Sexto Capítulo

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En la penumbra de su habitación, Yeosang despertó sobresaltado, con el corazón latiendo desbocado en su pecho. El sudor frío perlaba su frente mientras intentaba recuperar el aliento. Había tenido un sueño inquietante para el, había soñado con alguien el cual tenia un aura parecido a la de Jongho y aspecto también.


Para tranquilizarse decidió ir a la cocina y prepararse una taza de café con leche. se sentó en la mesa a disfrutar de su café con leche caliente mientras recordaba y extrañaba a jongho. 


Pero recordó que tiene que ser fuerte y resistir a ese deseo de encontrarse con Jongho, ya que sabe que aunque se reencontraran seguramente sus padres volverían a intervenir algo que no quería así que decidió que esperaría y así mientras andaba pensando el sonido de su celular lo despertó de ese pensamiento decidió levantarse a la mesa y dirigirse a su habitación donde tenía su celular.


Al entrar en su habitación, la oscuridad lo envolvió como un abrazo protector y la frialdad del suelo se le metió en la piel. Sus pensamientos volvieron a su amado y lo echó tanto de menos. Apartó la mirada de la cama y se dirigió al armario donde guardaba su celular.


Sus dedos temblorosos abrieron la puerta del móvil y en la pantalla vio una notificación de mensaje nuevo. Corrió la mano por el brazo hasta tocar el teclado y abrió la mensajería. Era de su compañero, el que había prometido colaborar con él en la canción. "Hola, espero que hayas pasado bien la noche. Me siento un poco mejor en estos momentos, pero estoy listo para volver al trabajo mañana. Estoy emocionado por lo que tenemos por delante. ¡Vamos a crear algo genial, ¿verdad?".


Un sentimiento de alivio y esperanza se apoderó de Yeosang al leer esas palabras. De repente, la oscuridad de su habitación parecía menos apremiante y la frialdad del suelo, un poco menos amenazadora. Miró el reloj, aún era temprano y decidió dormir un poco más. Sin embargo, el pensamiento de tener de vuelta a su compañero y la promesa de crear algo maravilloso juntos lo mantuvo despierto, con una sonrisa en sus labios.


Al amanecer, Yeosang se levantó con renovada energía. La luz del sol iluminaba su habitación, prometiendo un día luminoso y soleado. Se vistió con ropa cómoda y se dirigió a la cocina para prepararse un desayuno ligero. El olor a café y a pan caliente lo animó y le devolvió un poquito de la alegría que echaba de menos.


Salir a pasear por el parque parecía una buena idea, así podría tomarse el tiempo para disfrutar del día y, al mismo tiempo, pasar el rato hasta que llegara el siguiente día para comenzar las practicas con su colaborador. El cielo estaba despejado y los árboles flotaban suavemente con el viento, creando un silbido melódico que parecía una pieza de música hecha a medida. Yeosang caminaba despacio, disfrutando del paisaje y sintiendo el sol calentar su piel.


El parque era un lugar acogedor, con bancos a lo largo de un arroyo donde las peces brillaban al sol y los pájaros cantaban desde los árboles. Yeosang se sentó en uno de esos bancos y contempló el panorama. Pensó en su proyecto con su compañero y se preguntó qué clase de música crearían juntos. Sería algo diferente a lo que comenzó haciendo, algo con más vida y alegría. Le gustaba la idea de explorar nuevas posibilidades y salir de su zona de confort.


De repente, recordó aquella vez en que iba de paseo con su amado y él lo llevó a un parque similar. Los recuerdos se le agolpaban en el pecho, le hacían falta sus besos y sus risas. Aunque lo intentaba evitar, el dolor de su ausencia volvía a afligirlo.

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