentro inesperado.

El pelinegro sonrió encantado y se dirigió al pasillo.

Ahora en completa soledad, Hyunjin se disponía a hablar pero finalmente llegó el domicilio. El chico miró entre ambos siendo consciente del posible mal momento en que los había atrapado y trabajo rápido, despidiéndose en cuanto tuvo su dinero.

Cerró la puerta y suspiró. Yeji parecía pretender que nada había pasado, revisando las bolsas y buscando su pedido.

"Yeji..." la chica negó y se adentró al comedor. La siguió de cerca. "Hija, ¿Qué fue eso? Hace unos minutos parecías de acuerdo con todo"

"Papá solo vete con él, debe estar esperándote" murmuró sin ánimos de hablar. Cada uno de sus movimientos eran tensos y nerviosos.

Frunció el ceño escéptico. "No, dime ahora mismo que te molesta" ordenó.

La pelirroja suspiró y miró al pasillo.

"No es nada, ¿Bien? Solo fue sorpresivo"

Pero Hyunjin no creía en ello.

"¿Te molesta la edad? ¿Que sea un hombre? ¿Qué es? Dime y lo hablaremos. No quiero que te sientas de lado, pase lo que pase tú siempre serás mi hija. Y te aseguro que no estaría con Jeongin si él no fuera un buen chico, dale una oportunidad"

Yeji intentó no llorar porque esto solo estaba siendo el resultado de todos sus errores. El karma le estaba dando una bofetada.

"Imagino que si" asintió cohibida. "No pasa nada, solo me sentí muy tímida al verlo" hizo una confesión a medias. "Dile que lo siento" se forzó a decir, clavando sus uñas en su palma.