-Que bueno que quisiste venir hija, esto es muy importante para mi.-Dijo mi padre mirándome por el retrovisor.
Estaba de camino a la casa de campo. Como dije no fui al instituto y ya tengo diez llamadas perdidas de Nany, esta bien que se preocupe por mi pero exagera demasiado, no será el fin del mundo, que se calme un poco.
-Lose papá.-Contesté, se que soné un poco seca pero es que me alegro por el pero no puedo estar completamente feliz si mi mamá no lo está.
-Deja que conozcas a Mark, es un buen muchacho.-Dijo este tratando de entablar una conversación.
-¿Mark? ¿Quien es el?.-Pregunté dudosa, nunca había escuchado ese nombre en la familia.
-El hijo de tu nueva madrastra.
-Oh, mi madrastra.-Se me había olvidado un poco que estaba allí por esa razón.
-Si, se llama Bianca, es un encanto, deja que la conozcas.-Estaba muy animado para poder creerlo.
-Eso espero-Suspiré.
Nunca he tenido bonitos recuerdos con todas las que han sido novias de mi padre, este coge a las mas interesadas, las que solo quieren su dinero. Todas me han odiado, creo que es porque tampoco le hago la vida muy fácil que digamos, si me dan mala impresión de la primera se chavaron.
Llegamos a la gran y extrañable casa de campo, la echaba de menos. Aquí tengo muchos recuerdos de pequeña. Éramos muy felices sin duda, pero no hay vuelta atrás. Aunque que raro que hayan escogido este lugar para conocerla, casi siempre era en restaurantes donde las conocía y no duraba mucho ahí.
-Hola, soy Bianca.-Dijo una mujer bastante hermosa y sencilla dándome un fuerte abrazo.
-Hola.-Contesté un poco tímida.
Ella es totalmente diferente a como me la imaginaba, pensaba que era mas elegante. Esta es bien sencilla pero hermosa sin tener que usar kilos de maquillaje, tiene una sonrisa muy hermosa, unos ojos azules muy penetrantes y es muy pálida. Esta mujer se parece a alguien, solo que no recuerdo ahora quien.
-El es mi hijo Mark.-Señala a un chico igual a ella.
¿Mark? Ya se quien es. El nuevo de mi escuela. El que se sentó a mi lado.
-¿Tu?.-Pregúntamos los dos al mismo tiempo, seguido unas carcajadas.
-¿Se conocían?.-Pregunta mi padre integrándose a nosotros.
-Si, va a mi escuela.-Respondo mirando como mi padre abrazaba a Bianca, de verdad se ve bastante enamorado. Quisiera que mi madre también estuviera así.
-Que bueno que se lleven bien.-Dice Bianca muy contenta.
Entramos a la casa y desempaqué mis cosas en la que siempre fue mi habitación, sigue igual, tal y como la había dejado. Miré una esquina de mi cajón y como sabía, mis iniciales siguen ahí. Cuando pequeña me encantaba poner mis iniciales en todo, me hacía sentir adulta.
-¿Vienes a la piscina?.-Pregunta Mark en la puerta.
Creo que no me acostumbraré a tener un hermano.
-Si, ahora me cambiaré.-Dije sacando mi traje de baño que estaba en la maleta.
Este sonríe y se va para darme mi espacio. Me visto rápido y salí a la alberca. Llevo mucho tiempo sin meterme en una, no soy tan amante a estas pero cuando estoy en ellas las disfruto hasta lo último.
Me senté en el borde y puse mis pies adentro, estaba fría. Muevo los pies creando ondas y las miro pensando. Unas imágenes pasaron por mi mente, estaba en un armario. Edgar estaba bastante cerca para mi gusto. Sentía mi corazón latiendo a mil por minuto y un calor que invadía mi cuerpo. Mis manos sudaban, pegué a Edgar a mi y...
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Soy adicta al juego
RomanceSoy Meliza pero todos me dicen Mel. Tengo 18 años y mi vida cambia hasta jugar el nuevo juego que hay entre los adolescentes "El Juego". No fue el juego como tal quien cambió mi vida, solo jugar con el chico equivocado, Edgar "Ed". Ese chico popular...