Llevo como media hora en el parque con Mark, estuvimos en los columpios y hablamos de las actividades que harán este último año.
-Yo espero que no hagan muchas, odio esas cosas.-Digo negando con la cabeza.
-¿Porque? Casi todas las chicas se desviven por tener su galán y su baile perfecto.-Imita a una chica bailando, se ve bien raro.
-Pues no soy ese montón, las fiestas, los bailes y toda esa mierda no es lo mío.-Digo sonriendo ante su estúpido baile que ahora era mas intenso.
-¿Y que es lo tuyo?.-Deja de bailar y me mira a los ojos esperando mi respuesta, se veía mas interesado en lo que pensaba.
-Los lugares mas solitarios, algo mas cerrado, mas alejado de todos. El silencio, donde no se vean un grupo de adolescentes haciendo estupideces.-Digo imaginando un lugar de esos, leyendo un libro y todo en silencio.
-Wow, eres muy cursi.-Dice burlón.
-No es cursi idiota, solo me gusta la privacidad. Me siento incomoda en los lugares muy llenos.-Digo dándole en el hombro.
-Yo pensaba que eras de las que se pasaba en fiesta.
-No me conoces muy bien Mark.-Digo negando con la cabeza.
Llegamos a unos asientos que se veían bastante cómodos, nos sentamos y nos relajamos, habíamos caminado bastante.
-Por lo que el me decía pensé que eras diferente.-Dice observando cada parte de mi cara.
-¿Quien?.-Pregunto confundida.
-Ohh nada, estoy loco.-Niega rápido con la cabeza.
Siento que está mintiendo, pero ¿quien le hablaría de mi? Osea nadie me conoce muy afondo en el instituto. No me gusta abrirme a todos.
-¿Quieres helado?.-Señala una heladería que llamaba mucho la atención. No me podía negar a un helado, no puedo, enserio. Decidí pasar eso por alto y me paré para encaminarnos a esta.
Entramos y era muy divertida, habían pinturas y muchas cosas para entretener a los niños. Nos paramos frente al mostrador.
-Uno de menta con chispas de chocolate.-Digo muy decidida, ese es mi favorito.
-¿Algo mas?.-Pregunta la chica mirando a Mark esperando su pedido.
-Si, uno de pistacho con chocolate duro por encima.-Nunca había probado ese, solo los que siempre como: vainilla, chocolate de menta y el regular, fresa.
La chica nos extendió los vasos y Mark pagó, nos sentamos en una de las mesas del local y nos quedamos en un gran silencio.
-¿El de pistacho sabe bueno?.-Rompo el silencio.
-Si, ¿Quieres?.-Extiende su cuchara hacia mi con un poco de este.
Cuando abro la boca este idiota riega el mantecado en toda mi cara. Lo fulmino furiosa con la mirada.
-¿Que mierdas haces?.-Limpio mi cara con una servilleta pero aún estoy pegajosa.
-Querías probarlo ¿no?.-Dice burlón.
Cojo mi mantecado y se lo espeto en la nariz, dejando parte de la boca llena de este.
-Ahora te vez comestible.-Digo sonriendo con victoria.
-¿Quieres comerme?.-Pregunta coqueto.
-Claro que no.-Pongo cara de asco.
-No lo niegues, esperaste este momento para comerme.-Sonríe burlón.
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Soy adicta al juego
RomanceSoy Meliza pero todos me dicen Mel. Tengo 18 años y mi vida cambia hasta jugar el nuevo juego que hay entre los adolescentes "El Juego". No fue el juego como tal quien cambió mi vida, solo jugar con el chico equivocado, Edgar "Ed". Ese chico popular...