-¿Se iban a besar?.-Gritó Nany en la cafetería llamando la atención de unas miradas.
Nose porque le conté, pero se lo tenía que contar a alguien.
-No exageres.-Dije rodando los ojos.
-Mel, ¿Te gusta?.-Preguntó y esta vez su voz sonó seria.
-Claro que no. Me ofendes con tan solo pensarlo.-Dije ofendida.
Odio a Edgar, no me gustaría. O por lo menos eso creo.
-Te conozco mas que tu a ti misma.
-Pues me conoces mal.-Dije cruzándome de brazos.
Unos murmuros empezaron a sonar mas y mas fuertes, pasé mi mirada a la entrada de la cafetería y ahí estaba el. En sus brazos estaba la famosa zorra del instituto.
En ese momento sentí que agarraban mi corazón fuertemente hasta explotarlo. Mi cuerpo se tensó y mis manos no sabían donde parar, recorrían mi rostro desesperadamente.
-Creo que lo cogio desprevenido.-Dijo Nany tratando de remediar las cosas al ver mi desesperación.
-No soy ciega Nany, el la esta besando.-Dije mirando el suelo.
Mis ojos empezaron a aguarse, no iba a llorar como idiota frente a todos. Pero este extraño sentimiento, decepción. ¿Porque cuando les doy mi confianza me decepcionan?. Tragué saliva fuertemente y cerré los ojos, tratando de calmar las lágrimas y los abrí al asegurarme que no lloraría.
-Pregúntale.-Dijo Nany con una expresión de pena.
No le quiero dar pena a nadie. Que se vaya a la mierda, lo odio.
-No importa, estábamos jugando con el amor y el que se enamora pierde, yo perdí.-Dije bajando la vista para que Nany no me vea de esta manera, rota.-Otra vez, perdí.-Dije poniendo la cara en alto y sacando la mejor de las sonrisas.
Nadie me verá triste y menos por este idiota. El es igual a su primo Brandon, idiotas.
-Si quieres vete, les digo a todos que te enfermaste.
-No, no le daré el gusto. Ahora voy a jugar, no perderé mas.-Dije alzando una ceja.
-Esta Mel nunca me a gustado.-Dijo arrugando las cejas.
Hace mucho no me sentía así, decidida.
Sonó el timbre y recogí mis cosas con rapidez y al salir empujé a Edgar por el hombro, este me mira molesto y luego confundido. Salgo como toda una triunfadora y me dirijo a mi primera clase.
(...)
Ahora voy a Arte, en esta me toca con el idiota de Edgar. Me senté rápido en una silla al fondo y un chico muy guapo, pelo negro y con unos ojos azules penetrantes me mira tímido. Era nuevo, nunca lo había visto por aquí.
-¿Puedo sentarme a tu lado?.-Pregunta poniéndose mas pálido de lo que es.
-Claro, no muerdo.-Sonrío burlona. Este sonríe y se sienta.
Edgar entra y corre su mirada por el salón buscando algo y sus ojos paran en mí. Se tensa y lo dejo de mirar.
-Chicos, quiero que busquen a su compañero del lado y digan lo que piensan de ellos.-Dijo la maestra mirándonos a todos.
Odio estos trabajos en grupo. Fue pareja por pareja hasta que llegó a mi.
-Meliza y Mark de pie.-Dijo esta, no sabía quien era Mark hasta que el chico de orita se pone de pie.
-Pienso que ella es amable, bonita y divertida.-Dijo este mirándome tímidamente.
-¿Y tu Meliza?.-Me apura la maestra.
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Soy adicta al juego
RomanceSoy Meliza pero todos me dicen Mel. Tengo 18 años y mi vida cambia hasta jugar el nuevo juego que hay entre los adolescentes "El Juego". No fue el juego como tal quien cambió mi vida, solo jugar con el chico equivocado, Edgar "Ed". Ese chico popular...