Capítulo 12.

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Dylan.

El primer arriesgarse fue besarla para que Millie se vaya del departamento y entienda que no va a pasar nada entre nosotros. La reacción de Faith de volver a besarme no la esperaba, pero se la agradezco por el simple hecho que me dió ese valor que necesitaba para darle los besos que deseaba hace años. No puedo ocultar que se revivieron muchas cosas del pasado, la convivencia nos confundió o mejor dicho nos abrió los ojos para que dejemos de ver a los costados sino que empecemos a mirarnos como sabemos que lo hacemos, mejores amigos que se tienen ganas hace décadas.

El segundo riesgo que tomé fue decirle lo que sentía, lo había pensado tanto estos días a su lado de como me sentía y veía que nuestra amistad se estaba por complicar sino dábamos este paso. Como dije no estamos en la edad de quedarnos en las ganas, pensando las cosas y por eso me arriesgué al punto de saber que todo se podía ir al carajo. Ella sentía lo mismo, su boca se volvió mi adicción y es ahí donde terminé de entender que Faith Salvatore no es ni será cualquier mujer en mi vida, siento que es la correcta y debo darme el tiempo de llevar las cosas con calma.

Siempre fue ella.

Jamás idealicé nada con nadie, siempre fueron mujeres pasajeras en mi vida y anoche supe que no quiero eso para mi mejor amiga, al punto que vi muchas cosas que jamas imagine, lo quiero todo a su lado.

¿Amor?

Y si, al fin de cuentas siempre hubo amor entre nosotros, uno que disfrazamos con nuestra amistad y lo cual hoy es mega real.

Voy arriesgar todo para que siga siendo parte de mi vida y muchísimo más.

Faith me tiene a sus pies.

— ¿Mejor? — su voz me vuelve a la realidad.

— Tal vez necesite un beso para calmarme mejor — contesto al tomarla entre mis brazos para que este más cerca.

— Que bueno que estoy aquí porque soy la única que puede darte esos besos — afirma sonriendo.

Bajo un poco mi cabeza y dejo que sus labios se unan a los míos. Lo declaro nuevamente, su boca es mi adicción y me cuesta dejar de besarla cuando siento que podría estar todo el día entre beso y beso. Por lo menos esto me saca mi cabreo, Kenneth puede ser el mayor patrocinador de la escuderia, pero no dejaba de ser una basura andante, esa forma de tratarla como un objeto de su propiedad no podía pasarlo desapercibido más por el tono de voz que usó para hacerlo, debería estar agradecido que ella se puso en el medio de ambos porque las cosas hubieran sido completamente diferentes al punto de importarme una mierda si ponía en juego mi lugar en el equipo.

¿Por qué evité tantos años esto?

Tal vez el destino quería que sea de esta forma y en este momento de nuestras vidas.

— ¡Clayton! — gritan mi apellido.

Gruño teniendome que separarme de ella.

— Deja de estar modo tonto y ponte a trabajar — grita Dexter el mecánico de mi equipo.

— Debo volver al trabajo — murmuro y dejo un suave beso en sus labios antes de separarme de Faith.

Me cuesta, sin embargo, la dejo en la zona de visión para que ella pueda observar con mucha tranquilidad mi pasada antes de mañana me toca competir y debo focalizar mi energía en ser el mejor, para ingresar al podio.

— ¿Desde cuándo? — inquiere Dexter con una sonrisa socarrona.

— Ojo con mirar de más a mi novia que tendremos serios problemas — sentencio levantando mi voz para que todos los que trabajan conmigo sepan que tienen prohibido verla de otra forma.

— ¿Ella no es tu mejor amiga? — pregunta Arthur.

— Si y ahora también mi novia — acoto caminando a mi moto.

— Sabía que había algo entre ustedes, demasiado para decir que son simples amigos cuando la atracción se veía a kilómetros de distancia — comenta el mecánico haciendo que frunza el ceño.

Llevo años negando lo que siento, dejando que ella sea libre porque sentía que podía lastimarla con mi manera libertina de hacer las cosas. Nunca tuve una relación seria, solo fueron mujeres ocasionales que pasaron por mi vida, solo que ahora siento que todo es diferente y que estamos preparados para hacer de lo nuestro más serio.

Faith no es una mujer pasajera en mi vida, sino una de las más importantes y por eso la estoy poniendo en el lugar que le corresponde.

Arthur me alcanza mi casco y lo coloco, mientras Giorgio me da las indicaciones que no debo olvidarme en cada curva y así evitar cualquier daño a la moto o mi integridad física.

— ¡Concéntrate, Clayton! — grita Giorgio desde el intercomunicador que llevo en mi odio.

Concentración y armonía.

Salgo con la moto, suspiro acomodando todo y cuando mi entrenador da la orden arranco la moto. Los primeros segundos son de una velocidad moderada, hasta que en mismísimo segundo diez aprieto el acelerador para empezar a levantar velocidad. En una competencia no siempre gana el que es veloz, sino es un condimento extra, llega a su objetivo el inteligente, el audaz y el que no subestima a sus competidores. Asi como siento que me merezco entrar en el podio, mis compañeros igual y es por eso que esta disciplina gana en que tiene estas tres cosas.

— Recuerda la cuerva e inclina la moto para no salir de circuito — escucho a Georgio dandome la indicación.

Había estudiado el circuito donde iremos a competir, se que el riesgo son las curvas y es por eso que él me recalcaba el hecho de la inclinación porque debo sostener mi cuerpo, la velocidad y la moto para no caer o generar un accidente en cadena.

— ¡¡¡Sii, maldita sea, siii!!!! — grito cuando lo hago.

Se que tengo todo para ganar mañana.

Cuando regreso al box y quito mi casco, a la primera persona que veo es a Faith que tiene una gran sonrisa en su rostro. Le paso el caso a Arthur mientras bajo para ir directamente a ella.

Creo que me he vuelvo un tonto, de lo que me he burlado, ahora me convertí en eso.

— ¿Qué tal lo viste, Moustrito? — pregunto al levantarla.

— No se mucho del tema, pero siento que lo hiciste genial — contesta sonrojada.

Todos nos están mirando.

— ¿Qué dices Georgio, mi chica tiene razón, no? — inquiero.

— Veremos eso mañana, ahi cuando tengas el número uno en el podio veremos si lo hiciste bien — contesta cortante.

Sonrío no, no esperaba menos de él y que me marque la auto exigencia, para así demostrar en cada competencia porque nuestra escuderia es la mejor hace varios años.

— Tienen el mejor piloto — afirma Faith.

— Y yo tengo a la mejor novia — declaro mirando los ojos bicolores de ella.

— Estas como un tonto — se queja Dexter rodando los ojos.

— Envioso — contesto sin soltar.

Mi mecánico tiene razón, nunca mi equipo lo habían visto de esa forma y parecía un idota, pero no me importa soy el idiota más feliz del mundo.

No puedo explicarlo.

Se que me siento feliz y seguro de darnos está oportunidad con Faith.






























* Les dejo el capítulo del día.

Nos vemos el miércoles ❤️

Arriésgate Conmigo. (9° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora