Capítulo 8.

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Faith.

Teniendo a Inzie en casa podía correr al lugar donde mi cuñada estaba internada y estar junto con mi hermano en este duro momento. No tenía idea que ellos esperaban un bebé, bueno en realidad dos, pero en la caída Viktoria había perdido uno de ellos, dejando este embarazo de alto riesgo. Se que todo fue un accidente, pero eran demasiadas cosas para nuestra familia, el atentado de Ellie y ahora esto, son muchas desgracias.

Quiero estar junto a Ellie.

Quiero estar junto Cayden.

Ambos me necesitan de la misma forma, por eso ahora estaba llegando a donde mi hermano se encontraba. Justo al bajar del ascensor me topo con él, no dudo en abrazarlo y él hace lo mismo. Debe sentirse extremadamente culpable, por lo que pasó con su esposa y también con lo de Ellie.

— Aquí estoy para tí — murmuro.

— ¿Cómo la viste a Ellie? — consulta.

Suspiro. — No esta bien, pero está al cuidado de Inzie.

— Está en buenas manos, aunque Sasha no le agrade la idea — acota al separarnos del abrazo.

— Nick me contó lo sucedido, todo hermano mayor protege a su hermana y en tu casa no solo quieres proteger a tu hermana sino también a tu esposa, estás en el medio ...

— Es mi culpa Faith ...

— Cayden — lo detengo. — si tomaste la decisión de ser quien eres hoy en día para proteger a tu familia, no debes culparte de nada — agrego con seguridad.

Mi hermano no dice nada, se que le pesa su decisión, pero si fue la correcta para proteger a su esposa e hija, de su media hermana loca que tiene por parte de su progenitor, no hay nada que culparse.

— ¿Cómo está Vik?

— Adolorida y triste, le prometí que nunca iba a estar de esa forma y no pude cumplirle mi palabra — contesta suspirando.

Solo abrazo a mi hermano, diga lo que diga igual sentirá que todo es su culpa. Con lo culposo que es Cay, esto le va a costar superar, pero confío ciegamente en mi cuñada, que juntos y tomando su mano van a superarlo, además deben mantener su felicidad porque al fin de cuentas serán padres, hay que cuidar mucho a ese pequeño que crece en su interior.

— ¿Quieres ir a comer algo? — consulta Dylan cuando salimos.

— No tengo hambre en verdad — reconozco.

— Dudo que hayas comido algo en todo el día — sentencia chasqueando la lengua.

Suspiro.

— Me conoces muy bien — acoto dándole la razón.

— Mínimo algo, Moustrito — súplica.

— Cenemos, no prometo comer ....

— Vas a comer, Faith — me interrumpe.

Suspiro dejando que el auto de la seguridad de Cayden nos obligue a subir y le pedimos pasar por el servicio de comida rápida más cercano, aunque Dylan vuelve a interrumpirme pidiendo ir al restaurante de comida china que hay unas pocas cuadras.

No había mucho movimiento en el restaurante, por eso los guardaespaldas acceden a esperar en una distancia prudencial, dándonos un poco de espacio.
Ingresamos, Dylan pasa su brazo por mi hombro al atraerme a su lado, mientras pide algo para nosotros, entonces aprovecho para abrazarlo.

— ¿No te parece mucha comida? — consulto.

— Estoy pidiendo para los guardaespaldas de tu hermano, ellos tampoco cenaron y anduvieron detrás nuestro todo el día — comenta.

Arriésgate Conmigo. (9° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora