Cita

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Me miré como por cuarta vez al espejo. Llevo una blusa ajustada y un jeans. El pelo ondulado cayendo como olas.

Suspiré, estoy nerviosa. Solo es Edgar por Dios!.

Me quedé mirando mi reflejo aun no decidida.

Bajé las escaleras y sentí una punzada en mi corazón. Un Edgar sexy estaba en mi sala platicando con mi madre, al ver mi presencia me miró con un brillo en los ojos. ¿Brillo? No eso tiene que ser que está llorando porque saldrá con la persona que mas odia. Sonreí amistosamente y lo saludé con un beso en su mejilla.

Al oler su perfume mi corazón se aceleró. Este perfume era diferente a todos los que habían pasado por mi olfato. Este si que olía jodidamente bien. Nunca he sido amante a estos pero es que este en particular es delicioso.

-Hola.-Dijo Edgar sacándome de mis pensamientos.

-Estas en buenas manos.-Dijo mi madre dándome palmadas en la espalda.

Osea no estoy unos minutos y Edgar le comió el cerebro a mi madre. Me está raro porque ella no coge confianza tan rápido.

-Ehh como digas.-Dije con el ceño fruncido.

Edgar me llevó a su auto y me abrió la puerta. Rodé los ojos ante su caballería. Es tan hipócrita me odia y le cae bien a todos menos a mi.

-Le comiste el cerebro a mi madre.-Dije mirándolo conducir.

-No. Le caigo bien a todos menos a ti que es diferente.-Dijo sonriendo con descaro.

Claro que me cae mal si el primer día me trató como mierda.

-¿Que le hiciste? ¿La amenazaste?.-Dije sonriendo burlona.-¿Le dijiste que no te mirara?.-Dije alzando una ceja.

-Supéralo!. No te conocía y me querías comer con la mirada.-Dijo coqueto.

Idiota. No hay otra palabra.

-Oye eras el nuevo, es lógico.-Dije rodando los ojos.-Arrogante.-Murmuré.

-No lo soy. Pero es de mala educación hacerlo.-Dijo con los ojos aún en el camino.

-Como digas.-Dije dándome por vencida.-¿A donde vamos?.-Pregunté mirando el camino el cual no reconocía. Espero que no me rapte y haga venganza de mi carácter con el.

-Sorpresa.-Dijo dando una pequeña sonrisa.

Miré el carro con detenimiento. Este carro me era conocido. ¿De donde?.

-¿Que te pasa?.-Preguntó Edgar al ver mi expresión confundida mirando todos los lugares de el carro.

-Este carro lo he visto antes.-Dije mirando una pequeña decoración que adornaba el retrovisor.

Edgar sonrío como si supiera algo que yo no se. Fruncí el ceño y lo miré fijamente.

-Me dirás todo.-Dije molesta.

-No pasó nada.-Dijo alzando los hombros.

-Eres Edgar, pasó todo.-Dije rodando los ojos.

Se que estoy siendo muy fría con el. No me arrepiento, el fue así cuando pudo ser amable. Soy orgullosa lose, tengo que mejorarlo.

-¿Que cuentas de ti?.-Dijo rompiendo el silencio.

-No mucho.-Dije indiferente.

-Me dijeron que tenías un novio, Brandon.-Dijo apretando la mandíbula.

-Eso no te importa.-Dije seca, mirando la ventanilla.

Brandon era un tema del que no quería hablar. Nos dejamos el año pasado y todos saben el daño que me hizo. Lo mas estupido es que el era igual a Brandon. Su misterio, su carácter. Por eso lo odio tanto.

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