El Gatito de Park -Jimsu-

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A la mañana siguiente, Yoon despertó con dolor de espalda por la mala posición en la que había dormido con tal de no despertar a Jimin, su calor había bajado por ahora.

-Amo...- susurro viéndolo dormir profundamente -necesito ir al baño- susurro esperando no ser regañado.

-ve y no me molestes- se aferró más al pequeño cuerpo de Yoongi aún adormilado.

-pero ¿cómo?- miro la cadena en su cuello, no le traía lindos recuerdos, aún así se aguanto las ganas de ir al baño y se mantuvo en silencio aguantando con todas sus fuerzas los ronroneos que salían involuntariamente de su cuerpo solo por ver el rostro tranquilo de su amo.

Observo sus manitas, tenia varias cicatrices que adornaban principalmente sus muñecas, no le dolían y se las había echo Jimin así que estaba tranquilo con ellas, le guardaba cariño a cada línea blanca en su piel aunque le dolió bastante cuando estaban abiertas.

Recordó mientras se distraía de sus ganas de ir al baño, la cicatriz más grande que tenía fue debido a su culpa así que no le gustaba tanto y es que recordaba vivientemente como había pasado.

Su amo lo había herido con un cuchillo cuando intentó robar un trozo de pan de la mesa, tenia mucha hambre y no quería pagar por la comida ese día, aunque no le sirvió de nada su esfuerzo, termino siendo brutalmente forzado ese día, Jimin se divirtió mucho sin importarle la herida en el brazo del niño.

Se removió incómodo dejando sus recuerdos de lado, no le agradaban a pesar de que Jimin era parte de ellos. Tuvo que esperar alrededor de dos horas más antes de sentir a Jimin removerse a su lado.

-Hola amo- susurro esperando no ser regañado, no quería ser insistente pero de verdad necesitaba ir al baño lo antes posible. -¿Puedo ir al baño?.

-¿No fuiste ya?- se estiró rebuscando su teléfono bajo la almohada olvidando completamente que Yoongi estaba encadenado a la cama. -¿Desde cuando me pides permiso? Solo ve.

Yoonie se quedó sin habla llevando sus manitas con rapidez a su entrepierna al sentir como su esfínter aflojaba por completo ante las inmensas ganas. Se orino encima.

-¿Es enserió mierda? ¿Tienes dos años?- se levantó de la cama asqueado al sentir su pantalón húmedo. -¡¿Qué te pasa?!- grito jalando las mantas.

Yoonie lo miro aterrado, bajó sus orejitas sin poder hablar y es que no había sido su intención de ninguna manera, su cuerpo lo traicionó.

-Y-yo...

-Ve a bañarte, muévete- dejo las mantas tomando en su lugar el brazo del menor, su enojo lo segó tanto que lo jalo con fuerza con intenciones de arrastrarlo hasta el baño; sin embargo no lo logro.

Yoongi soltó un chillido de dolor cuando la correa lastimó su cuello debido al jalón que Jimin le dio, su pánico aumento y su cuerpo tembló con intensidad. Jimin lo notó y sólo hasta ahora se dio cuenta de lo que pasaba. Por fin notó que el híbrido estaba atado y recordó lo pasado el día anterior.

-Yoon... discúlpame- murmuró aflojando su agarre -no me acordaba.

-l-lo voy a limpiar amo- susurro llevando su manita a su cuello lastimado -¿p-puedo ir al baño?- creyó no tener derecho de pedir permiso, menos cuando había mojado la cama de su amo.

-Ve- quitó la correa de la cabecera de la cama para darle mayor movilidad a su gatito con un miedo enorme a soltar la correa de su cuello. -te atare a la regadera para que te bañes mientras limpio la cama- lo guió al baño.

El pequeño Yoon negó dejándose llevar, no quería llevarle la contraria a su amo pero aun así se atrevió a hablar sigilosamente.

-Yo... puedo cambiar las mantas... cuando termine de bañarme- sonrío muy levemente ocultando su sonrisa tras sus manitas al recordar el gran detalle de que a su amo no le gustaban sus sonrisas.

-Lo haré yo- ató la correa de Yoon a la regadera y salió del baño dejando desilusionado al minino.

-No debes sonreír- susurro pellizcando su manita mientras se desnudaba -No debes sonreír- se metió con miedo a la ducha, el agua no le agradaba nada pero tenía órdenes que cumplir. -No debes sonreír.

Una vez que terminó salió de la ducha y se mantuvo en silencio parado lo más cerca que podía de la puerta, tenía prohibido alzar la voz así que no sabía como llamar a su amo para que pudiera escucharlo.

-¿Amo Jimin? Terminé- se abrazo a si mismo con el frío recorriendo su cuerpo -amo- mordió su labio él no podía desatar la correa porque tenía un candado al igual que en su cuello.

Jimin por su parte miraba su teléfono esperando escuchar a su bonita molestia llamándolo para que lo sacara del baño, se encontraba recostado en el pequeño sofá de la habitación ya que le asqueaba estar en la cama seguramente mandaría a tirar todo lo que había en la habitación y lo reemplazaría.

-Amo... ya terminé- alzó solo un poco más su voz dejando de ser un susurro pero sin ser fuerte aún. Nadie a más de 10 pasos podía escucharlo, menos si había cuatro paredes de por medio.

En las reglas que Jimin le había puesto estaba siempre tener una voz suave o mantenerse en silencio si no tenía nada bueno que decir, la único excepción sería a la hora del sexo o de la masturbacion, entonces...

¿Debía tocarse para poder gritar?

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